[V-Hope] Esperanzas

Capítulo 17: Confianza

Cuando regrese al dormitorio era muy tarde, estuve pensando por mucho tiempo sin llegar a una solución para todo lo que nos estaba pasando, debía estar feliz de que mis sentimientos eran correspondidos, de que él me amaba a mí por sobre ella y de que ella no significaba absolutamente nada para Hoseok. Debía conformarme con esa idea y confiar en J-Hope, pero era tan difícil estar en este asunto, me sentía como en un círculo donde la parte triste se repetía una y otra vez, era muy difícil estar bien con la situación, yo quería amarlo y tenerlo solo para mí, pero a los ojos de los demás seguiría siendo el amante, el otro, la segunda opción. Me dolía reconocer esto de mí mismo, sin embargo viéndolo desde este punto de vista tenía sentido, porque nunca podríamos hacerlo oficial, porque éramos dos hombres que se amaban y eso a los ojos de muchas personas era malo.

Esa era la razón por la que sentía que nada de esto iba a funcionar, no hallaba respuestas a muchas de mis preguntas, no podía ver más allá del hecho de que Hoseok podía casarse en cualquier momento si no pensábamos rápido en algún plan, no era muy brillante, todos me veían como un estúpido y no iba a negar que mi personalidad podía ser así, pero en este caso donde podría perder a una de las personas más valiosas me hacía pensar de forma madura y diferente, quería encontrar una solución a mis problemas y acabar con toda esta mierda de una sola vez.

— Tae—estaba sentado en uno de los muebles de la sala, se veía algo cansado como si hubiese estado esperándome desde que me marche, me quede en el mismo lugar sin dar indicios a moverme, lo único que quería era dormir y por un momento dejar de preocuparme

— Deberías ir a la cama, es tarde

— ¿Dónde has estado?

— Por ahí

— Sabes que no es bueno que andes solo, puedes encontrarte a fans

— No creo que alguien consiente salga a media noche para buscar a sus ídolos, de igual forma no fui muy lejos, solo quería despejar mi mente

— No la besé—repitió, le creía, es decir puede que me halla llenado de celos al verla tan cerca pero sabía que Hoseok estaba siendo sincero, lo conocía muy bien

— No es eso lo que me preocupa

— ¿entonces?—se levantó del sofá hasta quedar frente a mí, la diferencias de altura era muy notable, sin embargo nuestras personalidades nos hacían ver de otro modo, él era el fuerte, yo era el débil. Siempre he pensado que Hoseok es un hombre muy valiente, aun con todas las críticas que recibe, aun con todas las personas que lo quieren fuera de BTS a él solo le importa trabajar duro para demostrar que merece estar donde está y esa es una de tantas cosas que me enamoraron de él.

— Ella, tu madre, que logren separarnos, todo—concluí, él me abrazo por la cintura hasta atraerme hacia su cuerpo

— Eso es algo que también me preocupa, no estás solo en esto Tae

— Pero...

— Debes confiar más en mí, no es como si sintiera algo por esa chica más que fastidio

— Parece muy decidida a que van a casarse

— El punto es que lo crea así, mientras encuentro una solución donde no tengamos que estar separados y lo más importante que no te lastime mi madre

— ¿Por qué me odiaría?

— Porque ella sabe lo que siento por ti, se niega a la idea de que me haya enamorado de un hombre y es por eso que está tratando de obligarme a casarme con esa mujer, pero no la quiero Tae, no me provoca nada, créeme

— No actúa como si me odiara, ¿es así de hipócrita?

— Si

— Ya veo

— Vamos Tae, sabes que solo te quiero a ti, estoy tratando de arreglar todo este problema ¿por favor?

— ¿Cómo vas a arreglarlo?, no es tan fácil

— Te necesito a mi lado, si no te tengo no tendré las fuerzas para seguir

— Yo solo quiero que todo termine para que podamos estar tranquilos

— Lo sé Tae

— ¿Puedes entenderme un poco?

— Lo hago, pero no es necesario estar celoso por ella, no la quiero

— Aun así

— Acabemos con esto—su mirada había cambiado a una de deseo y me mordí el labio inferior cuando entendí el mensaje

Él me hace inclinar para poder besarme y es justo en estos momentos cuando me siento un completo esclavo de Hoseok, aun tratando de entender lo que me quería decir la situación seguía siendo la misma, él y yo no podríamos estar bien hasta que ella y su madre desaparecieran de nuestro camino.

Entre besos retrocedimos por el pasillo de las habitaciones, la de nosotros estaba vacía, lo que me había dado a entender que todo estaba regresando a como era antes. Una vez llegamos a la cama de Hoseok me deje caer en esta y sentí su peso sobre el mío mientras los besos y las caricias subían de tono, esto era lo que más quería, estar solos en nuestra propia burbuja sin que nadie nos interrumpiera.

  — Te quiero Tae—Me dijo con tono sincero y le creí, esta vez podía comprender que él solo me miraba a mí de esa forma, con amor 

  — También te quiero 

Nuestra ropa fue cayendo en el suelo de la habitación y disfrute de la manos de Hoseok deslizándose en mis piernas para luego comenzar a torturar mis pezones, gemí por lo bajo rompiendo el beso y lo miré fijamente, se le veía feliz y relajado a comparación de cuando llegue a casa. Él también estaba viviendo los mismos miedos que yo y me sentí un egoísta por no confiar en sus sentimientos hacia mí, debía entender que Hoseok tal vez la odiaba más que yo y que no la deseaba en lo más mínimo como a mí, le sonreí antes de enredar mis manos en su cabello suave, tenía una leve obsesión con su cabello, me gustaba tocarlo y sentir lo sedoso que era, J-Hope sabía eso por lo que siempre que quería me dejaba hacerlo. Mi boca volvió a unirse con la suya y suspiramos entre besos mientras él comenzaba a preparar mi entrada otra vez, no pensé que fuéramos a terminar haciendo el amor con las cosas como estaban, al parecer ambos necesitábamos esto para poder luchar cuando la realidad volviese a golpearnos.

Cuando entró en mi cerré los ojos y le mordí el labio inferior para evitar gritar, Hoseok no dijo nada a pesar de que lo había lastimado y esperó un momento hasta que logre relajarme.

Los minutos transcurrieron rápidamente mientras nuestros cuerpos se movían y ambos llegamos al límite con un suspiro.

Nos abrazamos y hablamos otro rato mientras el salía de mi interior para abrazarme, solo de esta forma me sentía tranquilo, debía tener más confianza en mí y en nosotros, tal vez eso era lo que me faltaba para dejar de tener tanto miedo.