Canción recomendada: Ink
Corro a la puerta donde tenía que estar el avión, para darme cuenta de que ya no hay nada. Si, se fue. Y también mi futuro.
Para darme a entender mejor: Sin ese avión, no podré ir a Barcelona. Ahorre por años (tres, especificamente) para esto y no puedo, literalmente no puedo esperar otros tres años para esto. En esos años, mis padres no me aceptarían en casa (bueno, si lo harían, sin embargo echaría a los ideales de mi independencia y con ello cualquier otra posibilidad de viajar, -lo cual era mi vida básicamente-), a menos que me mudara, lo cual les dolería más. Así que aunque tuviera la opción de mudarme a casa de un amigo o algo- oportunidad que de por si no tengo-, no podría hacerlo.
Calma, calma, mira: puedes ser música callejera, tocas perfecto el violín, además, podrias vivir en... eh. En... un hostal. No todo está perdido, Cor. Todo estará bien, Cor...
A quien engaño, lo perdí todo. Nada estará bien. Lo arruine.
Cuando menos me doy cuenta, ya tengo los ojos llorosos. No tengo nada, no puedo hacer nada. Genial, el mejor día de mi vida: parada en medio del aeropuerto, con el pase de abordar en la mano, mirando a la puerta del avión que se debió ir hace.. Dos horas?, si, dos horas., y lo mejor: a punto de llorar. Un aeropuerto: el lugar perfecto para llorar, Cor, en frente de cientos y cientos de personas. Demasiado privado.
Mi sarcasmo no ayuda y menos si lo uso para lastimarme. Mientras me reprendo a mí misma haciéndome sentir peor de lo que ya estoy, estoy tan concentrada en mi misma que ni siquiera escucho a alguien que me está hablando
-Hey!!- al principio dude si me hablaban a mi, habia cientos de personas en el aeropuerto- La de la maleta azul!!- Hm, no lo sé. Oigo que alguien se está acercando a donde estoy, pero sigo sin saber si -de entre tantas personas con maletas azules en el aeropuerto- se dirigen a mi- Lentes con marco rosado!!- Sip, no hay dudas.
Me vuelvo, y me doy cuenta de que un hombre de unos 30 años de edad, rubio, alto, -si muy alto
Y ...a esta distancia no lo logró ver con claridad, pero diría que tiene ojos azules.Espera, ¿por qué me importaría el color de sus ojos?
Y, lo más normal de ese hombre rubio-alto-y probablemente de ojos azules, es que sostiene mi dona glaseada en la mano derecha.
Mientras todo esto pasaba, recordé que mis ilusiones habían muerto hace unos minutos, y volviendo a la realidad, me talle los ojos para ocultar cualquier rastro de lagrimas.
En unos segundos, y sin darme tiempo de calmarme un poco, el hombre ya estaba en frente de mi. Su estatura de 1.86- aproximadamente- contra la mía, de mas o menos 1.60, era ciertamente intimidante.
-Eh, creo que olvidaste esto en la sala de espera- dijo recuperando el aliento, y sonriendo.
-Ah! Claro, gracias- dije tomando la dona glaseada, con una sonrisa-que -por la expresión que puso el hombre-, no le había parecido muy real.
-Espera, pasa algo?
Estaba algo ensimismada pensando en todo tipo de cosas- y con sueño, además- , que apenas escuche lo que dijo
-Ah? Que? Perdón
-No, no, nada, es solo que- hizo una pequeña pausa- luces un poco preocupada
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Vuelo 42
FanfictionCor no es como cualquier chica de 21 años. Mentira, si lo es. Le gusta viajar, el color azul, las donas glaseadas de los aeropuertos, viajar, la música, tocar violin, viajar, contradecir a la moda, reírse de sus chistes malos, ah, y viajar. Hoy es e...