Vendajes

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¿Habrá sido una pesadilla?

Abrí los ojos y me reincorpore, estaba en una cama de hospital, vendado del cuello y conectados tenia un suero y un trasplante de sangre ¿Acaso intente suicidio? rápidamente revise mis muñecas y ya viendo que estas estaban completamente limpias me calme un poco, cerré un poco mis ojos y por fin pude recordar. Despues de agacharme para sacar las cosas del cajón, el espejo repentinamente cayo cortándome el cuello y algunos trozos parte de mi cabeza.

-Buenos días Dylann, tienes visitas- la enfermera irrumpió en la habitación y detrás de ella un chico con un libro en la mano.

-Hola, vine a ver como estabas, soy Lynn yo fui quien te trajo-
-Lynn, siento mucho haberte incomodado, debió haberte asustado el accidente ¿Como sigue tu tobillo?-
-Mejor, me lo vendaron y todo ¡Mira!- recargo su pie en la camilla y me enseño la venda- Y no te disculpes por favor, no fue tu culpa si no del vidrio- su mal chiste hizo que me riera un poco y el también, tiene una muy linda sonrisa- Te he traído un libro para que no te aburras-

-Gracias, espero que me den de alta pronto-

-Si yo igual, desvió la vista al piso y el ambiente se puso un poco incómodo-

Bueno vendré en la noche también, para ver como estas y el libro puedes quedártelo, tengo muchos en mi casa- giro y salio rápidamente.

¿Que le pasa a este chico? ¿Que no sabe que de noche no se aceptan visitas?

Tiempo despues vinieron mis padres a visitarme, me trajeron un poco de ropa y cosas personales. Hablamos un buen rato y no dejaba de repetirle a mi mamá que me sentía bien que no se preocupara de más, finalmente la hora de visitas acabo y se despidieron con besos y abrazos, recordé las palabras del chico, que tonto...

Como si fuera a venir

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El aire frió proveniente de la ventana, me provoco escalofríos me dispuse a cerrarla y volver a la cama, me acosté pero ya no pude conciliar el sueño y decidí leer un poco más entonces comencé a escuchar voces en el baño, si , alguien estaba usando el baño de mi habitación, tragué saliva y fui a revisar cuando encendí la luz como lo suponía no había nadie pero algo me llamo mas la atencion que mi pálido y lamentable aspecto, las vendas de mi cuello y cabeza; jamás había descubierto la herida por miedo a ver como se veía. Así que me acerque al lavabo y comencé a quitarme todas las vendas, mi cuerpo se tensó y se hizo un nudo en mi garganta al ver que no había nada siquiera una marca, me toque varias veces el cuello buscando algo una abertura o cicatrizas, pero ni eso.

-Tengo que avisarle a mi enfermera- dije en voz baja

-No, no vas a hacer eso- Alguien hablo desde afuera, salí y vi a un hombre acostado en mi cama con mi libro abierto

-Sabes mi parte favorita es cuando la niña del jefe muere, pagar por el precio es algo muy justo ¿No crees?-

-Lynn, si viniste- se paro y comenzó a caminar hacia mi

-Claro tonto, no me quedaría sin mi cena hoy- comencé a sentirme inseguro y con miedo, su mano se poso en mi mejilla izquierda y su brazo rodeo mi cintura, todo en tan solo un instante.

-¿Que estas haciendo?- trate de empujarlo y lo único que hizo fue inclinar mi cabeza con su mano a la izquierda y morderme profundamente, mi fuerza y control sobre mi cuerpo se esfumaron...

Terminando me acostó en la cama y volvio a cubrirme con las vendas,

-Haré lo imposible con tal de que no te vallas de aquí Dylan, estaremos juntos por mucho tiempo- salio por la ventana, de nuevo esa ráfaga de aire, ahora lo entiendo. Cerré los ojos y olvide todo.

El sabor de tu boca (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora