Capítulo quince

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Narrador Omnisciente

Los chicos del primer grupo; Bethany, Sky, Jason, Matt y Abraham, no pasaban por alto el hecho de que, a pesar de ese montón de maniáticos de los que tuvieron que huir, hasta ahora las cosas les habían resultado bien, y eso era demasiado extraño. Habían cumplido su objetivo al buscar a Joey y hacerle entrar en razón, -aunque aún le esperaba un castigo por haber roto las reglas- y ahora estaban en camino al campamento, lugar donde se encontrarían con el otro grupo del que hasta ahora no sabían nada. Se supone que se comunicarían mediante un Walkie-Talkie que poseía Abraham pero entre tanta lucha quedó destrozado. Así que mientras Amy conducía a una velocidad exasperante, (el impacto contra la pared trajo sus consecuencias), sólo les quedaba esperar y rezar por que todo también les hubiese salido como lo planeado a ellos y tengan a Ethan y Rocío sanos y salvos.

—Hey chicos, basta ya de este suspenso teatral, seguro que aquellos están de lo más felices comiendo unos bizcochos mientras hunden los pies en agua caliente y se masajean los hombros los unos a los otros y nosotros aquí, muriendo de un ataque de nervios. —Dijo Matt con un intento de sonrisa despreocupada en el rostro. La verdad es que no podía parar de pensar en su amiga Alice pero todo esa tensión tampoco era buena. 

—¿Dices entonces que somos dramáticos? ¡Tenemos todo el derecho del mundo a mortificarnos! Hemos pasado por demasiado todo este tiempo para saber que el silencio no se debe a cosas buenas, Matt. —Le espetó Abraham a la cara, con todos los músculos tensos y lleno de rabia. Algo había pasado, nadie le iba a sacar eso de la mente. —Pero claro, para ti todo está bien mientras tengas agarrado a Jason de la mano.

—Mirando a la chica que duerme en tu regazo me pregunto, ¿en donde demonios dejaste tu moral? Imbécil —Replico Jason, con una mirada que gritaba "No me provoques, podría hablar más de la cuenta". Bethany se removió aún dormida entre las piernas del chico y una pizca de culpa se instaló en su estómago.

—¡Por amor a Dios, paren ya! —gritó Sky, cansada tanto física como mentalmente. Había sido un día ajetreado y esto era el colmo— Está bien que nos preocupemos por nuestros amigos, es totalmente comprensible pero, ¿hasta el punto de atacarnos? Dejenme decirles que ni una cosa ni la otra nos servirá para saber de ellos o llegar más rápido.

Amy cayo en un bache enorme, ocasionando que todos dieran un brinco y se golpearan en la cabeza. Au, eso dolió. La voz automática del vehículo no tardó en hacerse presente:

—Por cierto, eso fue a propósito.

Una hora más tarde, ya estaban de vuelta al campamento. Los entrenadores esperaban pacientes en la entrada, aunque de lejos se les notaba en la cara la misma angustia que traían ellos en su interior. Eso sólo podía significar algo y definitivamente no era bueno. Jake, el mentor de Alice, fue a hacerle unos ajustes a Amy para que volviera a andar como nueva  y el resto comenzaron enseguida con las preguntas.

—Tampoco saben nada de ellos, ¿cierto? —preguntó Bethany con voz de lamento. Marcos, su mentor, negó con la cabeza y los obligó a sentarse en unos troncos que había por ahí.

—Amy nos dijo sobre el ataque que sufrieron en la búsqueda de Joey y eso confirma nuestras sospechas, no del todo, pero ya tenemos una idea a lo que nos enfrentamos.

Sky resopló y se cruzó de brazos en forma de enojo:

—Y bien, ¿pueden terminar de soltar todo lo que tengan que decir de una vez?

Doce Elegidos #CMLEAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora