Capítulo 1 - Oscuros comienzos

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Despierto, ya amaneció, todavía estoy adormecido, apenas puedo abrir mis ojos, sombrías pesadillas que no puedo recordar aun rodean mi cabeza, sabanas rojas, luces y gritos es todo lo que me viene una y otra vez, señales que no logro identificar,             -¡Maldita sea! - expreso con mis ojos bien abiertos, otro día más, otro día oscuro donde la única certeza que tengo es que la luz nunca tocará estas manos, no sé qué es peor,  mis sueños indescifrables o la terrible realidad que vivo todos los días, me levanto de la cama muy cómoda, una pieza de madera pura, embarnizada de color  marrón, su cabecera distinguida alta, con una bancada de estilo vintage y cuatro columnas, dándole estilo a la habitación, es inmensa, tan grande que pueden  entrar varias personas tranquilamente, pero se reduce a mí y a mi compañera de vida, la soledad.    

Prendo la tv, un plasma inmenso de noventa pulgadas, es sábado 15/08/2015, comienzan todos esos programas de amor y romance, ¡Mierda! que no hay más nada para ver, siempre es lo mismo, personas que se devoran con la mirada, la tensión que existe entre ellos se denota a simple vista, sus rostros cambian, sus pupilas se dilatan solo con verse, ¡Demonios! Eso no existe en la vida real, no en mi mundo, aquí solo hay oscuridad, aquí no hay luz, nadie me va a aceptar con todos mis defectos, hasta los más sombríos - Ni yo mismo los termino de aceptar - musito con el gesto entristecido, a veces siento que hay un hueco en mí, tan profundo, que podría lanzar una moneda y nunca escucharía su repicar en el fondo, es negro, lleno de dolor, ¿Me faltará el alma? Cierro mis ojos fuertemente ante esa posibilidad, presiono mis labios haciendo una línea recta imperceptible, no quiero exteriorizar todo lo que llevo dentro, sería como abrir una caja de sorpresas, solo que el final sería desgarrador.

Voy al baño, me miro en el espejo, la misma porquería, frunzo el ceño, ¿Por qué tengo que tratarme así? ¿Qué me pasa?

- Yo te diré que pasa - se acerca mi subconsciente con su mirada incrédula, criticando como siempre - Eres un cobarde, un intento de hombre, tienes 25 años y siempre vives escondido, con miedo de vivir, nunca has conquistado a una mujer, lo más cerca que has estado de ellas es en una computadora, a través de una pantalla, tu única habilidad es ser un genio en la bolsa, pero aunque tienes todo, eres autosuficiente, tienes tu empresa, tu dinero, ¡Te falta valor!... ¡Te faltan agallas!.. - Murmura  mientras se ríe en los rincones de mi mente siniestra.

- Tiene razón - respondo con  la mirada enfurecida, los ojos se me abren, centellantes como dos bolas de fuego llenas de ira y frustración, se dibuja un halo oscuro en mis pupilas que demarca una tristeza que excava lo más profundo de mi ser, tantas emociones me abruman, son difíciles de ocultar, mi único consuelo es que sé mentir,  ando por el mundo con una gran cara de póker, con una máscara de gestos indescifrables, en eso soy un maestro ¡Nunca dejaría que nadie logrará ver mis debilidades! ...Mi falta de afecto, de compañía, esa no es la imagen que quiero dar a relucir... ¿Cuándo será el día que encuentre alguien con quien pueda sentirme a gusto? Con la que no tema ser yo mismo, alguien a la que le muestre mis miedos, debilidades, fortalezas, que pueda hacerla mía y yo ser suyo, hacerle el amor hasta que seamos uno solo, me muero de ganas por hacerlo, mi boca se reseca de sólo pensarlo, mis latidos se aceleran, mis manos sudan como si las hubiera metido en el lavado.

- ¡Y eso que no has visto a ninguna mujer! - Grita mi subconsciente riendo sobre su silla.

Me cepillo rápido los dientes y me sigo mirando, no soy un Aquiles ni un Brad Pitt, pero tengo lo mío ¿Lo tengo? Al menos eso creo ¿De verdad lo creo?... Soy alto, un metro ochenta y siete, pelo castaño oscuro, corto, ojos marrones con destellos miel, nariz puntiaguda, labios un poco prominentes, el inferior es carnoso, soy un poco corpulento, tengo mis músculos bien marcados, de algo sirve todas esas horas que paso haciendo ejercicios.

ALTER EGO: Dos veces BurdockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora