El Caso de los personajes perdidos

Y EL TITIRITERO ES...

-Vamos Pepe cálmate, no va a pasarla nada.-decía Rex tratando de calmar a Pepe, al que habían tenido que sentar y esposar a una silla.

-Sí, no la va a pasar nada, Rex la recatara.-dijo Sadie convencida y Rex la amenazó con la mirada mientras Pepe murmuraba desolado. Sadie nunca había visto así a su jefe, tan roto y desolado.

-Sí, seguro que se nos ocurre algo.-dijo no muy convencido.

-Ya... Seguro que se os ocurre algo...-dijo Pepe destrozado.

-Venga hombre, tú siempre tienes un plan.-dijo Sadie arrodillándose a su lado. Pepe permaneció en silencio mientras Rex se rascaba la cabeza.

-Este tipo es un profesional, sea lo que sea que hagamos, debemos hacerlo bien, y en menos de un hora.-dijo pensativo y Pepe trató de calmarse.

-Vale... Un plan...-dijo cerrando los ojos.-Pensemos en lo que debemos hacer. Rescatar a Patricia y al niño y detener al titiritero antes de que mande a alguien más a por nosotros.-recopiló y los otros dos asintieron de acuerdo.-Pero según los rescate y quiera ir a por él enviará a otro. Debo hacer las dos cosas rápido.

-Pero no puedes hacer las dos cosas a la vez, no puedes estar en dos sitios al mismo tiempo.-dijo Sadie y Pepe abrió los ojos inspirado.

-A no ser que si pueda.-dijo y Rex y Sadie le miraron sin comprender.-Llama a Raquel, y dile a los veinte que vengan a comisaría, volando. Tengo una idea.-dijo con el rostro iluminado de nuevo.-Y pídele a Raquel que traiga su set de disfraces, voy a necesitar de toda su maestría.-dijo y empezó a medir a Rex con la mirada, que lo miró desconfiado.

-Esto no me gusta...-dijo Rex mientras Pepe se levantaba tras haberse quitado las esposas.

-¿Cómo has hecho eso?-preguntó Sadie mientras llamaba a Iron Man.

-Secreto profesional.-dijo como si nada y cogió su móvil para llamar a Raquel.

∑∞∑

-Esto no va a salir bien...-dijo Rex calándose el sombrero para que no se notase que no era Pepe. Se habían intercambiado la ropa y Raquel los había maquillado para parecerse mutuamente, pero aún así Rex seguía colándose el sombrero por si acaso. Llevaba un cuaderno y una carpeta iguales que los de Pepe, además de contar con los Vengadores y la Liga de la Justicia como refuerzos aunque eso tampoco le daba mucha confianza. "Tendría que haberme metido a médico como decía mi padre." Se dijo así mis mientras cruzaba la carretera para llegar a la fábrica. "Más le vale cumplir su parte." Pensó enfadado, pero luego recordó que estaban Patricia y un niño en juego. "Esto me pasa por ser amigo de un imán de problemas." Pensó sacudiendo la cabeza al llegar a la fábrica. "Allá vamos, deseadme suerte." Pensó y tras mirar a los lados saltó la valla sin mucha dificultad.

∑∞∑

Mientras tanto, en un lujoso hotel de Móstoles; una familia adinerada discutía sobre el extraño testamento que había dejado el recientemente muerto líder de la familia. Un testamento que solo se ejecutaría y leería una semana y media después de su muerte, dejándolos en vilo sobre cómo se repartiría su imperio de higiene.

El abogado trataba de calmar a todos los miembros sin mucho éxito, insistiendo en respetar la última voluntad del muerto.

-¡Por favor, mantengan la calma! No sé por qué el señor Rúnez ha hecho esto, pero debemos respetarlo.-decía pero nadie parecía escucharle.

-¡Es usted el que se burla de la memoria de mi padre, negándonos el acceso a su testamento!-le gritaba el único hijo del difunto furioso apoyado en la mesa tras la que se escondía el abogado.