Capítulo 2

104 3 0
                                    

Esa noche la familia llegó temprano, mis primos con mis tios, mis abuelos,y sobrinos; la fiesta fue amena, en el intercambio de regalos le di a mi prima Raquel un vestido largo, y mi abuelo me regaló un nuevo juego para mi consola, lo cual le agradecí, después siguió el brindis, eran alrededor de la doce de la noche cuando fingi somnolencia y me fui a "dormir" si saben a lo que me refiero, como ya estaba vestido para la fiesta, solo tuve que salir por la ventana y dirigirme a la calle para llegar al club nocturno.

Había dejado mi casa dos cuadras atrás cuando frente a mi paso algo inesperado, un deportivo rojo descapotable se paró enfrente de mi, cuando el conductor bajo la capota me sentí en un sueño, la chica que había visto en la mañana acompañada de la rubia conducía aquel carrazo.

-¿A donde vas tan guapo y de noche?- me preguntó con un tono de como si me conociera de siempre.

-Am...- tragué saliva, estaba nervioso- a una fiesta- le respondí usando lo mas parecido a un tono coqueto que sabía.

-¿es privada?, ¿o puedes llevar acompañantes?- no me lo podía creer, ¡ella me estaba coqueteando a mi!.

-Puedes venir conmigo si te place- le dije con mas confianza. -Esta bien, sube- y abrió la puerta del copiloto.

Cuando llegamos al club, Lucas estaba con los demás del grupo, al principio sólo miró el coche como solía hacerlo con cualquier otro auto fuera de lugar, pero cuando notó que yo estaba adentro, su gesto se volvió indeciso, al bajar de vehículo con mi acompañante su duda se convirtió en sonrisa.

-¡Gabriel!, por un segundo creí que eras alguien mas- me dijo mientras me saludaba - y... Dime, ¿Quién es tu amiga?- me preguntó en un tono mas bajo para que ella no escuchara .

-Bueno, ella es...mmm...es- recorde que no le había preguntado su nombre.

-Me llamo Alda, y tu eres...-.

-Lucas, conocido de encantarte, perdon, encantado de conocerte- hablo con un tono entre confundido y apenado.

Cuando entramos al club la música estaba a todo volumen, las paredes a prueba de ruido del edificio encerraban el sonido y lo amplificaban dentro de la estructura; las personas bailaban y algunas mas platicaban o tomaban alcohol, nos sentamos en una mesa que Lucas había reservado, la mesa era para ocho, pero en total nosotros éramos seis (suerte que dos hubieran faltado).

Alda resultó ser una magnífica compañera de baile, bailamos hasta que me cansé, después de eso todo lo recuerdo muy confuso, recuerdo que me llevo por la puerta trasera fuera del edificio, después como por intuición la atraje hacia mi y la besé, al principio fue suave, pero conforme avanzaba se fue haciendo mas salvaje, incluso sentí que me había mordido, y el sabor a sangre me lo confirmó, se me ocurrió hacerle lo mismo, pero cuando la saboree, esta era amarga, en cuanto sucedió una corriente de calor que comenzó desde mi herida se extendió hacia todo mi cuerpo, ella se separó y me miró sorprendida, apreto los labios y un hilillo de líquido amarillento salió de ellos, acto seguido se alejó y aunque no le  vi la expresión juraría haber vislumbrado el brillo de una lágrima rodar por su mejilla izquierda.

VcZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora