6. Luna Lovegood

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Conforme pasaban los días las cosas iban poniéndose mejor. Sus trabajos recibían las mejores calificaciones, incluyendo en Pociones. Las amistades crecían conforme pasaban los días, pero eso no quería decir que todas fueran demasiado confiables.

Se encontraban en la sala común de Gryffindor, los gemelos Weasley se batían en un duelo amistoso con Alicia Spinnet y Angelina Johnson. Ginevra mientras tanto, había desarrollado la manía de escribir de forma constante en un pequeño cuaderno suyo. No dejaba que nadie leyera lo que escribía, y cuando se acercaban a hablar con ella mientras tenía el diario abierto, lo cerraba de inmediato. Se llegó a la conclusión de que Ginny escribía parte de sus pensamientos, y estos quizás llegaban a ser tan penosos que no se sentía segura de querer mostrarlo a alguien más.

El muy esperado fin de semana llegó, todos solían aprovecharlo para levantarse hasta tarde, por lo que el desayuno se extendía hasta las 11:30 de la mañana.

En el dormitorio de las chicas de primer año, Annily y Samantha Vonnie eran las primeras en levantarse para ir a desayunar. Ginny aún continuaba dormida abrazando fuertemente su diario. Creyó que la mejor opción sería dejar a Ginny dormir hasta donde quisiera, había permanecido hasta altas horas de la noche escribiendo.

Ese día en el Gran Comedor había huevos con tocino y sandwiches de carne para desayunar, acompañado de zumo de zanahoria o de uva. Apenas se llenaban las mesas de las casas, los más madrugadores se encontraban allí, por ejemplo, Draco Malfoy, quien estaba sentado junto a Daphne Greengrass en la mesa de Slytherin, conversando solamente entre ellos.

Annily vació su plato hasta casi limpiarlo, quiso repetir y no pudo evitar denegarse el privilegio de servirse un segundo plato. Al terminar se levanto de inmediato de la mesa para evitar servirse un tercero.

—¿Te han abandonado tus amigos, Snape? —Draco Malfoy buscaba formas de molestarla, y ella estaba de tan buen humor que iba a ser imposible que lo lograra.

Ignorándolo por completo, Annily abandono el Gran Comedor, los demás alumnos comenzaban a despertarse, y el castillo se llenaba cada vez más de chicos somnolientos.

La biblioteca era el único lugar casi vacío a esas horas de la mañana, la señora Pince estaba desempolvando los libros de los estantes con ayuda de la magia, limpiaba los sofás y supervisaba de forma obsesiva que cada libro se encontrara en su lugar.

La secciones de Criaturas y Pociones eran las preferidas de Annily, había perdido la cuenta de las veces que había leído libros referentes a estos temas. Uno de sus libros favoritos era el de Newt Scamander titulado Animales Fantásticos y Donde Encontrarlos, se lo sabía de memoria al derecho y al revés, que muchos pensarían que ya no tendría sentido leer algo de lo que ya se habían aprendido todo, como nunca le aburría, nunca dejaría de leerlo.

Primero leyó el libro anteriormente mencionado, y luego tomó otro de una sección completamente distinta, sobre runas antiguas, que estaba escrito en un lenguaje demasiado extraño como para intentar estimar que significaba cada cosa, la información parecía interesante pero hasta ahora le era incomprensible.

La señora Pince la observaba de vez en cuando de una forma algo extraña, hacía que Annily se sintiera incomoda estando en la biblioteca, y deseaba profundamente que algún otro estudiante se apareciera por la biblioteca para que la Señora Pince tuviera a alguien más a quien observar. Annily presto el libro para poder leerlo en algún otro lado alejado de la señora Pince, en el proceso de préstamo la bibliotecaria no apartaba la mirada de los ojos de Annily, por lo que ella miraba al techo todo lo que podía para evitar la mirada de la mujer.

Afuera, los pasillos continuaban algo desiertos, el bullicio se acumulaba solo en el Gran Comedor. Por las ventanas entraban los débiles rayos del sol, que apenas estaba saliendo de entre las montañas.

The Half Blood Princess (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora