XVI (Parte I)

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Fuimos construidos para durar,
fuimos construidos así.
Cariño, toma mi mano,
refuerza este romance.
Podríamos arder y chocar,
podríamos aprovechar la oportunidad.
Sin guardarnos nada,
como si fuera nuestro último baile.

Louis sintió sus pulmones quedarse sin aire, miro a su madre que parecía estar más feliz de lo normal y luego miro a su padre quien mantenía una orgullosa sonrisa discreta, su hermana sonreía amablemente, Angelo estaba frente a él, una rosa en su mano derecha, una daga en su mano izquierda. Nada de este teatro había parecido tan real, pero esto, esto lo hacía demasiado real.

Yo... — no sabia que decir, sentía el mundo moverse lentamente pero a la vez su estómago quería devolver la cena gracias al vértigo

— Louis Tomlinson, yo, Angelo Danti te ofrezco está rosa como una promesa de Alfa a Omega, cuidaré de ti y de nuestro lazo incluso cuando haya adversidad — Angelo lo miró serio, no tenía opción, no podía decir que no — y a su vez ofrezco esta daga, para sellar el juramento que mi sangre y mi familia ha hecho con la tuya, un símbolo de total lealtad y fidelidad. Acepta mi humilde juramento, juramento que se ha sellado entre nuestros padres y los padres de nuestros padres, el juramento de la luna y el sol, del mar y la tierra, una protejera a la otra y a su vez gobernará a su lado incluso cuando no haya más que gobernar, el principio y el fin, el alpha y el omega — Louis trago seco, su tiempo se estaba acabando, tomo la rosa y su mirada se desvío a su muñeca, un brazalete que había sido otra promesa, la promesa de alguien que se encontraba en la pared, con una mirada dolida y sus puños cerrados con fuerza, Harry también había notado que esto era real.

Please, Kill Me HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora