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SEBASTIAN STAN
-¡Vamos Ana, no seas así!.- te dijo Sebastian haciendo un puchero.
-No Sebastian, sabías que ese chico me gustaba y tú me haces quedar como tonta.- seguiste caminando sin esperarlo.
-Solo te estaba dando un empujón.- sonrió burlón.
-¿Poner al chico enfrente de mí y decirle que me gusta y lo espió en la escuela te parece darme un "empujón"?.- le dijiste enojada mientras hacías comillas con los dedos al haber dicho "empujón".
-¿Perdóname si?.- te dijo nuevamente.
Lo ignoraste.
-¿Quién te quiere Ana?.- dijo mientras te detenía, se tapaba los ojos y te sonreía como bobo, para luego abrirlos y encontrarte sonriendo.- Es que me pondría muy celoso si tuvieras novio, yo soy tu mejor amigo y no me gustaría que me olvidaras.
-Pero estuvo mal lo que hiciste.- volteaste a verlo, pero él estaba viendo algo detrás de ti.
Seguiste su mirada y te encontraste con una tienda de cómics, tú mirada se iluminó y Sebastian lo notó.
-¡Ven!.- te jaló hasta la tienda.- Escoge lo que quieras yo invito.- te susurró en el oído.
Y corriste como niña pequeña por toda la tienda.
...
-Y estoy perdonado dulce Ana?.- te preguntó inocentemente.
-Si, además, ¿¡qué chico me compraría una colección de cómics completa!?.- gritaste emocionada.- Te quiero mucho y que no se te olvide que tú siempre vas a estar por encima de los novios que tenga.
-También te quiero Ana y eso espero.- te dijo seriamente al abrazarte.
