Capítulo 20

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Desesperación. Sudaba desesperación, mi katana, la única arma que tenia a mano había quedado inservible. La horda ahora cubría la única salida y su número era demasiado grande para contarlo, estaba desesperado, no tardarían en inundar al área. Regresé con Lucas, comenzaba a recobrar el sentido probablemente por los gemidos exorbitantes que inundaban el ultimo piso del estacionamiento, entonces noté algo interesante, los no muertos, aunque seguían avanzando no venían en mi dirección, se estaban esparciendo a través del estacionamiento.
Idiota. pense
Me había olvidado de algo crucial, yo tenía visión nocturna y ellos no, ahora los papeles se había invertido, yo podía verlos y ellos, a diferencia de mi no debían de tener el oído tan agudo como para diferenciar entre sonidos y encontrarnos.
Si tan sólo tuviera con que golpearlos a distancia...

-Mmm... ¿Que paso aquí? ¿Donde estoy?-Lucas había despertado.
-Shh, guarda silencio, estamos en un serio aprieto.
-Espera, ¡Mi mamá! ¡Tu!¡Grandisimo hijo de...!.
Corrí a taparle la boca, pero ya era muy tarde, los gritos de mi amigo azuzaron a los zombis quienes ahora conocían nuestra posición. Los gules comenzaron a avanzar más rápido, se encontraban a treinta metros. Lucas se esforzaba por hacer ruido, debía de estar aterrado al encontrarse en un lugar desconocido, oscuro y con los gemidos de los podridos cada vez más cerca, su cara y la manera en que agitaba los brazos me lo confirmaron, se esforzó por liberarse de mi agarre, incluso comenzó a rasguñarme.
Escúchame bien pendejo. La palabrota pareció llamar su atención. No tengo tiempo para discutir contigo, así que o te callas o te callo, hace rato te noqueé de un golpe y no lo hice a propósito, si insistes en seguir llamándolos te volveré a arrojar pero esta vez será contra ellos.lo levante en el aire con una mano. Tu cadáver serviría de distracción para que pueda escapar.No lo decía en serio, pero tenía la esperanza de que el no lo notará.
Después de mi amenaza dejó de luchar o de gritar, entonces lo baje al suelo.
-Bien, así me gusta, manso como un cordero.Me mostró el dedo medio pensando que no lo veía.
Mire a mi alrededor en busca de un arma. Veinte metros. Buscaba alguna herramienta abandonada, algún coche, pero al ser el último piso este estaba vacío, al mirar al otro extremo vi lo que buscaba, una tubería colgaba del techo y era sostenida por una delgada varilla de cristal. Quince metros.
Levante a Lucas y lo lleve casi a rastras hasta la ubicación del tubo, este era lo suficientemente grueso como para ser usado de arma pero no tanto como para que no pudiera arrancarlo del techo. Doce metros. Tome el tubo con mis dos manos y me colgé de el, no pesaba lo suficiente para arrancarlo. Diez metros.
Apoye mis pies contra el techo quedando mi espalda en posición horizontal y empuje como si mi vida dependiera de ello (y lo hacía). Nueve metros. El tubo se rompió de uno de los extremos acompañado del familiar sonido del agua, causando que los muertos se acercaran a nuestra nueva posición. Ocho metros. Me quedaba sin tiempo, eran demasiados, iba a morir y entonces lo vi, el agua que salía de la tubería y que nos mojaba a Lucas y a mi era drenada por una alcantarilla con forma circular, lo suficientemente espaciosa como para que entrara una persona, no lo dudé. Siete metros. La tomé con ambas manos y puse toda mi fuerza, la tapa era pesada, pero me enorgullece decir que pude levantarla cuando me lo propuse, el sonido del metal causó que los come cadáveres acelerarán la marcha. Cinco metros.
Tome a Lucas y lo acerqué al agujero, abajo no era mu profundo, la caída sería como de dos metros.
