Capítulo 18

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Gracias a la investigación de Kevin logre comprender un poco más sobre el proyecto Antallagí. Estábamos saliendo de la morgue, ya que nadie más debía de saber de esto. Al llegar a las puertas del bunker, los chicos vinieron y nos llevaron corriendo, siento que desde que me levante he estado corriendo de un lugar hacia otro.

—¿Qué ocurre? — pregunto Kevin cuando los chicos dejaron de empujarnos y terminamos en la sala.

—Hoy es cumpleaños de Madison.

—¿Madison? — preguntamos los dos al unísono.

—Vamos a prepararle una sorpresa. — exclamo JiMin.

—¡Yo hare el pastel! — exclamo Jin quien se estaba remangando las mangas para hacer su ingreso a la cocina.

—¿Quieres ayuda? — pregunto Rebecca.

—Uhm...— Jin no supo qué respuesta darle.

—No vaya a ser que quiera malograrle el pastel a madison. — susurro HoSeok hacia Nam Joon quien estaba a su lado.

—¡¿Qué?! — grito enfadada.

Enseguida HoSeok salió corriendo riendo como un completo loco, adoraba la personalidad de ese sujeto. Se muy bien que Rebecca no se lleva un 100% bien con Madison, me sorprendía que estuviera ayudando en su fiesta sorpresa. ¿O tal vez intenta devolverle el gesto? Ya que Madison colaboro en la fiesta sorpresa de Rebecca.

¡Cierto! — Madison cumple años antes que yo, lo cual significaba que se aproximaba mi cumpleaños.

***

Rebecca y yo nos pusimos de acuerdo para hacer un regalo (elaborado por nosotras mismas) para Madison. El pastel estaba listo, las luces apagadas, y JiMin se encargó de traer a Madison. Cuando ingresaron. Nos lanzamos hacia ella.

—¡Feliz Cumpleaños! — gritamos.

Incluso Madison se apareció en el bunker con algunos amigos pero también vinieron por su cuenta algunas personas más de la base, las cuales tan solo eran conocidos, o completos desconocidos.

—Vamos. — jale a Rebecca del brazo.

Las dos nos acercamos hacia Madison con su regalo envuelto de papel bond con dibujos el cual lo envolvía. En estos tiempos es difícil conseguir papel de regalo, pero nos las ingeniamos para elaborar uno. Estábamos a pocos metros de ellas, a punto de entregarle su regalo, cuando un joven de los que no conocíamos, intervino, poniéndose entre Madison y nosotros, de su bolsillo saco una especia de jeringa con un líquido de color amarillo, el mismo color de los ojos de los lobos y se acercó de una forma tan brusca hacia mí que no lo vi venir por completo. Clavándome la aguja en mí cuelo. Cuando este se apartó, enseguida caí al piso. Todo se detuvo a mí alrededor. No sabía exactamente que rayos era eso. En seguida JiMin, Mark y los otros se lanzaron sobre él. Sentí mi corazón acelerarse rápidamente. Al parecer me estaba dando una taquicardia.

—N-no...no. — empecé a llorar.

—¡July! — Jackson fue el primero en auxiliarme, Kevin atrás de él, vinieron.

Kevin quito la jeringa y la tiro a un lado. Puso su cabeza en mi pecho, para poder escuchar mis latidos, luego se apartó y puso sus dedos en mi cuello, para calcular mi pulso.

—Va a entrar en estado de shock.

Y así fue, mientras ellos me llevaban a la enfermería, no pude continuar con los ojos abiertos, aquel mareo que sentía algunas veces cuando ocurría el intercambio se hizo presente, y al abrirlos, me encontraba recostada en mi cama. Las cortinas un poco abiertas, lo cual permitía el paso de un rayo de sol, hacia mi rostro.

—N-no...— susurre.

Me levante de golpe y fui corriendo, para abrir las cortinas de golpe, y confirmar lo que había pensado.

—Regrese...

Tras casi 2 semanas en White Field sin tener noticia alguna sobre Red Zone, estaba por tirar la toalla a un lado. Cada vez que recordaba aquel moment, el sentir de la aguja atravesando mi piel e inyectándome aquel líquido, creo que fue el fin. Regrese de la universidad, JungKook insistió en acompañarme, pero no quise, estaba decaída, necesitaba estar sola, pero también tenía que ser discreta, no quería que alguno de ellos o mi madre se diera cuenta de lo que ocurría conmigo. Cuando alguien me preguntaba, respondía que estaba así por mi periodo, echándole la completa culpa a la menstruación por mi estado de ánimo. Me recosté en mi cama, sin cambiarme de ropa. Al cerrar mis ojos para irme a dormir, sentí una ligera brisa, los abrí de golpe y me di con la sorpresa de que estaba en la habitación de los espejos. En frente de mí se encontraba ella. En su respectiva dimensión.

—Antes de que digas algo, quiero informarte lo que ocurrio. — no dejo que ni mencione palabra alguna. La escucharía primero. —Aquel sujeto fue un espía de Heliux, ¿fue? Pues sí, está muerto. Yoon Gi se encargó de él en los minutos después de que te desmayaste.

—¿Cómo lo sabes?

—Yo pude verlo, por casi 10 minutos estuviste inconsciente, los cuales aun seguías permaneciendo en Red Zone y yo pude ver lo ocurrido, antes de que el cambio se realizara. — confeso.

Cada una tenía las mismas cadenas en los tobillos, no podíamos acercarnos al espejo, ni tampoco traspasarlo.

—He estado practicando un poco y ya sé cómo llegar aquí. — sonrió forzadamente.

—¿Aquí?

—Al salón de los espejos.

—¿A sí? — pregunte asombrada.

—Trate de comunicarme contigo por varios días, pero no lograbas encontrar la forma de llegar aquí.

—¿Cómo lo lograste? — estaba curiosa.

—Trata de despejar tu mente, respira hondo, y memoriza el espejo una y otra vez hasta que cuando abras tus ojos ya estés aquí.

—Parece fácil...— hice una mueca, con la cabeza agachada, mirando hacia el piso.

—No lo es. — añadió ella. —Lo intente varias veces, es difícil no pensar en nada cuando hay tanto a tu alrededor.

—Uhm...

—Quiero intentar algo.

—Claro.

—Respira hondo, relaja los músculos de tu cuello, trata de contar lentamente del 10 al 1 y en tu mente debe estar en blanco.

Intente hacer lo que me dijo, pero tenía razón, era complicado.

—Sigue intentándolo. — insistió.

—No puedo. — cerré los ojos fuertemente y apreté mis puños.

—¡Vamos! — grito. —Piensa en algo, en una sola cosa entonces.

¿En que podría pensar?

—¡Cuando Yoon Gi te beso por primera vez! — exclamo ella.

Lo intente, cerré mis ojos, empecé a respirar tranquilamente, pero no le hice caso a lo que me dijo la de Red Zone, en vez de pensar en el primer beso que Yoon Gi me dio, recordé aquel día en el cual él toco el violín para mí.

—Diez...nueve...ocho...— relaje los hombros, respire profundamente. —Siete...seis.

En eso escuche un pequeño ruido, me detuve y abrí los ojos.

—¡Lo lograste! — exclamo muy emocionada.

—¿Qué? ¿Qué cosa?

Cuando agache la cabeza, me di cuenta de que las cadenas, se habían roto.

—No bromees...— susurre perpleja.

En eso levante la mirada y vi como la July de Red Zone, atravesaba mi espejo.

—¡¿Qué?!

—Vamos, —se pone atrás de mí y me da un leve empujón. —Puedes regresar. — sonrió.

Díganme que esto es un mal chiste...

Unknown Known 3: Red |BTS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora