Llevaron sus dos maletas al auto de policía y una vez que Andrea y los detectives subieron, emprendieron el camino hacia la estación. Ahí la llevaron a la sala de interrogatorios por la que ya había pasado varias veces y comenzaron con las preguntas.
- ¿Dónde estuviste la mañana de ayer entre las siete y las ocho? -
- De camino a la escuela - respondió ella con cansancio.
- Pues Mathew y Margarette nos dijeron otra cosa - recriminó el detective Brown, Miller asintió apoyándolo.
- Dijeron que habías ido con Morgan a casa de Emily -
- No, no - negó con la cabeza - Él fue a casa de Emily, yo fui a la escuela -
- ¿Tienes testigos de eso? -
- Mis profesores - encogió los hombros - Pasan lista cada día, pregunteles a ellos - Miller y Brown se miraron.
- Bien... - Miller se inclinó hacia atrás en la silla -¿Y...? -
- ¿Por qué demonios siguen esta tontería conmigo? - replicó ella - ¿No tienen algún otro sospechoso? ¿A caso soy la única persona en toda la ciudad? - fingió alterarse y ofenderse - Ya les he dicho que el verdadero asesino sigue ahí, burlándose de ustedes mientras pierden el tiempo aquí ¿Realmente creen que yo podría hacerle algo así a Morgan o a los Amowitz que han sido tan buenos conmigo? -
Ambos policías se miraron casi avergonzados.
- Supongo que tienes razón - el detective Miller suspiró y vio a su compañero - Te llevaremos a casa y después irémos a hablar con tus profesores -
Un gran alivio la inundó, realmente había esperado que la retuvieran más con alguna otra cosa o le preguntaran por Emily. Se preguntó a quién habrían interrogado para el caso de Emily.
Pasarón frente a la casa de los Amowitz, aún había algunas personas esparcidas por el jardín. El auto se detuvo unos metros más adelante, frente a la casa de sus padres.
- Los Amowitz nos comentaron que ahora te quedaras aquí, así que... - le entregaron una bolsa de plástico con algunas cosas dentro, papeles en su mayoría - Ahí están las llaves de la casa, algunas tarjetas de crédito y las escrituras de la casa, todo lo que tus padres dejaron a tu nombre en su testamento -
- Y... - habló Brown un poco incómodo - Ya limpiaron todo adentro -
Andrea asintió.
- Gracias por todo -
Sin decir más, bajó del auto y se introdujo en el jardín, que antes había sido un césped verde y vivo, ahora estaba seco y amarillo.
Vio la casa como si no se tratara de la suya, ya no la sentía como la suya. Sacó las llaves de la bolsa y abrió.
El silencio la recibió, el sol de la tarde se colaba por la ventana y sin avisar, una oleada de tristeza la invadió haciendo que un sollozo potente cortara la quietud.
Se sentó en el suelo con las rodillas flexionadas, las abrazó contra su pecho y lloró, por primera vez en meses.
Su cuarto estaba tal y como lo había dejado antes de irse con Jeff, no había cambiado nada, no habían movido nada. Ya había anochecido y el silencio persistía, no quería hacer ruido, no tenía ganas de hacerlo. Solo se había duchado y había echo parte de la tarea para luego quedarse acostada en la cama mirando al techo con una mano apoyada en el estómago y la otra en la frente, sin saber que hacer.
Alguien tocó la puerta.
Desconcertada bajó a abrir.
- ¿Qué haces aquí?
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Doomed 1
Mistério / Suspense'' - No vas a decir lo contrario - la puso contra la pared y la acorraló con sus brazos, tan cerca de su rostro que podía sentir su cálido aliento sobre los pómulos - Yo te vi entrando a la escuela, eres una marginada, sin amigos, nadie se molesta e...