Capítulo 10 - Juegos Sombríos

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La rabia y la impotencia que siento son tan grandes que bañan mi alma, mis pasos son gigantes, necesito saber hasta dónde llegó Nadia con él, esta vez no la corrió, amanecieron juntos, esto me duele mucho más, siento que estoy literalmente muriendo por dentro, Rick me quitó una noche con ella, me quitó un amanecer y ella de verdad se entregó a él, siento como si fuera una traición.

-No entiendes que son la misma persona por fuera, ¿Acaso ella sabe la verdad? Recuerda el juego, tú que eres el que le bajó la luna hace unos días, eres el mismo que la corrió hace unos días – dice mi subconsciente.

Si lo sé, es un maldito juego, yo lo inicié y ahora no sé cómo diablos jugarlo, me enamoré de esta mujer, su esencia corre dentro de mis venas, perdí, soy esclavo de mis propias decisiones, ¿Cómo hago para soportar la idea de tener que compartirla? No puedo, siento latigazos en mi espalda, azotes, el solo pensar que él respiró su mismo aire, que sus manos recorrieron su cuerpo, que su lengua la saboreó me está volviendo loco.

-Tu nariz, tus manos, tu lengua... Recuerda eras tú – grita mi subconsciente.

Lo sé, maldita sea, mis manos se empuñan, el dolor que siento empaña mis ojos, desapareciendo los matices dejando un marrón oscuro puro, acaso ella no sintió que el hombre que la tocó y que la besó no era yo, sé que somos iguales por fuera, somos el mismo, pero ella no vio el trato, no nos distinguió, somos dos seres opuestos, no pudo ver su alma, eso es lo que más me aterra, ¿Será que soy igual a Rick? Será esa la razón por la que no pudo diferenciar nada.

-Acaso ella es vidente o lee mentes para saber que hay dos personas en un mismo cuerpo, no le eches la culpa a Nadia, aquí el que movió las piezas eres tu – refuta mi subconsciente exaltado.

¿Cómo hago? Esa es la mujer que amo y me mata saber que fue de otro, saber que no fue una elección de ella, saber que está en medio de este triángulo, donde hay tres almas en dos cuerpos.

Llego a la computadora, la enciendo, son las cinco de la madrugada, 28/08/2015, busco el programa, sintonizo las seis de la tarde y veo como se levanta Rick, su mirada oscura llena de odio y prepotencia se hace sentir en la habitación, camina hacia el espejo y se queda observándose, toca su mentón, echa su cabello hacia atrás, entra al vestidor, se pone jeans azules rasgados, camisa gris y las clásicas botas negras de cuero, se echa perfume y lanza una sonrisa, seguro va a buscar una mujer, cuando termina de arreglase, tocan el timbre, estoy seguro de que es Nadia, aquí viene la peor parte, ya siento como la sangre sale de mi corazón herido, él se dirige hacia la puerta, la abre ¡Es Nadia!

- ¿Qué haces tú aquí? – pregunta Rick sorprendido, no comprende nada de lo que está pasando.

Dios, Nadia va a descubrir todo...

- ¡Vine por ti Rick! A darte lo que es tuyo cariño -.

Esta vestida con una chaqueta larga marrón, pasa, Rick da un paso hacia atrás, ella cierra la puerta y se desabotona rápidamente enseñando su perfecta piel, brassier y tanga rosada de encaje, dios es demasiado bella, Rick se queda viéndola de arriba abajo, analizando cada detalle de esa mujer que es mía, maldito, ella no le da tiempo de decir nada, se lanza en sus brazos, sujeta su cuello y le da un beso, no hay palabras, mi corazón está siendo pisoteado por una multitud, no sé cómo hace para latir, la lengua de Rick ha contactado con la de Nadia, sus besos son tan intensos, el choque de sus labios me está matando, esos labios que fueron solo míos ayer.

- Ya que estas aquí – dice Rick.

Él la observa con mucho deseo, su mirada fija en el sexo de ella, de repente la toma del brazo jalándola hacia él y quedando frente a frente, sujeta su espalda rudamente, haciendo presión, ya se denota la excitación en Nadia, está hundida en jadeos, él le acaricia una mejilla y luego los flequillos en su frente, le da la vuelta quedando ella de espaldas a él, la rodea con sus brazos por la cintura y la aprieta contra él manoseando su cuerpo mientras le saborea el cuello con la lengua, luego las orejas, las chupa, las mordisquea y se escapan los primeros gemidos de mi sirena, ver esto me está torturando, pero no puedo dejar de verlo, tengo que tener las respuestas.

ALTER EGO: Dos veces BurdockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora