N/A: Léanla por favor.
Perdón por el retraso en la publicación del capítulo me hacía falta inspiración, pero siento que al final me ha quedado bien. La canción de la multimedia es “Blood Pressure - MuteMath" y aunque no tiene nada que ver con el capítulo deseaba ponerla. Qué disfruten su lectura.(Farah)
Es irónico que a veces cuando fingimos es cuando más normal actuamos.
Puede suceder por casualidad, un golpe de suerte o en mi caso algo que hago con tanta frecuencia como lo es respirar.Si fuera una persona recién llegada no sospecharía lo que sucedió aquí, no hay nada que te de alguna señal de lo que pasó.
Me he quedado más tiempo del debido con la vista en la mansión, pero la mente muy lejos de aquí.
— Señorita ¿Se encuentra usted bien? - Pregunta alguien sacándome de mis pensamientos.
La voz pertenece a un hombre de unos cincuenta y pocos, un poco canoso.
— Sí. - Respondo fríamente decidida a irme lo más pronto posible.
— ¿Puedo preguntar por qué está aquí? - No lo dice con mala intención, pero supongo que una actitud tan fría como la mía puede inspirar desconfianza.
— Solo... llegué.
— ¿Y sus padres? - Es la primera vez que oigo esa pregunta, pero era de suponer que la hiciera, tengo dieciséis años.
— No tengo. - Me examina con la mirada, pero se detiene en mi cuello.
Tengo una venda que me rodea el cuello, quizá es algo exagerado ya que la herida que me hizo Villan es pequeña pero Alba es así.
Con suerte pensará que intenté suicidarme.
— Debo irme. - Doy un vistazo al reloj en mi muñeca y comienzo a caminar hacia el auto que esta a un par de manzanas de aquí.
— Su nombre - Paro y volteo un poco.
— Crystal ¿El suyo?
— Logan Klein, ¿Desea pasar a mi casa? - La lástima reflejada en su mirada me desagrada, dudo que me sirva de algo.
Reanudo mi caminata, sin mirar atrás, lo que más odio es que me tengan lástima.
Para personas como él, que lo tienen todo, el que acepten sus actos de “bondad” no es más que autosatisfacción.
Entro al auto y conduzco en dirección a lo que podríamos llamar “Cuartel General” de la organización a la que perteneciamos, en mi habitación hay cosas que me pueden ser de ayuda, así que necesito entrar.
...
Comienzo a buscar las armas que dejé aquí. Desde hace más o menos media hora logré entrar a mi habitación.
Me sorprende que todo siga igual, también busco el sobre con la información de la familia Villan.
Al encontrar todo lo que busco y estar a punto de irme oigo pasos acercarse a la habitación, voy hacia el armario y me encierro ahí, los pasos se detienen y comienza una conversación.
— No debes estar aquí y lo sabes. - No reconozco la voz, pero por el tono de ella parece un tanto molesto.
— Lo sé, es solo que...
— ¡Basta, Kyle! No nos vengas ahora con culpa y tristeza, fuiste tú quien no le dio oportunidad a Farah.
Así que ahora te sientes culpable Kyle...
— Largate y ve a cumplir con tus responsabilidades si no quieres que te suceda lo mismo que a ella. Además no eres quien para venir con reclamos si tú has hecho lo mismo que yo ¿No es así?
Un silencio prolongado se hace presente, desde hace mucho pude haberme ido, pero esta conversación me puede ser de ayuda, sea como sea si llegan a descubrirme no podrán hacerme nada, no solemos portar armas dentro del recinto.
— El que calla otorga. - Continua quien supongo es Kyle - Pero en vista de tu mala memoria te lo recordaré: Tú eres el causante de que estén buscando a Alba también, de no ser por ti, la única en nuestra lista sería Farah. Así que ahora ¡Largo!
La conversación concluye y alguien entra a la habitación, la persona que ha entrado recorre la habitación hasta sentarse en la cama.
Preparo una de las armas con el silenciador y salgo del armario, al ver a quien entró puedo reconocerlo a instante.
— Si aprecias tu vida, hablaremos tranquilamente. No gritarás o alzarás la voz de ninguna manera ¿Entiendes? - Kyle voltea sorprendido mientras yo le apunto con el arma. - Tú mejor que nadie sabes que mi puntería es increíble, así que te aconsejo hacer lo que te digo... Si tienes alguna arma dejala en la cama.
Kyle asiente levemente y deja caer una arma de fuego en la cama.
— Ahora cambiaremos de lugar, párate aquí y yo allá - Hace lo que le digo sin rechistar.
— ¿Estás bien? - Pregunta él, lo fulmino con la mirada - Farah yo no...
— Mejor comienza a suplicar por tu vida. - No dice nada pero me dirige una mirada incrédula y una sonrisa arrogante.
— Ambos sabemos que tú no eres capaz de nada de eso. - Apunto a su brazo derecho y disparo.
Lanza un quejido de dolor y trata de detener el sangrado con la otra mano.
— Primer error: Subestimarme. Ahora arrodillate y suplica.
— Lo lamento. - Dice después de hacer lo que le digo. - No creía que pudieras arreglar tu error, así que simplemente les aconsejé lo que creí sería mejor. - Levanta la mirada y la posa en la mía, el hecho de que pueda mantener esa arrogancia me molesta. - Deja de hacer esto Alba podría decepcio...
Disparo de nuevo esta vez al otro brazo.
— Segundo error: Mencionar a Alba. - veo la cama, unas cuantas hojas impresas en blanco y negro engrapadas yacen sobre esta.
En ellas hay una fotografía mía e información sobre mí.
— Y dime ¿Cuándo te encontraste con Dereck Villan? - Abre los ojos con sorpresa.
— Y-yo... No es... Yo no... - Tartamudea sin lograr terminar una oración y baja la mirada al suelo, parece que ha entrado en pánico.
— Tercer error: Intentar venderme al enemigo.
Me acerco lentamente a Kyle, lo tomo del cabello y tiro de el para que me vea a los ojos, hace una mueca de dolor.
— Pudiste evitarlo, Kyle. Pudiste evitarlo.
Le suelto el cabello, me alejo de él, apunto el arma a la cabeza y disparo.
...
Ya en el auto reviso los documentos que he traído,entre ellos el mío.
Emprendo el viaje hacia el departamento.
He terminado aquí...
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Deseaba preguntarles esto antes de terminar.
¿Les agradaba Kyle?
Si les agradaba déjenlo en los comentarios y si no también.
Y por favor si vas a criticar, que sean criticas constructivas y respetuosas.
Recuerda que si te gustó puedes dejar tu ★
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Octubre en Abril
Misteri / ThrillerLa vida cambia, nada es eterno... El día llega a su fin, las situaciones cambian. Los amigos cambian... Nada es eterno. Ni si quiera el dolor...