NOTA: Yo recomendaria poner la musica cuando vean que dice >>sueño<< ya que le da un toque un poco mas triste ( que es la reacción que quiero lograr) bueno sin mas espero y puedan disfrutar de esta nueva historia.
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--ZERO--
De nuevo me encontraba en mi habitación, meciendome de atras hacia adelante, en sincronia. Mis manos tapaban mis oidos, trataba de que no se escuchara mas esa maldita canción, esa voz que llevaba sonando desde que kuran yuuki y kuran kaname se habian marchado de la academia, junto a sus sequitos...Desde hace 6 meses.
- Basta - dije en un susurro - Callense, basta, callate, callate, callate - repetia una y otra vez con dolor en mi garganta.
Desde que yuuki se habia ido, deje de hablar mucho, mi voz ya no salia y mi cabello estaba hasta mi cintura. La luz del sol ya ni la recordaba, mi habitación estaba completamente hecha un desastre y ya nisiquiera salia a comer. Me tire al suelo en un intento de que esa voz se callara.
- Callate ya...¡CALLATE! - grite en desesperación.
- ¡ZERO! ¡¿ESTAS BIEN?! - grito del otro lado yagari - ¡ZERO, ABRE LA MALDITA PUERTA! - dijo mientras golpeaba la puerta, tratando de abrirla o de perdida derribarla.
- No, dejenme vayanse, no mas - susurraba como si la dueña de la voz estuviera conmigo - ¡VAYASE YAGARI-SENSEI! - mis gritos eran tan desgarradores, por la falta de hablar, era como si mi voz estuviera quebrada o si algo impidiera que emitiera bien el grito.
No escuche que siguieran insistiendo en abrir la puerta...Estaba solo de nuevo...Bueno solo con esta maldita voz que cantaba en mi cabeza.
Deje de insistir en que la voz se detuviera y fui quedandome dormido, para volver a ese sueño que era tan repetible.
>> SUEÑO <<
Era lo mismo de siempre.
Me encontraba en una gran mansión y estaba acompañado de una niña de cabello plateado, su piel era igual de blanca que la mia. por la forma en que caia su cabello podia deducir que estaba atado a dos coletas. Por alguna extraña razón nunca podia ver su cara bien, solo podia apreciar de su nariz respingona hacia abajo, no sabia de que color eran sus ojos, o que tan largas eran sus pestañas.
- Onii-chan nunca me dejaras ¿verdad? - preguntaba con su suave voz.
- Nunca - respondi. No podia manejar mi vocabulario, era como si esto ya hubiera pasado, pero no podia ser ya que jamas tuve una hermana.
- Que bueno, ya que tu y yo juntos formamos a un solo ser, o eso es lo que a dicho mamá y papá - explico mientras giraba en el gran salón sobre sus talones, sus largos cabellos daban vueltas juntos a sus movimientos, su vestido victoriano morado oscuro, con negro en los border de abajo, con una cadena dorada y un circulo azul que sostenia la cadena y que estaba pegado al vestido, su moño morado que iba de lado y sus mangas negras con bordado blancos y un liston rojo, giraban de igual manera elevandose de una muy linda manera, como si estuviera bailando - Onii-chan ¿Bailamos? - yo solo asenti, mientras ella se acercaba a mi y ponia su manita derecha sobre mi hombro izquierdo y con su manita izquierda sostenia mi mano derecha, comenzando asi un baile entre los dos, sin musica, sin nadie que nos molestara o quebrara ese hermoso momento.
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Mi otra mitad
RandomDespues de la partida de los hermanos/prometidos kuran, zero quedo solo. Por las noches al dormir, sueños tenia, podia divisar a una niña de cabellos plateados, piel blanca, que gritaba "Onii-chan". El alarmado estaba pues no recordaba ninguna herma...