-Tienes que meterte ahí, es una alcantarillado, la caída no es muy profunda, dobla las rodillas.
-Jodete, no te creo.
-No me importa y lo siento. Antes de que Lucas dijera que, lo empuje dentro. Tres metros. Vi la caida de mi amigo, cayo con los pies por delante y la gravedad lo obligo a besar el suelo no muy limpio, ahora me tocaba saltar, mi olfato mejorado hacia que se me revolviera el estómago, sentí arcadas, hubiera preferido no saltar, pero tenía que hacerlo. Un metro.
-Zoé aquí voy. Me arroje justo al tiempo que un zombi rozaba mi hombro.
Aterricé con un sonoro chapoteo, justo al lado de mi amigo, se había levantado del suelo y miraba a su alrededor asqueado, lo tome de la muñeca y avancé por el drenaje, no tenía idea de donde estaba pero con suerte encontraríamos una salida en ese laberinto de aguas negras.
Me gustaría decir que fui lo suficientemente listo como para cerrar la alcantarilla después de haber caído en ella, realmente me gustaría... pero ese no fue el caso, mi desesperación por huir era mayor así que cuando el primer no muerto cayó por nuestra vía de escape lo único que hice fue apresurar el paso.
No se que habría hecho sin mi visión nocturna, sin ella no era fácil ubicarse en el oscuro laberinto, la cara de Lucas me lo confirmaba, tenía miedo.
-Vamos hermano, ya debe faltar poco.
No respondió, solo frunció el ceño.
Avanzamos por lo que me parecieron horas en la total oscuridad hasta que la sentí, al principio sólo era un ligero movimiento en el agua, pero conforme avanzamos se hizo más evidente que el agua fluía en una dirección, la corriente del agua tenía que desembocar en algún lado.
Lucas comenzaba a preocuparme, tenia un buen rato que no hacía ni decía nada, solo se limitaba a ir hacia donde lo llevara.
Al final logramos llegar a una enorme tubería que daba al exterior, el sol estaba en su cenit, así que decidí esperar dentro del desagüe, en los límites entre la luz y la sombra.
-Qué alivio, creí que no íbamos a escapar de esa.
-Si yo también.
-Ah mira, así que decidiste hablarme.
-Bueno, tuve mucho tiempo para pensar en la oscuridad.
-Qué bien,¿Llegaste a alguna conclusión?.
-No exactamente, pero creo que ya no puedo ir contigo a ver a tu familia.
-Lucas, si es por lo de tu mamá, ni tenía otra opción...
-Lo se, créeme que lo se... es solo... que aún no logro superarlo, además es claro que yo solo te retrasaría.
-Hermano eso no...
-Es cierto, toma por ejemplo lo que paso hoy, es obvio que tu no toleras la luz, seria muy egoísta de mi parte hacerte viajar así de día, yo no puedo ver en la oscuridad.
-No te preocupes, yo te puedo guiar.
-Ni hablar sólo me sentiría como un estorbo y además está lo otro...
-¿Qué otro?, ¿A que te refieres?
-En la mañana, no se que fue lo que paso, no quería que la atacaras, estaba dispuesto a hacer lo que fuera para evitar que matarás al zombi de mi madre.
-Lo entiendo, yo hubiera hecho lo mismo en tu lugar.
-No, no lo entiendes, yo quería asesinarte, quería usar el cuchillo que llevabas para hacerte sufrir, quería verte muerto, muy en el interior te quería usar de carnada.
-Lucas...
-Hermano, creo que lo mejor sería separarnos, al menos por un tiempo, al menos hasta que supere todo lo de hoy, esto fue demasiado para mi.
-No, no te vayas, no sin nada.
-Gabriel lo siento pero ya tome mi decisión, no me sigas. Avanzó un par de pasos y salto a uno de los lados de la tubería siguiendo su camino hacia quien sabe donde, vi como de espaldas extendía su mano hacia el cielo y me daba una señal de despedida.
-Nos veremos después. Me dijo mientra se alejaba, aun así yo sabía que esa sería la última vez que vería a mi mejor amigo.

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