Dragon Ball Z: Entre Universos.

Capítulo 5: Mundo Oscuro.

Athena salio del Templo de Luna. Su hermana le había dicho que sólo Cronos podía enviarla a el séptimo universo y traerla de vuelta, sin embargo para poder ir hasta el era necesario llegar a la parte más profunda del tártaro, que a su vez estaba bajo la vigilancia de Hades en el inframundo. La diosa sabía que si lograba llegar hasta Cronos habrían de pasar más de tres días y ese universo ya no existiría por lo que todo sería en vano.

-Athena, ¿en que estas pensando?- Aioria había esperado pacientemente a las afuera de la sala del trono de Artemisa. El caballero dorado de Leo era consciente en parte de lo que estaba sucediendo, aunque Athena aún no le decía sobre lo que había conversado con su hermana.

- ¿Qué puedo hacer para llegar a ese universo?- Athena pensó en voz alta y luego se detuvo para mirar a Aioria que parecía algo confundido.

-Diosa Athena.-Comienza a decir.- No debe sentirse culpable por lo que esta pasando.- Athena se sorprende por el comentario de Aioria.- Usted siempre ha luchado con todas su fuerzas, y en aquella guerra estoy seguro que hizo lo mismo, por lo que no debe culparse.

-Aunque digas eso Aioria, siento que si hubiera acabado con Seth de seguro el no habría huido por...-Athena quedó en silencio por un momento. Había olvidado por completo aquel pequeño pero importante detalle.- ¡El dios Seth logró viajar de un universo al otro sin consultar a Cronos!

- ¿Acaso está pensando en...?- La mirada de la diosa confirmó el pensamiento de Aioria; Athena se vistió con su armadura y con Niké abrio un portal.- Sólo le diré diosa Athena, que la arena y yo no nos llevamos muy bien.

Athena observó divertida a Aioria que parecía detestar la idea que ella había tenido. Seth, cuando huyó utilizó una especie de portal egipcio que le permitió ir al séptimo universo. Si ella lograba convencer a los dioses egipcios de que le permitieran usarlo, podría detener a Seth antes de que los dioses griegos destruyeran a aquel universo.

...

En el templo de la Oscuridad, el dios Seth había llamado a Black. Ya era hora de enviarlo a la Tierra a que se auto-proclamara el nuevo dios de la destrucción.

-Black, antes de que vayas debes de saber una cosa.- Seth estaba sentado en su trono. Había destruido el cetro de Whis a  excepción de la piedra de este, Seth le había explicado que el poder para viajar por el espacio estaba dentro de esa piedra, su plan era drenar ese poder y trasladarlo su báculo.

-¿Qué cosa?- Black miró a el dios que volvió a usar su forma humana por un instante, eso en parte le tranquilizó, su anterior forma en armadura le resultaba espeluznante. Llevaba una capa que ocultaba parte de su cara y envolvía todo su cuerpo. En aquella forma no inspiraba tanto temor como con su verdadera apariencia, pero su voz ciertamente tenía algo que podría matar de un ataque cardíaco a una anciana con tan sólo escucharla.

-Es necesario que pelees con Bills usando solo tu Ki. De esta forma los demás dioses de los otros universos te reconocerán como uno, si usas el cosmos que te he dado te llamaran cobarde. Eso no sería un buen comienzo, para un dios.- Seth observa como Black lo piensa por un momento y se quita el brazalete; al hacerlo Black nota una marca en su muñeca, algo parecido a un circulo incompleto.- No debes preocuparte por eso, es una marca que queda después de usar el brazalete, se quitará pronto.- Dice Seth tratando de evitar sospechas.

- ¡Matare a Bills y sere el nuevo dios de la destrucción!- Black eleva su Ki.- Y no necesito ese cosmos tuyo para lograrlo.- Dice y se teletransporta a la Tierra. 

- Ese sujeto es tan tonto...- Seth comienza a reírse.- Muy pronto todo su Ki sera drenado por esa marca en su muñeca y me pertenecerá. Con el Ki y el cosmos bajo mi control sere el ser mas poderoso de todos los universos. ¡Sebak!- Un sirviente del dios Seth apareció entre las sombras.