Unknown Known 3: Red |BTS|

Capítulo 14

Cuando estaba en mi habitación, a punto de cerrar la puerta, mi hermano ingreso rápidamente y me empujo, cerrándola.

—¿Kevin? ¿Qué pasa? — pregunte algo confundida.

—Ya puedes decirme July. ¿Qué ocultas? — me encaro.

—Hermano...— susurre.

—No le diré nada a nadie. — trato de hacerme sentir segura. — ¿Tiene que ver algo con Parousia, Antallagí o OP7011?

—Solo con...— hice una pausa. Seguía dudando en decirle la verdad a mi hermano. —Con Antallagí y OP7011. — mi corazón empezó a acelerarse.

— ¿Por qué?

—Pues...

Kevin se acercó a mí, para que pudiera hablar en voz baja y sin que nadie detrás de las paredes nos escuchara, ya que los lobos tienen a tener un buen oído.

—July...— puso sus manos en mis hombros. —Vamos, confía.

—Y-yo...— lo mire a los ojos, antes de decirle lo que tenía en mi boca y era incapaz de salir en esos largos segundos. —Yo soy OP7011, parte de Antallagí.

***

Tras contarle sobre ello a Kevin, este tuvo que tomar asiento, y tuve que explicarle un poco mejor, sobre lo que Chim me dijo, pero sin mencionarla a ella.

—Según lo que se OP7011 es operación, el número es 7011, individuo. — estaba por llorar. —Soy la numero 7011 de la operación Antallagí.

***

Fue lo único que le dije a mi hermano, no le diría más, no hasta aclarar más de este proyecto llamado Antallagí. Necesitaba respuestas.

—¡Si es guapo! — escuche a algunas chicas de la base, las cuales estaban emocionadas.

Eso me desconcertó un poco de mis pensamientos, no sabía de qué o de quien se estaban refiriendo, hasta que lo vi a lo lejos, con su mochila y su rifle en su mano, recién llegando a la base.

—Llego hace poco. — exclamo Mark detrás de mí.

—Ya veo...— sonreí.

La noticia llego rápido a mis oídos, ChunJi se encontraba en la base A2, él fue llamado al deber aquí, para que pudiera ayudar a Rebecca a des encriptar los datos que logro descargar de la base de datos de Heliux Inc.

—Es difícil, pero no imposible. — le dijo ChunJi a Jackson.

Los escuche mientras pasaba por la puerta de su oficina, rumbo a los dormitorios, trague saliva, respire hondo, tenía que calmarme, no quiero que piensen que soy una espía, y mucho menos de Heliux. Cálmate July.

Al llegar a mi dormitorio encontré a Rebecca empacando sus cosas. Me sorprendí al verla, ella al darse la vuelta y encontrarse conmigo me señalo una maleta que estaba sobre mi cama.

—¿Qué?

—¿Acaso no te han informado? — respondió con otra pregunta.

—¿Qué cosa?

Ella puso mala cara.

—Vamos a ir a una base en Japón, alístate.

—¿Ja-Japón?

***

Estábamos en un barco, un viaje en un buque marino, rumbo a Japón, a una base de refugiados en Tokio, para ser exactos en Yokohama. Ya que Heliux los tenía bajo amenaza, y ellos también decidieron unirse a nuestra lucha, había partes de Japón que aún no eran invadidas por Heliux ni sus soldados, pero estaban bajo amenaza. Estaba en una de las habitaciones, las cuales eran individuales, aquí no tenía compañero, tratando de no marearme con los movimientos del agua, pero era inevitable, me sentía fatal. En eso alguien abre la puerta y vi ingresar a Yoon Gi con una botella de agua.

—¿Mejor?

—Peor. — suspire frustrada, hundiendo mi cabeza en mi almohada.

Este se sentó a mi lado y empezó a darme masajes en mi espalda, tratando de calmarle, trate de hacer ejercicios de respiración para poder relajarme, pero no servían, así que decidí ir a otro lado, concentrar mi mente en algo, iría a ver a Rebecca y ChunJi quienes deberán de estar trabajando para des incrustar los códigos para acceder a los archivos de Heliux.

—No vas a salir así...— me lo impidió Yoon.

—Tengo que ir...

Este estaba por darme un sermón para que me quedara, pero en eso el barco dio una serie de movimientos bruscos, al parecer había una tormenta en el exterior, la cual azotaba el buque, y a todo lo que estaba en su interior. Y sin querer me caí, golpeándome el hombro con uno de los tubos que estaban en el interior de mi habitación.

—¡Ahhhhhhhh! — grite fuertemente de dolor.

—¡July! — Yoon Gi se preocupó.

Algo había ocurrido, pero no podía mover mi brazo y me dolía mi hombro.

—Rayos...— susurro Yoon Gi sin despegar la mirada de aquella parte.

—¿Qué paso? — pregunte mientras empezaba a derramar algunas lágrimas.

—Creo que tu hombro se salió de su lugar. — confeso Yoon Gi.

—Rayos...— cerré fuertemente los ojos.

Por los siguientes 10 minutos, Yoon Gi me estaba haciendo gritar de dolor, tratando de ayudarme y ponerlo en su lugar.

—¿Por qué no llamo mejor a Kevin? — pregunto.

—¿Sabes dónde está?

—Uhm...— se quedó pensando. —Buen punto.

El buque era muy grande, y fácilmente se podía perder uno. Por mientras Yoon Gi volvió a sostener mi brazo, y de un fuerte movimiento trato de colocarlo de nuevo en su lugar.

—¡Basta! — grite fuertemente.

—Lo siento...— se disculpó. —Creo que fui muy brusco.

—¿A no? — pregunte sarcásticamente mientras lo fulminaba con la mirada.

—Una vez más...— susurro.

—No, ya no más. — no podía contener mis lágrimas. Hasta que Yoon Gi volvió a internarlo, un grito salió desde lo más profundo de mi, pero fue el último, ya que senti un ligero alivio.

—Lo logre...— vi que este sonreía.

Había logrado poner mi hombro en su sitio, luego de tanto sufrimiento.

—Por dios...— escuchamos la voz de una mujer, al otro lado de las paredes, como si estuviera en el pasillo. —Creo que la están pasando muy bien ellos dos allí adentro. — reconocimos la voz, era de Rebeca. Yoon Gi me cargo y me volvió a colocar sobre mi cama, poniendo mi almohada en mi espalda, sin tocar mi hombro el cual estaba adolorido. —¿Mark?

—¿Segura? — escuchamos la voz de él.

—Sí. — rio.

—Bueno. —se mordió el labio. Pude ver como Yoon Gi se acercaba a la pared, para poder escucharlos más. —Hare lo que me pidas.

Pude ver a Yoon Gi empezar a reírse, cubriéndose su boca, para que los dos melosos de afuera no nos escucharan. Luego de unos pasos, una puerta que se abría y tras unos segundos después se cerraban, fue lo último que escuchamos de ellos. Yoon Gi abrió la puerta para asegurar que ya no había nadie más en aquel pasillo y volvió a ingresar a la habitación.

—¿Mejor? — pregunto mientras pasaba su mano por mi frente.

—Creo que sí. — sonreí. —Incluso me hiciste olvidarme de mis mareos.

—Al parecer ciertas personas se imaginaron cosas con tus gritos de dolor. — añadió Yoon Gi.