The Half Blood Princess (Harry Potter)

5. Clases en Hogwarts

En Hogwarts había 142 escaleras, algunas amplias y despejadas, otras estrechas y destartaladas. Algunas llevaban a lugares diferentes los viernes. Otras tenían unos escalón que desaparecía a mitad del camino y había que recordarlo para saltar. Después, había puertas que no se abrían, a menos que uno lo pidiera con amabilidad o les hiciera cosquillas en el lugar exacto, y puertas que, en realidad, no lo eran, sino sólidas paredes que fingían ser puertas. También era muy difícil recordar dónde estaba todo, los gemelos Weasley le dieron a Annily las referencias para guiarse por el castillo escritas en un pergamino pero luego resultaba ser inutil, ya que parecía que las cosas cambiaban de lugar continuamente. Las personas de los retratos seguían visitándose continuamente unos a otros, y las armaduras cambiaban de puesto.

Los fantasmas no eran de mucha ayuda. Siempre era una desagradable sorpresa que alguno se deslizara súbitamente a través de la puerta que se intentaba abrir. Nick Casi Decapitado (El fantasma de Gryffindor) siempre se sentía contento de señalar el camino indicado a los nuevos Gryffindors.

También les advirtieron sobre Peeves, el Poltergeist que habitaba en el colegio, ya que solía hacer bromas a los estudiantes, hasta ahora, Annily no se había encontrado con el famoso Peeves. Ginny había tenido la desgracia de ser una de sus víctimas para bromas, y a juzgar por la reacción de la pelirroja, aquello no le gustó.

Pero aún peor que Peeves, si eso era posible, era el celador, Argus Filch, Annily recordaba que Filch vigilaba los pasillos junto con su gata, La señora Norris, una criatura flacucha y de color polvoriento, con ojos saltones como linternas, iguales a los de Filch. Si uno infringía una regla delante de ella, o ponía un pie fuera de la linea permitida, se escabullía para buscar a Filch, el cual aparecía segundos mas tarde. Todos los estudiantes lo detestaban, y muchos tenían el deseo de darle una buena patada a la señora Norris.

La noche dio paso al día, las alumnas de primer curso madrugaron lo suficiente para no perderse el desayuno. A los bordes de la cama les habían dejado el uniforme correspondiente a Gryffindor; la corbata roja y plateada, la túnica con las mangas y el cuello rojo, y el escudo de la propia casa cosido en el. Todas portaron el uniforme de la mejor forma posible y bajaron a la sala común.

Annily tenía curiosidad de como se impartirán realmente las clases en Hogwarts. De pequeña nunca le habían permitido entrar a una, pero ahora por fin lo sabría. Junto a Ginny resultó ser de las primeras asomarse por el Gran Comedor; El techo encantado estaba de un color gris demasiado triste, debido a una ligera lluvia que había caído durante la noche. Las cuatro mesas correspondientes a las cuatro casas estaban repletas de soperas con gachas de avena, fuentes de arenques ahumados, montones de pan tostado y platos de huevos con beicon.

Tomaron asiento en uno de los sitios del medio en la mesa de Gryffindor, y poco a poco conforme pasaba el tiempo los alumnos iban llegando al Gran Comedor. Los prefectos tenían su propia sección en la mesa, del lado en el cual estaban cerca a la mesa de profesores, que en esos momentos estaba vacía.

Fred y George se sentaron lo más cerca que pudieron de su hermana pequeña, Annily tuvo la sensación que intentaban formar una amistad con ella, pero no lo tenía confirmado aún.

A mitad del desayuno, las lechuzas entraron con el correo, volando por las cabezas de los alumnos, dando vueltas por la estancia y dejando caer las cartas y paquetes a la alborotada multitud. Ginny buscaba esperanzada alguna carta de su madre, mientras Annily no se molestaba ni en buscar, por dos razones; ella no tenía lechuza y no creía que su padre mandara una carta con su lechuza, en un lugar donde el igual se encontraba.

Mejor se concentró en su desayuno, las gachas de avena estaban tan buenas que se disfrutaba cada cucharada que se llevaba a la boca, y las tostadas no eran la excepción. Las conversaciones animadas inundaban sobre el Gran Comedor. Incluso un chico de Gryffindor igual de primer curso, llamado Colin, inició una conversación con Annily de inmediato.