Capítulo 23

35 2 0
                                    

-Sal del consultorio.
-¿Qué?.
-Que salgas del consultorio, no tengo tiempo para tus babosadas Gabriel, el mundo se acaba y tu te pones a decir semejante tontería, y pensar que creí que era algo serio.
-Pero si lo digo en serio, a mi también me pareció ridículo al principio, pero después de ver todo lo que mi cuerpo es capaz de hacer la idea no me pareció tan descabellada, además, si es posible que los muertos caminen, ¿Que diferencia con el hecho de que sea un vampiro?
-¡Mucha!, los muertos se levantan a causa de un virus, o al menos esa es la conclusión a la que me han llevado mis investigaciónes ¿Que evidencia tienes tu?.
-Mmm... ninguna, salvo por el hecho de que veo en la oscuridad, sano rápidamente, salto como pulga y corro muy rápido. Dije con sarcasmo mientras me acercaba a un estante con diversas herramientas médicas.
-Te repito que como broma es de muy mal gusto, por favor sal... -pero la impresión de ver que su hijo mayor se acababa de cortar la mano no lo dejo terminar.
-No te preocupes, pronto verás que tengo razón. Dije mientras apretaba el puño y un hilo de sangre amarillenta fluía hacia el suelo.
-Estas loco.
-¿Seguro? Presta atención a mi truco de magia. Abrí mi puño y en donde me había cortado no había más que una línea amarilla como el sol.
-¿Que mierdas?.
-Ta daa.
-No puede ser posible.
-¿Ves? tenía razón.
-Ok te cre...
De repente todo a mi alrededor se volvió oscuro y me sentí pesado como un costal.
-Gabriel, Gabriel. La voces sonaban como si estuviera bajo el agua me sentía ido, como en un sueño.

-Ve por dos bolsas, rápido están en la bodega, apresurate.
Tenia frío... mucho frío me encontraba en una granja, los zombis se acercaban, me rodeaban, poco a poco el círculo que formaban se estrechaba a mi alrededor atrapandome, acortando mi aire, mi vida... intente golpear a uno pero antes de que mi puño lo alcanzará este se desvaneció en una niebla densa, esta lo cubría todo y dificultaba mi visión, solo escuchaba gemidos, cada vez me estresaba mas, tenia la extraña certeza de que era el único ser viviente en el mundo, sabía que estaba solo, completamente solo...
Abrí los ojos y tuve un extraño deja vú, frente a mi tenía el cañón de un rifle, apuntando.
-¿Porque siento que esto ya había pasado antes?.
-Lo siento hijo, es solo una precaución, sabes como están las cosas. Me dijo papá mientras me tendía la mano y me ayudaba a sentarme en el escritorio de la oficina donde había perdido el conocimiento.
-¿Que paso? Dije al tiempo que veía mi brazo derecho el cual tenía conectado una intravenosa que me suministraba un líquido escarlata.
-Pues, después de tu "acto de magia" te desplomaste como un saco de arena, parecía que alguien hubiera presionado tu botón de apagado, primero pensé que estabas infectado pero luego recordé que lo mismo te ocurrió la noche que llegaste a casa después de tu escapada navideña así que le pedí a tori que me trajera las bolsas de sangre que almacenaba en una de las oficinas que usamos como bodega.
-Ya veo, creo que ya me siento mejor. Dije al tiempo que me quitaba la intravenosa, le retiraba al aguja y usaba el tubo de plástico como si fuera popote.
-Estoy seguro de que se absorberá mejor por vía intravenosa.
-Sabe mejor así, ¿no tienes más?
-¿Ya te la acabaste? Eran dos litros completos.
-No se sintieron como dos litros.
-En fin supongo que tendré que creer tu descabellada noticia, ¿alguien mas lo sabe?.
-Sólo tu, en serio ¿no tienes más?
-Te acabaste mis últimas reservas, esa era la tercera bolsa que te aplicaba ¿Seguro que te sientes bien? Estas muy pálido.
-Si, ya te dije que si.
-Déjame ver. Se puso su estetoscopio e intento escuchar mi corazón. Mmm... que raro, no escucho tus latidos.
-¿Seguro? Porque, digo aún estoy vivo.
-Espera, si... oigo algo, pero son muy débiles.
-Ya ves.
-Tendré que hacerte algunos estudios y exámenes médicos, por lo pronto necesitaré una muestra de tu sangre.
-Claro, pero no tomes mucha, recuerda que la necesito para vivir.
-Muy chistoso hijo.

-Bueno, si ya no necesitas nada mas, saldré a explorar la unidad.
-Ten cuidado, esta muy oscuro ahí afuera.
-Hola, no se si me pusiste atención pero tengo visión nocturna.
-Si ya se, aun así recuerda que no eres inmune al virus.
-Sobre eso... tengo algo más que confesar.

Después de media hora papá me miraba con atención, no había pronunciado palabra desde que comencé mi relato sobre como había luchado contra los zombis, le explicaba lo mal que me sentía por haberlos atraído hasta la casa(claro que omití la parte en la que me encontraba con Alda).
-Ya veo, por eso fue que te ofreciste como carnada, ya se me hacía raro que hicieras algo desinteresado, ese no eres tu.
-Oye, eso no es cierto, yo puedo ser tan altruista como Jesucristo.
-Si claro, cuando los muerto caminen.
-Por si no te diste cuenta eso ya paso.
-Jajajajajaja cierto. Se me hizo extraño que papá se riera así, parecía un loco.
¿Te encuentras bien?
-Si hijo, no te preocupes, solo estoy un poco estresado y cansado por los recientes sucesos.
Ahora que lo mencionaba me percate de que lucía una década más viejo, las arrugas en sus ojos se habían acentuado y ahora se le marcaban las ojeras, por no mencionar que le temblababan ligeramente las manos de vez en cuando.
-¿Seguro?. Asintió con la cabeza. En ese caso me iré, solo una ultima cosa.
-¿Ahora que?
-Todo lo que te he dicho es secreto y por el bien de la familia espero que quede entre tu y yo, no me gustaría que pensarán que soy un monstruo hematofago.
-Descuida hijo, tu secreto está a salvo conmigo.
-Hasta luego, volveré antes del amanecer.
-Cuídate y procura que nadie te vea salir a estas horas, si te ven, la gente comenzará a sospechar, sobre todo mi hermano.
-Eso haré gracias por el consejo.
Cerré la puerta tras de mi y salté a través de la ventana que se hallaba al final del pasillo, confundiendome con la noche.
En retrospectiva creo que era bastante obvio que algo no estaba bien con mi papá, quizás si en ese entonces me hubiera percatado de la locura que se arraigaba en su ser podría haber hecho algo para evitar los fatídicos sucesos por venir, pero en fin ¿Que iba yo a saber? Era joven y sobre todo, estúpido.

VcZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora