Ya estamos otra vez en la seguridad del puente, se siente extraño, hace unos minutos estaría feliz de estar aquí pero lo que en realidad deseo ahora es estar en el aire, sostenido por las cuerdas, volando con Nadia, mi sirena, besándonos hasta desgastar nuestras bocas, es que sus labios carnosos son tan deliciosos y suaves, pude saborear lo que se siente estar en la cima y sólo fueron besos, mi cuerpo estaba a mil por hora con sólo probar un poco de ella, ya mis expectativas fueron superadas, lo que me pone más nervioso ¿Estaré a la altura de la situación?
-¡Claro que lo estarás! Ya la besaste y le gusto, ella te lo dijo... Ten fe en ti mismo – dice mi subconsciente con los planos de un edificio.
Un beso es una cosa pero hacer el amor es algo completamente distinto, es más intenso, requiere de experiencia, ella la tiene claro está, pero yo... Yo lo único que tengo son besos deliciosos pero sólo besos, más nada, ella es una maestra y yo apenas soy un aprendiz, ¿Cómo haré para hacerle creer que sé hacer el amor? Es más como me haré pasar por un sujeto que se las sabe todas si por dentro estoy cayendo literalmente en un poso de miedos, dudas y nervios.
-Ya deja las estupideces, ya no tengo más discursos motivacionales, me das mucho trabajo, lee un libro de autoayuda, ve unas porno, tienes años en eso – refuta mi subconsciente con las manos en la frente.
Sumergido entre pensamientos como siempre, no me había dado cuenta que mi musa ya había terminado de hablar con las personas de la empresa de Bungee Jumping y esta otra vez a mi lado.
- ¿Disfrutando la vista? – pregunta Nadia.
- Ahora sí, ha mejorado notablemente – Respondo con mis ojos puestos en ella.
Nuestras miradas caen en un abismo de pasión... Es extraño como puedes estar con una persona sin decir una palabra, no hace falta, el aire cambia cuando ella está cerca de mí, hay fuego a nuestro alrededor, ¿Será que todo está en mi cabeza? Desde que la conocí todo cambio, es imposible que pueda volver a ser él que era, yo no quiero serlo nunca más.
- ¿Te gustó saltar conmigo? – pregunta ella.
Sus ojos parecen centellas con matices claros que caen sobre mí, sus manos metidas en los bolsillos traseros de su mono, se ve tan linda, como tímida, esta mujer tiene muchas facetas.
- Sí -.
- ¿Sólo sí? – frunce el ceño con la mirada muy aguda y un poco de sarcasmo en su voz.
- ¿Qué más te puedo decir compañera? – respondo irónicamente.
Necesitaba sacarme esa espina, ¿Compañeros? Eso es lo que significo para ella, tan poco, mis ojos lucen tonalidades oscuras.
- ¡No puedo creer que estés molesto por eso! – responde entre risas – Todavía no somos nada aún... Por eso estamos haciendo esto para conocernos, además a mí no me interesa lo que crean los demás de nosotros... Compañeros, amigos, amantes, novios o lo que seamos, es asunto nuestro, me importas tú, solo tú, ¿Con eso te basta? -.
-Ves... Siempre precipitándote... ¿Ya estás satisfecho? Solo le importas tú, solo tú, no hundas está cita con idioteces - dice mi subconsciente molesto con los brazos cruzados.
- Sí – respondo dejando ver una sonrisa.
- Y entonces ¿Solo si? -.
- ¿Sí que? –.
Mis ojos juegan con los de ella, yo sé de lo que me está hablando, pero como le digo que con ella me siento completo sin parecer asfixiante, cómo decirle que con ella no hay oscuridad, cómo le dices a una persona que acabas de conocer que te cambio la vida.
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ALTER EGO: Dos veces Burdock
Teen FictionBurdock es un joven millonario de 25 años con un trastorno de personalidad múltiple: tienes 2 personalidades; Sebastian Burdock, que es muy introvertido, maniático del control, detallista, romántico y solitario, y esta su alter ego Rick Burdock, un...