Bella
Me quede mirando fijamente a la nada, pensando en todo. Dos o tres personas pasaron en un lapso de media hora.
Por la lluvia y las emociones, mis ojos parecían cristales. Brillosos y luminosos.
Una chica; la examiné muy bien. Tacones, jeans ajustados, camisa blanca, y una sonrisa que demostraba que nada le importaba. Y se porque nada le importaba. Estaba junto a alguien que le hacía olvidar todo; las penas, los males, las dificultades.
Ojala yo también tuviera alguien a mi lado, pense en voz alta.
Un chico; un chico alto, pantalones de vestir, buzo gris, campera con capucha; una capucha que cubría su rostro, pero no sus ojos. Se acercaba a mi, cada vez más. Pero no como si estuviera de pasada, sino como si quisiera hablar conmigo. Quede mirando sus ojos fijamente. A unos ojos que reflejaban angustia, dolor.
Ethan
Ella me miraba fijamente mientras me dirijia a ella. Pare justo enfrente de sus narices. Sabía que era ella y estaba totalmente feliz de encontrarmela sin que me gritara o dijiera algo que dañara más mis sentimientos.
La mire. Pero de manera diferente a las otras veces. La mire con ternura, con delicadeza, con dulzura.
Bella
Lo mire. Fijamente. Sin mirar otra cosa que no fueran sus ojos.
Y llego ese momento en donde se cruzaron las miradas y nos sonreímos sin pensar en que ambos estabamos sintiendo algo el uno por el otro.
El miro para otro lado y sin pensarlo dos veces se sento en la barandilla. Cruzo su pie derecho hacía el otro lado de la barandilla y luego el otro. ¿Se tiraria al vacío? ¡No podía dejar que eso pasara!
-Alto! No podes hacer eso! -le grite agarrandole la capucha y tirandosela. Eso me dejo revelar su cara.
Lentamente se dio vuelta y bien sabía yo de quien se trataba.
-Hola Keti... -dijo él con una pequeña sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
Las vueltas de la vida
Teen FictionAmbos, muy distintos entre sí. Ella de Nueva York. Él de San Francisco. Ella 17. Él 20. Ella. La chica anti-actores. Él. El actor amado por todos. Ella. La tan amable, carismatica y simpática Bella Reyes. Él. El orgulloso y egoísta, Ethan Parker. Ad...