11. La Poción Multijugos

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A la mañana siguiente, la nevada que había empezado a caer por la noche se había transformado en una tormenta de nieve tan recia que se suspendieron las ultimas clases de Herbología del trimestre. La profesora Sprout quiso tapar las mandrágoras con pañuelos y medias, una operación delicada que no habría confiado a nadie, puesto que el crecimiento de las mandrágoras se había convertido en algo tan importante para revivir a la señora Norris y a Colin Creevey.

El día de hoy se encontraban en clases con la profesora McGonagall; en el aula se veía a los estudiantes concentrados, intentando convertir una pequeña caracola en un botón.

El frio se colaba por los muros del castillo, con el uniforme, la túnica, otro abrigo por encima de este y la bufanda, era la única forma de mantenerse caliente. El pupitre de Colin permanecía vacío, nadie se sentaba en el, para así respetar la ausencia de su compañero. A veces se ponían de acuerdo para visitarlo, pero hacerlo era similar a ver a un tronco; el no hablaba y mucho menos se movía, su cara continuaba representando esa expresión de miedo y asombro que había puesto cuando el Heredero lo encontró y lo petrificó.

El silencio en el aula era tan notorio sin Colin, solo los estornudos de Madison podían ahuyentarlo. La profesora McGonagall, trataba de mantener la calma frente a sus estudiantes, paseaba por los pupitres y examinaba el trabajo de sus alumnos, dando comentarios constructivos si hacían falta ó animándoles a intentarlo de nuevo, también les recordaba los que se requería para la Transformación.

—No olviden los principios mínimos de la transformación —dijo la profesora McGonagall con tono firme pero gentil— Se los mencione en las primeras clases, no les creeré si dicen que los han olvidado, ¡Vamos! ¡Díganme cuales son!

Los alumnos levantaron la mirada en dirección a la profesora McGonagall. Algunos no conseguían lograr un cambio, otros solo habían trasformado medía caracola en botón, y luego estaba Annily, quien había logrado convertirla en botón pero juraba que aún se sentía la textura de caracola. La clase se miro entre si, solo cuatro lograron responder en unisono a la petición de McGonagall:

—Principio de efectuación, consiste en visualizar el objeto que se quiere transformar y previsualizar en que se quiere transformar.

—Muy bien ¿que hay del segundo? — preguntó de nuevo la profesora McGonagall con evidente orgullo de que por lo menos algunos hubieran respondido sin dificultad.

—Principio de formulación, hay que pronunciar bien los encantamientos y efectuar de la mejor manera posible el movimiento correspondiente —esta vez todo el grupo de alumnos contesto de forma inmediata.

La profesora se encontraba lista para preguntar el tercer y ultimo principio en la transformación, pero un ruido poco usual que se escucho fuera del aula interrumpió la clase. La profesora McGonagall se quedo un momento en silencio, el alumnado hizo lo mismo, como no se escucho nada en los próximos cinco minutos, todos volvieron al tema de la clase.

—¿Y que hay del tercer principio? ¿Cual es el ultimo....? —preguntó, pero la profesora fue interrumpida.

—¡AGRESIÓN! ¡AGRESIÓN! ¡OTRA AGRESIÓN! ¡NINGÚN MORTAL O FANTASMA ESTÁ A SALVO! ¡SÁLVESE QUIÉN PUEDA! ¡AGRESIÓOOON!— se escuchaba la voz de Peeves a lo lejos.

Escuchar al Poltergeist fue suficiente para que la profesora McGonagall sacara la varita, y diera indicaciones a sus alumnos.

—No quiero que salgan a los pasillos, a menos de que exista un riesgo dentro de esta aula tienen la orden de ir inmediatamente al Gran Comedor.

La confusión invadió a los estudiantes mientras veían como McGonagall abandonaba el aula con rapidez.

—¿Otra agresión? ¡Por Merlín!— grito Samantha Vonnie, poniéndose de pie— ¿Quien habrá sido esta vez?

The Half Blood Princess (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora