DIA 4
-¿qué hora es?-le pregunto Javier
-las 12:05 am-dijo mirando su reloj
-entonces ya estamos en nuestro Día 4-despues de un suspiro siguió-siento que el tiempo se va a pasar tan rápido-
-¡igual!-suspiro-sigamos haciendo cada instante inolvidable-
-¡hay que aprovecharlo! ¡Ven, vamos!-la tomo de la mano poniéndose de pie
-¿qué haremos ahora?-le pregunto caminando a su lado
-si vienes a Venecia…la ciudad de los canales…tienes que hacer un viaje en lancha-
-pero ya viajamos en lancha-
-pero era un taxi-rio-¡hablo de un viaje en lancha verdadero!-
-entiendo-rio-Entonces vamos-tomados de la mano ahora se dirigían por cualquier calle tan solo buscaban llegar a el Gran Canal. Cruzaron ahora el Puente de Rialto. Pero Melissa y camino rápido hasta la orilla del puente, algo le había llamado la atención
-¡Mira Javier, una boda!-dijo señalando una gran embarcación donde celebraban una boda. Javier se puso a su lado y la rodeo por la cintura. Ella respondió acercándose más. Observando poco a poco como se iba aquel festejo. Ella se sentó en la barda del puente con la ayuda inmediata de Javier.
-¡no me vayas a soltar Javier!-le dijo con algo de desconfianza al ver el canal bajo ella
-nunca lo haría-ella poco a poco fue aflojando su cuerpo hasta que perdió el miedo. Después de que tomo confianza, ahora él se sentaba a su lado. Melissa puso su mano encima de la de Javier. Hasta que el bote donde festejaban la boda desapareció de su vista.
-¿tienes planes de casarte?-le pregunto ella. Pero esa pregunta hizo que Javier fingiera una tos-¿estás bien?-le pregunto preocupada
-creo que me entro algo a la garganta pero no es nada no te preocupes-ahora sus nervios eran notables
-bueno contéstame, ¿Te gustaría casarte?-
-bueno…pues, ¡Sí! Claro, me encantaría hacerlo-
-¿cómo te gustaría que fuera?-le pregunto emocionada
-no lo sé…si me fuera a casar en estos instantes solo pediría que fuera con la mujer que me robe sonrisas siempre, que haga de un momento cualquiera el mas especial…-sonrió viendo hacia el canal-los invitados, regalos, adornos y vestido me dan igual-la miro y ahora el preguntaba-¿y tú, te quieres casar?-
-si-
-¿cómo te gustaría que fuera?-
-yo no quiero invitados ni regalos, quiero que solo sea él y yo…enfrente del padre. En un atardecer de algún campo en otoño-cerro sus ojos imaginando aquel lugar-¡pero bueno, eso es en un futuro muy lejano!-
-¡porque?-
-con mi trabajo es imposible que conozca a hombres para relacionarme de otra manera. Cuando he llegado a tener “novios” la relación dura muy poco…siempre terminan fastidiándose. Según porque no les doy tiempo-bufo
Javier pensó en su situación. Pasaba por lo mismo. Tenía novia pero solo la veía 1 vez cada dos meses. Pero claro no se lo iba a decir a Melissa.
-tal vez te dicen eso porque no te amaban…todavía no llega la persona indicada para ti-
-espero llegue pronto-dejo de mirarlo para volver su mirada a el Canal-quiero sentirme amada por un vez, ¡Aunque sea solo una vez!-
-cuando menos te lo imagines te sentirás amada-los dos se miraron sonriendo-bueno ya hay que subir a una lancha, vente, vamos-Javier se dio la vuelto y se puso de pie, ayudo a Melissa y caminaron hacia el otro lado del puente. En una zona había 3 botes esperando ser abordados. Llegaron a ellos y pidieron uno. Un joven con camisa de rayas negras los ayudo a subir a uno. Javier y Melissa se sentaron muy juntos pues el tamaño del bote se los pedía.
El bote empezó a andar. Era la imagen típica de Venecia. Dos enamorados navegando por el Canal Grande.
Javier abrazo a Melissa. Ella cómoda se recargo en su hombro.
-tal vez ahora te estás sintiendo amada y no te lo imaginas…-le dijo Javier susurrando a su oído. Ella volteo rápidamente a verlo, él con su sonrisa nerviosa. No pudo decirle nada simplemente una sonrisa con sus mejillas sonrojadas era lo que mostraba.
………………
-son las 3:00 am-dijo Melissa viendo su reloj mientras subía el elevador hacia el piso donde se encontraba su habitación
-¡hay que dormir!, ¡Necesito dormir!-dijo riendo
-¡mis pies me duelen!-dijo ella
-¿en serio?-dijo al abrirse el elevador
-¡No puedo caminar más!-el terminar de decir eso Javier aprovecho su distracción y la cargo, ella asustada grito pero después rio-¡Me voy a caer!-dijo riendo
-¿recuerdas lo que te dije en el puente? Nunca voy a soltarte-le dijo calmándola-así que como no puedes caminar te llevo hasta la habitación-Melissa acomodo sus brazos alrededor del cuello de Javier, mientras el sostenía sus piernas con un brazo y con el otro su espalda.
Melissa al llegar a la habitación saco las llaves de su bolsa, abrió la puerta fácilmente a pesar de estar aun sobre Javier y entraron. Él cerró la puerta con su pierna y camino hacia la cama aventándose junto a ella.
-estas pesado, ¿sabías?-le dijo riendo
-¡las hamburguesas están haciendo efecto!-dijo. Se paró un poco pues estaba encima de Melissa. Quedando justo a unos centímetros. Melissa lo miro sonriente un tanto nerviosa. Javier no pudo contenerse y le dio un beso rápido. Ella no tuvo tiempo de reaccionar quedando con sus ojos abiertos de la impresión. En cambio él se dio el lujo de cerrar sus ojos y sentir aquel beso.
Javier la miro después, ahora no mostraba aquella sonrisa…ahora analizaba los labios de ella.
-¡no se vale!-le dijo Melissa seria
-¿que no se vale?-
-¡me tomaste por sorpresa! y no pude disfrutar el beso…-sonrió coqueta. Con su mano en el cuello de Javier lo empujo a sus labios ahora el beso se podía disfrutar. La habitación obscura solo con la poca luz de la luna que entraba por la ventana. El beso empezaba a agarrar fuerza, ahora era más atrevido con cada movimiento. Javier empezó a desabrochar los botones de la camisa de Melissa hasta poder ver su piel. Besa lento su cuello haciendo caminos de besos hasta llegar a su pecho. Melissa disfrutaba de cada beso, y cada caricia que le daba Javier. Cuando él subió a su rostro se miraron de nuevo ahora sonrientes y agitados.
-puedes dormir conmigo-le dijo para después darle un beso fugaz en sus labios temblorosos. Javier sonrió. Se quitaron los zapatos y se acomodaron en la cama. Javier se acostó boca arriba con su pecho descubierto pues momentos antes entre besos se había quitado su prenda y Melissa acomodo su cabeza en el pecho de él, así quedando dormidos.