Te Extraño. (I)

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Todas y cada una de sus caricias hacen que mi mente quede en blanco, dejándome llevar por la agradable sensación provocada por las yemas de sus dedos sobre cada rincón de mi cuerpo desnudo, el cual él ya conoce de memoria.

Sus labios que remplazan sus dedos sobre mi piel, haciendo que ligeros suspiros salgan de mis labios, lo cual provoca que él siga acariciándome y besándome con tal de dejarme llevar por el placer.

Sus besos y caricias me hacen sentir afortunada por el hecho de haber encontrado a un hombre que me ama incondicionalmente; que me trata como si fuera una muñeca de porcelana que se puede romper con el más mínimo golpe; me hace sentir viva con todas y cada una de sus promesas de amor; Todo aquello con lo que siempre he soñado desde que era una niña.

Deja de besarme y acariciarme para observarme fijamente, como si fuera la cosa más hermosa que ha visto en su vida.

Acaricia ligeramente mi mejilla para luego depositar un ligero beso en mis labios al cual correspondo gustosa.

Su mano comienza a descender por mi rostro, para después pasar por mi clavícula, trazando un recorrido hasta mi vientre, lugar donde se encuentra nuestro hijo y comienza a trazar ligeros círculos, como cada vez que tiene oportunidad desde que se enteró que íbamos a tener un hijo.

De pronto siento un ligero movimiento en el interior de mi vientre, al parecer él también se da cuenta de ello porque su mano se queda inmóvil hasta que vuelvo a sentir dicho movimiento. Una sonrisa se dibuja en su rostro al igual que en el mío al sentir nuestro bebé moverse por primera vez.

Seguimos así por unos momentos, embelesados por los movimientos de nuestro hijo hasta que digo.

—Te amo ―eso hace que voltee a verme y no duda en besarme hasta que nos separamos para tomar aire.

―Te amo y nunca dudes de ello —dice a escasos milímetros de mis labios, lo cual aprovecho para poder besarlo y continuar en lo que nos quedamos.

Me despierto con las mejillas surcadas de lágrimas gracias al hecho de haber soñado con aquel recuerdo, ese en el que ambos éramos felices por el hecho de que íbamos a tener un hijo, en el que estaba segura en el que me amaba.

"Eso no es cierto porque si no él te hubiera contado todo desde un principio y nada de esto hubiera ocurrido" me recuerda mi subconsciente, haciendo que mis ojos se empañen debido a las lágrimas.

Es cierto, todas sus palabras no eran nada más que mentiras, todos esos besos y caricias eran falsos, solo eran para hacer que siguiera a su lado cegada con la ilusión de que me amaba profundamente al igual que a mi hijo, pero no era nada más que una manera de ocultar la verdad detrás de todo ello: que se encontraba a mi lado nada más que por una estúpida y maldita cantidad de dinero que iba a recibir pasado un año de nuestro matrimonio.

Todo aquello que parecía un sueño hecho realidad, terminó siendo una pesadilla de la cual no puedo escapar por más que lo intente gracias a los malditos sentimientos que aún tengo por Peeta.

Por más que lo intento me es imposible hacerlo porque una persona no puede olvidarse de la noche a la mañana de aquella persona a la que se entregó en cuerpo y alma a pesar de que las cosas no hayan salido como uno esperaba. Y tampoco ayuda mucho el hecho de soñar con todos y cada uno de los más bellos recuerdos que atesoras de dicha persona.

Sé que no voy a poder superarlo hasta que aclare completamente las cosas con él, explicarle en persona lo mucho que me hirió el hecho que me haya utilizado de aquella manera en lugar de haberlo hecho por medio de una carta, debido a la necesidad que tenía de huir en aquellos momentos, cegada por la ira y el dolor, pero no puedo hacerlo, por lo menos no ahora que aún tengo los sentimientos a flor de piel.

Pero tampoco puedo seguir abusando de la hospitalidad del señor Hawthorne, así que voy a tener que dejar todos mis sentimientos de lado, afrontar todo esto de manera madura y volver a casa a arreglarlo todo.

No sé qué estará haciendo Peeta en estos momentos, si le habrá afectado el hecho que me fui sin avisarle; Si me estará buscando en estos momentos; Si siente lo mismo que yo en estos momentos; Si mi familia lo está ayudando a buscarme.

Todos esos pensamientos rondan mi mente hasta que caigo dormida con lágrimas aún frescas en mis ojos, deseando masoquistamente soñar con algún recuerdo relacionado con Peeta, extrañando el hecho de no poder dormir a su lado.

¿Estamos Listos Para El Amor?- Everlark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora