Capitulo 17: "Sé Que He Doblegado Y Roto Todas Mis Promesas"

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Dylan se revolvió en la cama una y otra vez y miro por enésima vez el reloj de su mesa de noche, los números verdes brillantes resaltaban en medio de la oscuridad marcando las 12:41 pm.

Miro al techo una vez más, se paso las manos por la cara y por ultimo, susurro una maldición. Estaba cansado, su cuerpo le exigía a gritos que durmiera un poco, pero sencillamente no podía hacerlo, desde que Bianca había recibido esa amenaza en su ventana él se había sentido tenso y nervioso, sentía que lo miraban en todo momento, y justo por las noches era cuando ese sentimiento crecía. Se sentía como un niño pequeño asustado de que hubiera monstruos debajo de su cama, era patético, pero después de todo su miedo era justificado por el hecho de que esto fuera más real que solo monstruos, este era un asesino que estaba casi seguro de que en algún momento lo encontraría y lo mataría.

Volteo hacia su ventana, entre sus cortina, una pequeña rendija dejaba que un vago rayo de la luz de la calle entrara y terminara justo sobre sus ojos. Harto de solo dar vueltas y no dormir, se levanto y encendió la lampara del escritorio, luego volvió a sentarse en la cama de frente a la ventana.

Pensó que seguramente se vería igual que Bianca cuando se presento a la escuela después de que pasara lo de el mensaje en su ventana, jamás la había visto así, pálida, con ojeras, los ojos carentes de brillo y llenos de cansancio, temblaba cada vez que alguien la tocaba. Era claro que estaba aterrada de el hecho de que el asesino que quería matarla supiera donde vive, lo peor de todo era no saber cuando vendría.

Por lo tanto no podía estar equivocado al pensar que también iba detrás de él, fuera quien fuera el asesino, también iba a deshacerse de él.

A veces seguía pensando que Andrea James tenia algo que ver con todos esos homicidios, después de todo, ellos eran como sus peores enemigos por pasar años molestándola, también era por eso por lo que estaba preocupado.

El silencio de la casa por las noches lo volvía loco, pero tenia miedo de salir de su habitación, tenia miedo de ir a la calle, de dormir, las manos le temblaban por la cantidad de café que había tomado para tratar de calmar la ansiedad, pero eso solo lo había terminado empeorando.

Agacho la cabeza y sobo su cuello tenso.

Un sonido lo hizo levantar la cabeza tan bruscamente que le dolió, eran pequeños golpeas, casi imperceptibles. Se levanto con las rodillas temblorosas del miedo y con una mano titubeante aparto la cortina , los leves golpes continuaban erizándole la piel, abrió la ventana y una piedrita le golpeo la mejilla, después escucho una carcajada, al bajar la vista vio Billy.

- ¿Qué carajo haces aquí? - reclamo Dylan molesto - Casi me cago en los pantalones por tu culpa -

- La princesa Dylan tiene miedo de que el asesino venga por él - restregó sus puños en sus ojos como si llorara y después volvió a soltar risas que ciertamente molestaron mas a Dylan.

- ¿Qué quieres? - pregunto Dylan molesto - ¿Para qué viniste? -

- Estoy aburrido - replico Billy abriendo los brazos - Sal, vamos a algún club de desnudistas o lo que sea -

- Hermano, no tengo ganas - el muchacho se restregó la frente detrás de la cual se estaba originando un dolor punzante.

- ¡Oh, vamos! No seas aburrido, Strong - exclamo.

- Hay un asesino suelto por ahí dispuesto a matarnos, ¿cómo puedes estar tan tranquilo? -

- Yo no me preocupo por un insignificante tipo con un cuchillo, si algún día viene por mi... - golpeo su mano con el puño cerrado tratando de parecer amenazador -, le daré una cuantas patadas en el trasero -

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