Es un buen libro

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Día  1

-llegamos amor-dijo Beatriz estacionando el auto. Javier bajo y ella le ayudo con la mochila, caminaron hasta la taquilla y Javier compro el ticket siendo su primer destino Londres.

-el tren sale en media hora-dijo Javier

-te voy a extrañar-le dio un beso en la mejilla

-te hablare-

-esperare la llamada-le dio otro beso. Se tomaron de la mano y caminaron hacia donde se encontraba un tren que en 10 minutos saldría. Había gente que corría para subir a aquel tren, otros se podían ver ya adentro sentados. Javier y Beatriz se sentaron en una banca y esperaron el tren que llevaría a Javier a Londres.

Pasaron los minutos y el tren anunciaba su salida. En otros minutos ya iba rumbo a su destino. Javier lo miro y se imagino ya como seria la experiencia. Estaba ansioso de sentirse libre.

A los 10 minutos llego otro tren, tren que ahora lo llevaría a él rumbo a sus mejores días.

-ese es tu tren-dijo Beatriz triste

-voy a subirme de una vez, luego se amontona la gente y me lastiman-se puso de pie y cargo la mochila

-te voy a extrañar-lo abrazo

-nos vemos pronto-

-¡me traes algo!-dijo sonriendo

-¡claro!-le dio un beso en sus labios-¡te amo!-le dijo

-¡yo también! ¡Disfruta!-Javier camino lentamente hacia la puerta de entrada y subió. Se sentó en el asiento correspondiente en su boleto y se acomodo. Por la ventanilla vio a su prometida y le dijo adiós con el movimiento de su mano. Ella hiso lo mismo. Los dos sonrieron y ella se fue.

Javier suspiro y sonrió. Se sentía como un niño a punto de subir a una montaña rusa por primera vez. Quiso empezar a relajarse así que subió su tobillo para descansarlo en el asiento de enfrente, no había nadie así que no molestaría. Cerró sus ojos y en cuestión de minutos quedo completamente dormido.

………………..

Caminaron hasta llegar a la taquilla. Melissa iba a comprar el ticket, pero aun no sabía  con que cuidad empezaría

-disculpe joven, ¿Cuál es el tren más próximo?-

-sale en 15 minutos rumbo a Londres-

-¡perfecto! Quiero un ticket-sonrió y pago

-¿y a donde iras?-le pregunto su amiga

-¡a Londres!-sonrió-pero córrele porque sale en 15 minutos-las dos corrieron hasta la estación entre risas

-¡sube rápido!-le dijo Emily dándole un beso en la mejilla

-¡vuelvo en 3 semanas!-le dijo sonriendo

-¡Diviértete!-le dijo adiós y subió al tren

Melissa busco su asiento. En el tren iba con poca gente, no tardaba en llenarse, así que no le fue difícil caminar entre el pasillo y buscar su asiento. Al encontrarlo vio que no viajaría sola, ahí estaba un hombre sentado, y por su cara estaba durmiendo tranquilamente. Melissa lo miro sin prestar mucha atención. Quiso cambiarse de asiento pero los más cercas iban ocupados, así que no hubo de otra tendría que aguantar tal vez los ronquidos de aquel hombre.

Se sentó y acomodo su mochila en el asiento de enfrente. Saco un libro que había empezado a leer pero nunca lo podía terminar. Y así empezaría el viaje. El tren salía de la estación Manchester Piccadilly rumbo a la estación Londres Euston.

20 minutos después de camino un hombre empezó a checar los boletos.

-su boleto señorita-dijo el hombre de un bigote delgado y canoso

-tome-dijo ella sonriente

-¡Disfrute el viaje!-le devolvió su boleto

-su boleto joven-dijo haciendo que Javier despertara

-¿cómo?-dijo medio dormido limpiándose los ojos

-¡su boleto!-dijo tratando de no reír

-¡oh si!-lo busco entre la bolsa de su pantalón-¡aquí esta!-dijo entregándolo

-¡bien, disfrute su viaje!-Javier sonrió y volvió a acomodarse en su asiento. Miro a la chica que estaba sentada a su lado. Ella volteo y sonrió. El hiso lo mismo. Pero algo especial sintió Javier, sintió un escalofrió al mirar aquellos ojos color miel. Rápido Melissa al sentir la mirada de Javier tan clavada en ella bajo de cabeza  y trato de leer. Javier volteo apenado hacia la ventanilla y sonrió entres sus dedos que movía por su barbilla.

Pasaron unos minutos más, los dos evitaban verse, aunque Melissa  lo hacía de reojo.  Decidió cerrar su libro y recargo su cabeza al asiento.  Javier lo noto y voltio a verla, tal vez era el momento de romper el hielo con su compañera de asiento durante las siguientes 2 horas y 30 minutos aproximadamente.

-¡es un buen libro!-dijo señalando el libro de ella

-si-dijo mirándolo un poco-¿lo has leído?-pregunto pensando que solo era una manera de hablar con ella

-si-dijo sonriendo

-haber…dime una frase que ye haya gustado-sonrió retándolo con la mirada

-mmm…deja recordar…-cerro sus ojos unos segundos y los abrió para empezar a hablar “Cada vez que conoces a alguien tu vida cambia y, tanto si te gusta como si no, nosotros nos hemos encontrado, yo he entrado en tu vida y tú en la mía”-

-¡wow!-dijo impresionada

-¿pensaste que no lo había leído!?-dijo divertido

-la verdad si-rio

-ahora tú dime una frase-

-pero aun no termino de leerlo-

-bueno de lo que has leído hasta ahora!-

-ok…-miro hacia riba y tomo un suspiro. Voltio a verlo y empezó-“Te miraría millones de veces sin aprenderte nunca de memoria”-los dos se miraron con una sonrisa, Melissa ahora sentía su corazón latir tan rápido. Era tanto lo que los ojos de Javier habían logrado en ella que no quería dejar de mirarlo.

-¡Javier Mendoza!-dijo sonriendo

-Melissa Duque!-sonrió y se saludaron de mano.

La mano de Melissa era tan delicada, que así la trato Javier, con delicadeza. La mano era más chica que la de él así que Javier podía tocarla por completo. 

Con Destino a Loire ValleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora