9. El Supuesto Heredero

8.2K 673 136
                                    

El comportamiento de Ginny continuaba en decadencia, Percy, el hermano mayor de Ginny, sacó la conclusión de que su hermana pequeña resultaba muy afectada por lo de la Señora Norris, ya que Ginny era muy amante de los gatos. A parte de la pelirroja, a quien le era imposible olvidar los sucesos de Halloween, lo que restaba del colegio, ya parecían haberlo olvidado con el pasar de las semanas, el tema ya no era tan hablado como en días anteriores.

A las afueras del castillo, había un cielo nublado que amenazaba con lluvia. El sol caía con lentitud por los arboles del bosque prohibido, dejando a su paso a la Luna y las estrellas. El olor característico de la cena comenzó a propagarse por el Gran Comedor, decenas de alumnos tomaban sus sitios sobre una de las cuatro mesas y se dedicaban por completo a vaciar el plato.

Mientras tanto, unos cuatro pisos más arriba, Annily estaba tan clavada en uno de los libros de la biblioteca, que no se percató que se aproximaban las seis de la tarde y que tendría que ir al Gran Comedor a ocupar un sitio.
El libro de Antídotos estaba tan interesante, y se había introducido bastante en el contenido de las paginas que no había notado lo rápido que se pasaron las horas.

Aunque la biblioteca y los pasillos estaban empezando a vaciarse conforme se iban al gran comedor, aún quedaban pocos que resultaban ser suficientes como para continuar con el poco tumulto que la señora Pince podía tolerar; cuando la bibliotecaria abandonó su más preciado santuario, el volumen en las conversaciones subió, y con ello el ruido en la biblioteca. Los cuantos prefectos que se encontraban en el sitio comenzaron a callar a los que podían, pero no era suficiente. Ya no existía aquella tranquilidad y paz que permitía a cualquier amante del conocimiento, sumergirse dentro de las páginas de un libro. Annily tuvo que interrumpir su lectura y posponerla hasta volver a encontrar paz en el ambiente.

Guardo el libro dentro de su mochila, y salió del lugar. Cenar era algo que le apetecía en estos momentos, y no dudaba que los platillos que se preparaban en Hogwarts resultaban ser los mejores. Caminando tranquilamente por los pasillos del segundo piso, Annily se encontró con un grupo que hizo que su trayecto al Gran Comedor ya no resultará tan agradable: Draco Malfoy, junto a su pandilla conformada por Crabbe, Goyle Y está vez, Pansy Parkinson.

Intento pasarlos, sin que nada sucediera al respecto. Pero Draco, todo un amante del alboroto, paso a su lado golpeando hombro y hombro, rozándose las manos.

—¡Ups! —fue lo último que Draco dijo, antes de reírse junto a su pandilla y dar la vuelta a la esquina.

Por un momento Annily no comprendió que resultaba tan gracioso, pero luego al mirarse la mano que Draco habia rozado lo entendió: había tinta de color negro en gran parte de su mano. Dio un suspiro y contó hasta tres, convencida que en cuanto regresará a la Mansión Malfoy y la señora Malfoy se ausentará un poco, Draco tendría su merecido.

El banco más cercano era el que estaba en el pasillo difamado. Para ella y una pequeña cantidad de alumnos, y posiblemente los profesores, el pasillo seguía siendo un sitio cualquiera, tranquilo y silencioso. Llegó y paso cautelosamente frente al mensaje sobre la pared, reviviendo sin querer la imagen de la gata petrificada de Filch.

Sacudió la cabeza, como si quisiera esfumar aquella imagen de su mente, y se dirigió a la puerta del aseo; una puerta grande de madera, común y corriente. Había escuchado bastantes rumores de este aseo, pero no cuando era niña se molestó en venir a confirmarlos.

Abrió la puerta y entró rápidamente. Aquel era el cuarto de baño más triste y deprimente en el que Annily había puesto nunca los pies. y el que estaba en el peor estado. Debajo de un espejo, grande, quebrado y manchado, había una fila de lavamanos de piedra en muy mal estado. El suelo estaba mojado y reflejaba la luz triste que daban las llamas de unas pocas velas que se consumían en sus candelabros. Las puertas de los escusados estaban rayadas y rotas, y una colgaba fuera de las bisagras.

The Half Blood Princess (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora