Capitulo XII Una Visita Inesperada

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Dejó el teléfono sobre la mesita de noche y se acostó nuevamente a su lado silenciosamente. Pero Zoe despertó al sentirse en un ambiente y con una compañía a la que no estaba acostumbrada ── ¿Qué horas es? Debe de ser muy tarde... Dijo risueña pensando en Regina.

── ¿Y si te quedas esta noche? Le propuso anhelando escuchar un sí.

── ¿Quieres que me quede? Preguntó ella con sorpresa en un dulce tono, sin poder creérselo

Él sonrió al ver su expresión ── Quiero hacerte el amor. Esta vez lo dijo sin pensar en ningún momento en Fred. Él era el primer hombre en su vida, no juzgaba a ninguna mujer por ello. Pero nunca había estado con una virgen, de cierto modo sentía admiración por ella y eso había cambiado algo en su interior.

En la mañana siguiente, Zoe despertó con el sonido del teléfono, atendió la llamada sin mirar la pantalla pero ya se imaginaba quien podía ser, Regina era la única que tenía su nuevo número.

── ¿Dónde estás? Escuchó la voz histérica de su amiga.

Zoe echo un rápido vistazo a su alrededor consciente de lo que había ocurrido ayer y sintió un gran placer en su interior, recordando cada caricia sobre su cuerpo.

── Pase la noche con Alexandre. Dijo más para ella que para Regina.

── Estas queriendo decir que tú y el...

── Si y fue increíble. Se sintió feliz y complacida

── ¡Estás loca! ¿Al menos te cuidaste? Regina no podía creerlo, no entendía absolutamente nada, para ella Alexandre solo era el chico que les presentó Joe como colaborador.

Esta pregunta la tomó por sorpresa, Zoe se quedó en silencio por unos segundos. Todo fue tan rápido que no pensaron por ningún momento protegerse ── ¿Estas allí? Preguntó Regina interpretando su silencio con un no.

── Descuida, si nos cuidamos. Mintió con facilidad, no se sintió bien al hacerlo pero no le vio tanta importancia.

Zoe escuchó a su amiga suspirar con alivio. Regina no se esperaba aquella confesión. Zoe era la más extrovertida de las dos pero en cuanto a hombres Regina tenía un poco más de experiencia.── Tengo algo que contarte- Hizo una pausa y continuó ── La tal Carol resultó ser esposa del mejor amigo de Fred y le comentó lo de tu desmayo. Y no sabes, me llamó como loco preocupado por ti.

── ¿Le explicaste que solo fue una tontería? Regina se quedó en silencio y Zoe lo interpretó enseguida.

── Le conté todo, lo siento tanto. Pero estoy muy preocupada por ti

── No debiste. Tan solo son sospechas tuya. – Resopló con paciencia y le afirmó ── Yo estoy bien y me siento bien

── ¿Me lo prometes? Preguntó dudosa

── Te lo prometo estoy bien, tengo que irme. Zoe cortó la llamada antes de que Regina soltara otra palabra, fue al baño rápidamente se lavó la cara y ordenó su cabello. Alexandre había dejado su sudadera sobre la mesa de noche ella la tomó y se impregno de su aroma varonil, se colocó su vestido y encima de este la sudadera.

Alexandre preparaba el desayuno, aún no estaba claro en cuanto a que decisiones tomar con respecto a Zoe. Pasaron una increíble noche pero no debía de ir más allá, no quería seguir jugando con sus sentimientos.

La vio entrar en la cocina y le mostró una media sonrisa, ella lo besó en los labios y luego lo envolvió en un dulce abrazo. Alexandre también la abrazó y se sintió muy mal, no estaba siendo honesto ni con ella ni con él mismo. Cumplió su promesa había enviado la foto a Fred, pensó que se sentiría un triunfador al hacerlo pero la verdad es que ese sentía como una basura. Minutos después llamarón al timbre sacándolo de sus pensamientos. ── Descuida, yo iré. Dijo ella con cariño, le dio un beso fugaz en la mejilla y se marchó.

ELLA es ZOEWhere stories live. Discover now