1. Las Cartas de Hogwarts

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Era una tarde tranquila en una zona de Londres, donde el sol brillaba débilmente sobre las casas y edificios de ladrillo que habían quedado con estructuras de principios del siglo XX. En la calle de Hartington Road los residentes apreciaban demasiado el clima que estaban presenciando; sacaban a pasear a sus mascotas, tomaban asiento en una de las bancas del parque mientras los niños disfrutaban de los juegos, que aún continuaban con gotas de lluvía. Niños un poco más mayores, disfrutaban tirarse sobre el barro, saltar sobre los enormes estancamientos de agua lodosa sobre el césped que se habían formado gracias a la lluvía de esa misma mañana.

En una de las casas del lugar, específicamente la número 77; por los cristales de una de las blancas ventanas, una niña observaba con atención todo lo que sucedía a las afueras. Los ojos de un gris verdoso clavados en toda la diversión que ocurría en el exterior, su piel blanca como la nieve y un hermoso cabello de color castaño oscuro: Annily Snape, una niña inteligente y astuta, que ahora por las estrictas normas que se mantenían en casa, estaba con las manos reposadas sobre los ventanales y con la mirada ansiosa sobre aquel parque situado justo al frente de ella.

Tras ella aguardaba una mesita llena de hojas y libros; pequeños deberes vacacionales que su padre le aplicaba para "matar el tiempo", y además de libros que ya se había leído más de tres veces. Lo que Annily más deseaba era salir a jugar, lo venía deseando desde que despertó en la mañana, pero le negaron salir el día de hoy por ciertas cuestiones.

Se abrió una de las puertas del pasillo, y Annily regreso rápidamente a la mesa para fingir escribir algo en una hoja de pergamino. De aquella habitación salió un hombre alto, de cabello largo oscuro, y si se podría decir grasoso, él vestía ropa oscura y tenía una expresión de seriedad y amargura tremenda.

Ese era el padre de Annily, llamado Severus Snape: un hombre caracterizado por ser antipático, sarcástico, negativo, serio y muy poco optimista. Snape Siempre trabajaba en su oficina, era un profesor en un colegio de magia y rara era la vez que no se veía absorto por sus obligaciones del trabajo. Snape subió las escaleras en busca de más documentos importantes en una habitación reservada únicamente para ello, una vez encontró lo que necesitaba regreso a su oficina para continuar su labor.

Cuando el trabajaba, estrictamente la casa debía estar en silencio para que no se le colmara la paciencia, todo lo que el ordenara debía acatarse de inmediato. Si alguien se acercaba lo suficiente a su oficina cuando él estaba dentro, solo podría percibir el sonido de la pluma rozando sobre el pergamino, y de vez en cuando un murmullo de fastidio. Hacer un tumulto cuando él estaba ocupado era una completa estupidez.

Annily dejo la pluma y el pergamino a un lado, volvió a mirar con anhelo todo lo divertido que sucedía afuera y se dirigió a la cocina para encontrar su propia diversión dentro de casa, algo que la gente de afuera no podría realizar ni aunque se lo explicarán cientos de veces.

Este municipio de Londres era el sitio menos mágico que pudiera existir en esta región inglesa, era casi imposible encontrar magia en el lugar, y eso era justamente lo que diferenciaba a Annily y a Snape de los otros residentes de la calle o el municipio en general. A los Muggles se les dificultaba que comprender o apreciar la magia sin perder la calma, cualquiera que entrara a la casa número 77 de la calle, se extrañaría al ver el estilo de vida de estos dos. Empezando por la forma con la que se limpiaba la casa, los títulos de libros, fotografías y las formas de vestir.

Un ejemplo descabellado era la cocina de la casa, donde nunca se cocinaba pero se mantenía impecable con ayuda de esponjas y trapos que limpiaban las alacenas, estantes y la mesa; trapeadores que se encargaban del suelo, y los trastos sucios que volaban por los aires mientras se lavaban. Todo hecho por magia. El único sitio donde se podía hacer todo el desastre que uno quisiera, con la certeza de que en menos de un minuto todo estará limpio de nuevo. El sitio favorito de Annily para hacer (o más bien fingir) que preparaba pociones, era algo que le gustaba mucho hacer cuando no hallaba algo divertido. Tomaba Bowls como calderos y fruta, verduras y cosas del patio como ingredientes.

The Half Blood Princess (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora