'Patito Feo' (Kendall Schmidt & Tu) ADAPTADA

Capítulo sesenta & ocho

Comenzó a correr. No sabía dónde, lo único que necesitaba era estar lejos de Kendall y de cada persona que le hizo daño.

Kendall corría tras _________ gritando su nombre constantemente, pero ella seguía corriendo.

Debía explicarle. Debía decirle que ya nada le importaba, que esa estúpida apuesta había acabado en el momento en que pudo ver a la verdadera ________.

- ¡___________! – grito acercándose a ella. - ___________ por favor para, déjame explicarte. – tomo su brazo e hizo que se detuviera. Pero ella no se daba vuelta.

- ¿Explicarme qué? – lo miro con los ojos aguados, las mejillas mojadas y la perfilada nariz roja. - ¿Cómo jugaron tu y Katelyn conmigo? ¿Cómo te burlaste de mi todo este tiempo? ¿Cómo me veía cuando te decía que te amaba? Mientras para ti era sólo una farsa. Como te reías con tus amigos luego de verme. – cada palabra de __________ a Kendall le dolía en el alma, le había hecho daño, le había roto el corazón.

- No ________, todo lo que pasamos fue verdad, yo te amo, déjame explicarte lo de la apuesta.

- ¡No! – grito nuevamente. – ¡no me explicarás ninguna mierda! Aléjate de mi vista Schmidt, no te quiero ver más.

- _________. – musito triste. Lágrimas solitarias también corrían por sus mejillas. – por favor.

- No Kendall, ya no más, te reíste, jugaste conmigo ¿qué más quieres? – comenzó a sollozar. – la apuesta está ganada. – sonrió falsamente. – ve, anda. Ve con tu premio. Te lo has ganado, se feliz, ahora que me has hecho infeliz.

- No ________, escúchame por favor. La apuesta comenzó inofensiva, jamás lo quise hacer. Siempre me negaba, no quería hacerte daño. Pero los chicos me insistían…

- Me lo imaginaba, no pensabas por ti, si no ellos lo hacían por ti.

- No, yo al principio acepte, pensando que no te enamorarías ni yo tampoco.

- ¡No! Ya basta, tú jamás estuviste enamorado de mí. Fui una simple apuesta, fue la estúpida niña ingenua. – se acerco a él y comenzó a golpear su pecho. Kendall se dejaba. ________ estaba furiosa y destrozada, necesitaba sacar todo su enojo. – Fui una estúpida. – se lamentaba. – te dije te amo, me entregue a ti, confíe en ti. – musito. – y así fue como me pagaste. – sollozó. – no puedo creer lo ingenua que fui, lo sospeche, Taylor me lo advirtió.

- ___________, te juro que todo lo que pasamos no fue una mentira.

- Ya no sigas, para de dar excusas tontas, que ya no te creo. – Limpio las nuevas lagrimas que caían por sus mejillas, ni siquiera podía mantenerse en pie. Se tambaleaba. – aléjate de mi vida. No quiero que nunca más me vuelvas a hablar, no quiero ni siquiera que me mires. ¡Aléjate! – grito cuando Kendall comenzó a acercarse a ella. – ¡Te odio! ¡Te odio! – esas dos palabras hicieron que el mundo de Kendall se cayera. Cayo de rodillas en el piso, llorando. La había perdido, había sido un estúpido. Ya nada podía hacer. Se había ido, le había hecho daño a la persona que más amaba en este puto mundo.

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Hay no necesito pañuelos, ¿ustedes no?