ESTAFA Y PREJUICIO (TERMINADA)

A la mujer casada y casta, con el marido le basta.

Hola, de nuevo yo con otro fic exclusivo de Wattpad al igual que para cierta página de facebook, espero les guste y si vieron ya la película "Heartbreaker" o en español "Las estafadoras", espero les guste esta adaptación.

Esto es muy diferente a lo que he escrito anteriormente y probablemente haya escenas subidas de tono, aclaro de una vez no habrá lime ni lemon, pero eso será lo gracioso del fic.

Empezamos.

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En una iglesia de una comunidad armoniosa, se llevaba a cabo una boda.

Los novios: Stoick Vast, dueño de un gran taller mecánico, los pueblerinos lo consideraban un buen partido debido a que tenía una buena posición económica, aunque eso no le quitara que fuera ya un viejo de 40 años.

Muchas por interés había intentado conquistarlo, pero sólo una mujer buena y de corazón puro le robó el corazón: Valeska.

Una mujer que un día llegó al pueblo debido a que su auto sufrió una descompostura, y cuando acudió al taller y sus miradas se cruzaron fue amor a primera vista. Y ahora, después de cuatro meses de estar saliendo, Stoick no lo soportó, le propuso matrimonio a su pura y casta novia, ya que la mujer, también de 40 años, era muy tradicionalista y no podía hacer cosas indebidas fuera del matrimonio.

—Valeska, y Stoick los declaro marido y mujer. —Finalizó el amable sacerdote.

Los novios se besaron con amor, y la gente aplaudió, ahora seguía lo bueno... ¡La fiesta!, claro que no, si no la noche de bodas, pero claro, primero la fiesta.

—Sotick mi amor, ahora que estamos casados yo...—Valeska le empezó a susurrar cositas a su marido que no hicieron más que encenderlo y animarlo a acabar la fiesta, su amor por ella lo había hecho abstinente los meses que estuvieron saliendo, era justo y necesario, tenía mucho que dar. Y su esposa, parecía que por fin olvidaría sus tradiciones para ser la mujer ardiente que sabía que podía ser.

Era eso o la mujer se estaba pasando de copas.

—Valeska, ya no lo soporto más. —dijo con notoria lujuria. —Vámonos...

—Oh, Stoick, pero la fiesta. —dijo esta animada con la copa de champagne en alto.

—Val...

—Disculpe, Stoick... —interrumpió inoportunamente el padrino. — ¿Puedo bailar una pieza con su esposa?

—N..

—Por supuesto. —aceptó la alegre mujer y se abrazó al padrino, quien nada lento se la llevó a bailar, dejando a Stoick con la temperatura alta.

Así se la pasó el hombre, cada vez que intentaba llevarse a su mujer un cretino le pedía una pieza y esta debido a su increíble generosidad y atención hacia sus invitados aceptaba, ¡hasta el mesero bailó con ella!

Ese engendro hasta se había atrevido a tocar el trasero de su amada y se recargó en su pecho, claro, como era un enano, fue la gota que derramó la paciencia de Stoick.

— ¡Valeska, vámonos!

Tomó a la mujer del brazo, arrebatándosela al mesero para llevarla al cuarto de hotel que exclusivamente había separado para su romántica noche.

Al llegar al umbral de la puerta, quiso hacer la antigua tradición de cargar a la novia, Valeska reía complacida y revoloteaba las piernas emocionadas, sin ser consiente que Stoick batalla para abrir la maldita puerta, tanta fue su desesperación que la pateó rompiendo una parte que después pagaría, lo importante es que quería hacer suyo a esa mujer.

La acostó en la cama, y ansioso la empezó a besar.

—Tranquilo, tranquilo... todo a su tiempo. —dijo Valka seductoramente.

Se quitó a su marido de encima y lo acostó contra la cama, le daría un pequeño espectáculo que nunca olvidaría. Stoick miraba ansioso la escena, su mujer se deshacía del ajustado vestido de novia para mostrar una ajustada lencería, que consistía de un corsé que resaltaba la figura de su delgada cintura así como sus hermosos pechos.

—¡¿Quieres hacerme tuya?! —empezó a dominar la atrevida mujer, una faceta desconocida para el hombre, pero que sin lugar a dudas le gustaba.

—¡Sí! —exclamó tembloroso, su amiguito dentro del pantalón estaba ardiendo.

—Adelante. —Se exhibió Valeska como un trofeo, ofreciéndosele para que le hiciera lo que quisiera.

Stoick la volvió a la cama y la recostó, trató inicialmente de quitarle el ajustado corsé, pero este parecía estar pegado a su cuerpo, estaba teniendo problemas, y se sentía estúpido e inexperto.

—Mejor empiezo por acá. —trató de ser más romántico y menos lujurioso.

Así que empezó besando los pies de su amada, hasta subir hasta su armadura, es decir, su corsé. Con cada beso, su amiguito le exigía culminar con la acción, pero ¡oh, no! Sucedió lo peor.

Unos horribles ronquidos.

—¡Valeska! ¡VALESKA! — la mujer se había dormido en su noche de bodas. —No... no puedes hacerme esto. —chilló el hombre, mientras su amiguito le exigía una mujer.

Tentado por el demonio, quiso arrojarle los hielos y el agua de la champagne, pero al final se arrepintió, no podía hacerle eso a una mujer tan increíble como ella, mejor se lo echó a su amiguito para calmarlo, que más daba, ya había esperado 4 meses, un día más no lo mataría.

Continuará.

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