Capítulo sesenta & tres

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- Claro que no. – mintió. En ese momento vio un ángel, no, una princesa. No, su _____________ más hermosa que nunca, con un nuevo cambio entrando por la gran puerta del gimnasio llevándose la mirada de todos los presentes allí. Dejándolos con la boca abierta de la impresión. Dejando hasta a Katelyn, con la boca abierta. - ___..._________. – tartamudea encantado viendo a su princesa. Había llegado. Y se veía más hermosa que nunca.

- ¿Quién es ella? – murmura un chica detrás de él. Que estaba igual que todos, totalmente encantado.

_____________ comienza a descender las escaleras al igual que una princesa. Sonriente. Había logrado lo que quería, que la admiraran, que supieran que ella era completamente hermosa.

Kendall sabía que era _____________. Pero estaba tan cambiada que casi no lo reconoció. Y el cambio le gustaba. Estaba peinada de una forma diferente, con el cabello más corto y oscuro. Estaba maquillada, ligeramente, natural. Ese vestido color blanco, resaltaba lo mejor de ella.

Le había encantado el cambio. Jamás se lo habría imaginado.

_______________ camino hacía él, con un brillo especial en los ojos. Aunque se veía segura, por dentro, estaba completamente nerviosa. Pudo notar, que Katelyn se encontraba detrás de Kendall. Mirándola. Como nunca se lo hubiera imaginado. Con envidia. Celos, odio y rencor. Pero nada de eso le interesaba. Solo su novio.

- Hola. – sonrió Kendall, tomándole la mano a su hermosa novia. – estas completamente…perfecta, me has dejado sin palabras. – __________ sonrió. – me ha encantado el cambio. Te ves preciosa. – Kendall la tomo de la cintura, acercándola a él. Quedando a escasos centímetros. Tomando un mechón de la castaña melena entre sus dedos. Con la mirada de todos. Sobre ellos.

- Gracias. – murmuró. Mirando a su novio a los ojos. Katelyn resopla, saliendo de esa cursi escena completamente enojada.

Esto sólo había aumentado el odio por la chica. Convirtiendo la venganza en algo personal – lo cual siempre lo había sido – ahora sí, que la haría sufrir. Esto sólo había sido, la gota que derramo el vaso.

"¿Es ella? ¿Patito?" "Es hermosa" "Tuvo que haber pagado una costosa operación" "Se ve bien, sabía que siempre había sido así. Ame el cambio." Comentarios como estos se escuchaban en todo el salón de baile. Algunos contentos, orgullosos, envidiosos. Hasta algunos habían quedado flechados con la hermosa morena que había aparecido. Pero ella, ya tenía dueño. Y lo amaba con toda su alma y corazón.

- Pensé que no llegarías.

- Pues, era un plan. Hacerte creer que no vendría para sorprenderlos. – susurro ___________. La música había comenzado a sonar. Una hermosa balada sonaba de fondo.

- Bien que me habías hecho sufrir. – sonrió de lado. Pronto aparecería Carlos y le diría que había ganado la apuesta. Katelyn tenía razón. Luego de que la apuesta terminará él debía terminar con __________. Porque si no lo hacía. Era signo de que estaba enamorado ¡Y lo estaba! Porque le era tan difícil reconocerlo. El auto le importaba, pero amaba a ___________. Era ahora o nunca. Debía elegir, entre ________ o Claire. Pero quizás, era demasiado tarde.

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'Patito Feo' (Kendall Schmidt & Tu) ADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora