The Half Blood Princess (Harry Potter)

15. El Nuevo Mensaje en la Pared

La profesora McGonagall se encontraba en la entrada de su aula, lista para impartir su clase, no había pasado mucho desde que llevó a los de cuarto curso al aula de Encantamientos y de que se encontrará a Potter y Weasley queriéndose colar a la enfermería para ver a su amiga, ahora estaba esperando a recibir a los alumnos de Gryffindor de primer curso, que ya se habían demorado demasiado.

Finalmente vio al profesor Binns acercarse con un pequeño grupo de Gryffindor por uno de los pasillos, se acercó a recibirlos, y entonces el profesor Binns se retiró, traspasando las paredes.

Los alumnos fueron entrando uno por uno, la profesora contó las cabezas que pasaban al aula, percatándose que tenía solo nueve alumnos de los once que le quedaban (con Colin Creevey en la enfermería).

La profesora McGonagall preocupada por la falta de alumnos fue directamente a su escritorio y sacó el pergamino donde escrito los nombres de los de primer curso.

—Cuando escuchen su nombre, responderán presente —dijo la profesora sería, mirando atentamente a la clase mientras terminaba de contar mentalmente, por segunda vez.— Blair, Elionor.

La niña de cabello cobrizo y rizado respondió, la profesora McGonagall siguió pasando la lista (a excepción de Colin), la mayoría respondía, no fue hasta llegar a la letra S que se dio cuenta de quien faltaba.

—Snape, Annily.

En el aula hubo silencio, la niña de los ojos de un color inusual, no estaba sentada en su pupitre y tampoco se había presentado a la clase. Ginny Weasley tampoco estaba en su lugar; esas dos eran amigas así que se podría decir que ambas se habían puesto de acuerdo en no entrar.

—¿Alguien sabe por que la señorita Snape y la señorita Weasley no se molestaron en venir a clases hoy?

Todos se miraron unos con otros, y entre murmullos empezaron a comentar. La profesora McGonagall pidió silencio y que alguien comentará lo que sabía en voz alta. Madison Hunter se animó a hablar:

—Venían con nosotros por los pasillos, profesora —contestó la niña de tez morena y cabello marrón rizado.

Si se habían puesto de acuerdo para no entrar a clases las dos se verían en muy serios problemas, ambas eran unas alumnas excelentes pero eso no quería decir que no debían obedecer las reglas y más ahora que la situación en el colegio era crítica. Hablaría con Snape en cuanto lo viera, aunque le doliera mucho que castigará a Annily, lo que había hecho con Weasley debia corregirse de inmediato. Con los padres de Weasley enviaría una carta.

Inicio la clase como siempre, con algo de prisa por el tiempo que había perdido debido a la tardanza del profesor Binns. Explico primero a todo el grupo, y luego se puso a entregar a cada alumno lo que debía trasformar. Intento ser más rápida, cuando cinco de los alumnos lograron pasar de un trozo de papel a un pétalo de flor, dejo que aquellos que no lo habían logrado lo dejarán como uno de sus deberes. Consiguiente, les dejo hacer un pequeño ensayo.

Para cuándo todos los pergaminos estuvieron entregados, ya faltaba poco para que la clase concluyera. Decidio que ya había pedido demasiado a este grupo, al lograr hacer todo lo programado en en menos tiempo, así que los recompensó sin deberes.

La campana sonó, y por fin las clases habían terminado, los alumnos fueron guiados por la profesora McGonagall hasta la sala común, donde pasó la lista. De regreso, noto como Weasley y Snape no se habían molestado tampoco en regresar a la sala común con su grupo, que era lo que el nuevo e improvisado protocolo de Hogwarts marcaba por la seguridad de sus estudiantes. Necesitaba hablar con Snape de inmediato respecto a Annily.

Al pasar por el pasillo del segundo piso, se llevó la sorpresa de que estaba inundado (otra vez), la fantasma había dejado los grifos abiertos de nuevo. McGonagall limpio todo con ayuda de la magia, entonces continuo por su camino pasando por el muro donde se había escrito el mensaje la noche de Halloween, y que los alumnos temian tanto, pero por fin hoy se pondría fin a todo esto.