Día 8

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"Día 8

Yao, por favor, me duele que no me hables 💔"

Se oían gritos en el fondo del pasillo, una fuerte discusión que logró despertar a más de un vecino, y llamar la atención de los transeúntes. Un ramo de flores rodaba por el suelo, un fuerte portazo le destruyó el corazón, y el muchacho de ojos rasgados salió corriendo sin parar de llorar.

Iván observaba la escena desde el sofá. Yao apretaba los puños y se mantenía fijo frente a la puerta. El ruso bajó la mirada. Ya no podría hacerlo, no después del tremendo rechazo que el chino dio a Kiku. Se había acobardado. Al principio pensó que aquella podría ser su oportunidad, pero todas sus esperanzas se desvanecieron al oír la manera en la que Yao se dirigía al japonés, con un odio jamás pensado de alguien como él.
Seguramente recibiría el mismo trato.
Observó con tristeza cómo el chino pasaba a su lado sin siquiera dirigirle la mirada, en camino a la cocina.

— Yao. — Llamó, y al no recibir respuesta, supo que ya no había marcha atrás.

Aunque le doliera, Iván ya había tomado su decisión.

Se levantó del sofá y fue directo a su habitación. Tomó su diario con ambas manos y lo observó por unos segundos.

Era el momento de darle un punto final.

Quizás mañana~Drabbles RoChu~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora