si no te gusta ahi esta manuela la derecha

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- si van a hacerlo no cuenten conmigo – dijo Dimitri a sus primos mientras soltaba el humo de su cigarro al hablar

- eres un cobarde – dijo su primo, Dimitri sonrió

- más que una debilidad creo que el doncel es una fortaleza del demonio – Dimitri sonrió aún más recordando como logro escapar de la hacienda aprovechando el pavor que el rubio enojado había causado en la trinidad y la conmoción por los estragos de la pelea que ahí se había librado – es más fácil matar al demonio directamente – rio Dimitri mientras se acariciaba el brazo derecho que estaba enyesado, pensar que un doncel rubio tan pequeño y encima embarazado de un movimiento le había roto el brazo en tres partes.

Habían pasado un par de días desde el ataque del hijo del ruso a la hacienda akatsuki, y Sasuke estaba más paranoico que nunca creyendo que hasta el aire le haría daño a su rubio y a su pequeño hijo aunque fuera todo lo contrario, por otro lado el rubio estaba más irritado que nunca, llevaba ya siete meses sin poder comer su preciado ramen y aguantando las patadas ninjas de su retoño.

La trinidad y Naruto estaban sentados en el comedor, eran alrededor de las siete de la noche, comían en una mesa demasiado grande para los cuatro, con Sasuke a la cabeza, Naruto a la derecha, Suigetsu a su izquierda al igual que Karin quien se hallaba a un lado de Suigetsu, todos comiendo en silencio mientras el televisor pasaba las noticias internacionales y los sirvientes a una distancia prudente de los comensales se mantenían firmes, Naruto jugaba con la comida y las salsas haciendo extrañas mezclas que a una mente menos hormonada nunca se le hubiera ocurrido.

- le va a dar diarrea – advirtió Suigetsu riendo, Sasuke le miro con gracia

- es normal que se le antojen cosas raras a los embarazados – dijo Karin como si fuera lo más obvio del mundo mientras tecleaba en su móvil mandando mensajes con su nuevo novio o más bien, su nuevo acoston de la semana

- auch! – Se quejó Naruto, Sasuke se alertó mientras veía a Naruto poner sus manos en la ya prominente panza - ¿Por qué patea tan fuerte ttebayo? – pregunto Naruto quejándose por el dolor

- lo heredo de ti – dijo Suigetsu mientras se llevaba una cucharada a la boca de su comida, Sasuke miraba con cierta ilusión la barriga de Naruto

- ¿quieres sentir? – pregunto Naruto sonriendo al ver el deseo de su esposo, Sasuke asintió ligeramente, antes nunca había hecho eso porque Naruto se ponía como un demonio por el dolor de las patadas y el azabache prefería no andar por ahí, Sasuke se acercó con cuidado poniéndose de rodillas frente a Naruto, los sirvientes que se encontraban ahí no podían con la sorpresa, estaban acostumbrados a ver al aterrador rey demonio de la mafia, no a esta versión de Sasuke Uchiha que se veía como un padre de familia amoroso mientras con cuidado acercaba sus manos a la barriga de su esposo donde su pequeño hijo crecía poco a poco, Suigetsu y Karin sonrieron mientras Naruto tomaba las manos de Sasuke para posicionarlas en el sitio donde las patadas eran más fuertes, los ojos de Sasuke se iluminaron cuando a través de la tela de la ropa del rubio pudo sentir el movimiento, sin poderlo evitar y casi por inercia pego su oreja a la barriga de Naruto tratando de escuchar a su pequeño hijo, Naruto sonrió enternecido mientras con cierta expresión de dolor soportaba las fuertes patadas de su hijo

- detente Eiji, le estás haciendo daño a tu papá – dijo Sasuke acariciando la barriga del rubio

- ¿Eiji? – pregunto Naruto algo sorprendido

- significa alguien que tiene cualidades de líder – explico Sasuke quien al ver como las patadas cesaban alejo, su cabeza de la barriga de su esposo para mirar los ojos azules de Naruto

- me gusta – dijo Naruto sonriendo

En ese momento algo llamo la atención de la trinidad mientras Naruto por su parte solo miraba algo curioso, el presidente de los estados unidos estaba dando un discurso desde la afamada casa blanca

aunque tenga que encerrarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora