Capitulo I

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── Solo cinco minutos -Grito Zoe, desde la habitación, dando vueltas de aquí para allá en busca del relicario de oro fino que había sido concedido por su madre antes de morir ── Has visto mi... No termino de preguntar, cuando Regina le contestó al mismo tiempo que negaba con la cabeza ── ¡Recuerda! Ayer lo guardaste en mi bolso, estabas tan ebria que temías perderlo.

── Solo tenía unos tragos de más -Respondió Zoe mientras caminaba hasta su amiga, que ya estaba impaciente por marcharse. Pero volvió a detenerse frente a ella, esta vez para buscar sus audífonos dentro de la mochila.

Sabía que estaban retrasadas que el auto bus las dejaría. Pero esto, es lo que ella buscaba. No imaginaba pasar un verano lejos de su hermano menor. Después de la muerte de Rose, (la madre de Zoe) Marlon, su padre. Volvió a rehacer su vida, casandose con Tamara. Una hermosa odontologa diez años menor que él. Quien le hizo la vida imposible a Zoe desde su llegada a la pequeña familia Martín, hasta que atravesaron un momento muy duro.

Regina y Zoe se hicieron muy buenas amigas en la universidad. Ella era una chica alegre, valiente, extrovertida y positiva. Pese a que su vida no había sido tan fácil como la de otras chicas. A los quince años había sido diagnosticada con Leucemia, fue un golpe fuerte para su padre. A pesar de ser uno de los mejores doctores, no había un día que no se culpara por la muerte de su primera esposa. Rose, quien había padecido de la misma enfermedad. Pero esta no corrió con la misma suerte de su hija, ella murió un mes después de ser diagnosticada.

La enfermedad estaba muy avanzada y ya no quedaba nada por hacer. Si bien, Rose tenía más de un año sufriendo en su interior pero nunca quiso contarle a su marido sobre sus malestares, sabía que no era una gripa común, que iba más allá y simplemente se dedicó a hacer feliz a su pequeña de diez años, eran la familia perfecta, todo era felicidad en aquella época.

Zoe pidió a su padre una institutriz, la señora Amelia Peterson. Porque tarde o temprano saldría de esa terrible experiencia y no quería retrasarse en sus estudios. Fue muy duro mientras otras chicas se divertían, salían a fiestas conociendo chicos. Ella estaba empotrada en su casa sin poder salir a ningún lado. Su padre fue muy estricto en cuanto a su tratamiento. Se prometió que no iba a perder a su hija de la misma manera que había perdido a su esposa. A pesar de haber sido un momento duro, Zoe nunca se rindió era quien mantenía fuerte la familia. Ella estaba lista para lo que la vida le preparaba. Si su destino era vivir solo por quince años, lo aceptaría más que agradecida por todo lo que vivió. Pero si su destino era otro, se prometió vivir cada día como si fuera el último.

Pese a los maltratos de su madrastra. Ella nunca le guardo rencor todo lo contrario. Buscaba refugiarse en una amiga en alguien parecido a una madre y se propuso a ganar el corazón de su madrastra, mientras luchaba por su vida. Su padre y Tamara esperaban a Max a su primer hijo juntos. La maternidad tocó su corazón y dejo atrás su egoísmo.

Comprendió que no debía de ver a la chica como su enemiga, que era la hija del hombre que amaba y necesitaba todo el apoyo de la familia para poder superar la leucemia. Comenzó a tomarle cariño a su hijastra quien se había portado muy bien con ella a pesar de los mal tratos. Tamara le pidió perdón una y otra vez. Después de todo no era tan mala, solo que dejaba influenciarse por su madre. Sus familiares no aceptaban a Zoe porque simplemente no era hija de Tamara y no iban aceptar la hija de otra.

Tamara la acepto como parte de su familia y Zoe supero la leucemia, gracias a su padre  quien afortunadamente era compatible con su hija y pudo donarle parte de su médula ósea. Hizo todo lo que estaba a su alcance y lo logró, había arrancado a su hija de las garras de la muerte. Pudo hacer con su hija lo que no pudo hacer con Rose. Después de la tormenta al fin salió el sol para la familia Martín.

ELLA es ZOEWhere stories live. Discover now