Doomed 1

Capitulo 7 "En momentos como estos, el silencio vale oro"

La noticia de la muerte de la familia Larson fue el tema central de todos los medios de comunicación de East Great Fall, desde los encabezados de los periódicos hasta la primera noticia anunciada en todos los noticieros.

Andrea y Morgan desayunaban sentados en la barra de la cocina, mientras la noticia titulada "Familia Asesinada en los Suburbios", era transmitida.

- Que horrible, ¿no crees? - hablo él, Andrea asintió con la boca llena de cereal para evitar dar una respuesta a eso y solo emitió un sonido afirmativo con la garganta.

- Mh-mh -

- ¿Qué razón podría tener ese sujeto para matar a una familia de ese modo? -

Andrea trago antes de responderle.

- Tal vez lo hace sin pensar, ya sabes, como que escoge a sus víctimas al azar -

Morgan entrecerró los ojos, considerando lo que ella decía.

- Supongo que tienes razón, aunque en cierto modo pienso que el karma hizo que Megan recibiera lo que se merecía por todo lo que te hizo -

- ¡Morgan! - exclamo la señora Amowitz que se acercaba a ellos luego de bajar la escalera, miraba a su hijo con un severo ceño fruncido - No hables así, ten un poco de respeto -

- Claro, lo siento - bajo la mirada - Sera mejor que nos vayamos, Andy, no sabemos con lo que nos encontraremos en la escuela -

- Tal vez hagan alguna ceremonia, suspendan las clases o algo parecido - sugirió Andrea mientras tomaba su mochila del suelo e iba a dejar su plato vacío al fregadero - Gracias por el desayuno, señora Amowitz - la mujer le sonrió.

- No es nada, linda, y por favor, deja de llamarme señora, solo dime Margarette -

- Muy bien - le devolvió la cálida sonrisa - Iré a lavarme los dientes, bajo en un segundo - y salto escalera arriba rebosante de alegría.

Desde que había despertado no dejaba de sonreír, ese día parecía ser el más soleado que hubiese visto jamás, había esperado levantarse con una sensación de pesadez en el interior, creyó que la culpa estaría comiéndosela viva, pero se equivocó, no sentía nada de arrepentimiento ni pudor, era como si no hubiese hecho nada y que alguien más hubiera matado a Megan y a su familia en lugar de haberlo hecho ella con la ayuda de Jeff.

Lo único que sentía era un peso menos, algo de lo que ya no tenía que preocuparse nunca más; Jeff no se había equivocado, luego de esa primera venganza, pensaba en que nunca se había sentido mejor.

Llegaron a la escuela en cuestión de minutos, el lugar carecía del ambiente de felicidad de siempre, lleno de bromas estúpidas y ruidosas risas adolescentes inundando el aire de los pasillos, esta vez no. La mayoría de la gente iban vestidos de negro y caminaban con las cabezas agachadas. Andrea se contenía de rodar los ojos. Como si Megan hubiese sido alguien tan importante para todos, aunque ciertamente no había forma de saber si ella era la única molestada por Megan y sus amigas. Hablando de eso... ¿Dónde estaban ellas?

Trato de estirar disimuladamente el cuello por sobre las personas que caminaban delante y detrás de ella, pero no las vio.

- Hey, Andy - la llamo Morgan - Mi siguiente clase es del otro lado de la escuela y empieza en cinco minutos, ¿te importa si te dejo sola? -

- No, claro que no - ella negó con la cabeza restándole importancia al asunto - Adelante, no te preocupes -

- Genial, te veré más tarde -

- Adiós. se despidió del él con la mano y después lo vio salir corriendo para no llegar tarde a su clase.

Llego a su casillero y mientas cambiaba de libros pudo escuchar a lo lejos unos sollozos fuertes y exagerados, y enseguida supo de quien eran. Volteo en esa dirección para encontrarse a Bianca y Meredith recargadas en los casilleros compartiendo su dolor, alrededor de ellas había un medio circulo de chicos y chicas que expresaban sus condolencias hacia su perdida, seguramente sintiéndose afortunados por hablarle a las chicas populares por primera vez en sus miserables vidas faltantes de atención.