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Me dolía la cabeza. Me sentía muy desorientado, confundido y ansioso. Pero a pesar de eso, no me sentía débil; al contrario de como debería estar luego de las batallas...
Las batallas.
¡Las batallas!
-¡Todomatsu! -grité lo más fuerte que pude en un imprevisto impulso.
Abrí mis ojos y me encontraba en la oscuridad, una infinita, profunda y fría oscuridad. No sabía donde me encontraba, ¿Qué había pasado? ¿Y las batallas? ¿Y mis hermanos?
Mis hermanos. Karamatsu, él... Él murió, recuerdo haberlo visto, también recuerdo como luego de verlo perdía todas mis fuerzas y desperté aquí. Agarré mi cabeza entre mis manos. Habían tantas cosas que procesar que ni las podía nombrar, solo hacían pequeños flashes en mi mente. Me estaba cansando con solo pensarlo.
Pero lo ignoré, sentía que algo me faltaba, y ese algo era Todomatsu. No se encontraba a mi lado y eso además de ser raro, iba en contra de sus promesas de no separarse nunca de mi persona.
Esta oscuridad era muy peculiar. Podía ver mis manos y mi cuerpo con claridad, como si un reflector me golpeara directamente desde todas las direcciones; más a mi alrededor todo era negro sin dar señales de algún final o meta.
A ver, Ichimatsu, relájate un maldito segundo, organiza tus pensamientos y así encontraremos a Todomatsu y juntos nos iremos de aquí.
Sé que hablar conmigo mismo es estúpido, pero no hay mucho que hacer.
Veamos; ¿dónde estoy? No lo sé. ¿Dónde está Todomatsu? Tampoco lo sé. ¿Qué pasó con Osomatsu, Nyaa-chan y Choromatsu? Ni idea. ¿Por qué estoy aquí? No lo sé, tampoco. ¿Estoy vivo? Lo más probable es que no, así siempre pensé que sería después de morir -pero luego apareció Todomatsu y el tema de los espíritus y los daydreams y me confundió más-. No es muy confortante. Lo estaría si Todomatsu estuviera aquí. Estoy demasiado ansioso, debo hacer algo. Pero, ¿perderme en esa penumbra solo para buscarle?
Tengo que hacerlo...
Todomatsu teme a la oscuridad desde que éramos niños, si no está con alguien a quien usar como escudo le da un ataque de histeria o simplemente se pone a llorar. Me burlaría de eso antes, pero ahora que te pones en sus zapatos, entiendes lo duro que puede ser para él. Desearía que sea dónde esté, tenga algo para que lo ayude a mantener la calma.
No quise preocuparme más, sino perdería la poca tranquilidad que me quedaba y eso no me llevaría a nada. Me levanté de mi lugar y me adentré a la negrura de alrededor. Miré mis pies, los podía observar claramente, al igual que mis manos. Era demasiado extraño, muy extraño. Pero no puedo quejarme mucho, con la cantidad de cosas que me han ocurrido estos días podría hacer un libro.
Ansiedad. Más y más ansiedad. Es lo crecía en mi interior cada paso que daba. Necesitaba alguna señal de que había algo a lo qué seguir, algo que me informara sobre el paradero de mi daydream.
Pero...
¿Y si en serio estoy muerto? ¿Es así realmente lo que se siente estar muerto? ¿Solitario, desesperado, confundido y sumido en una infinita oscuridad para siempre?
¿Mi madre está metida en un lugar como éste? ¿Karamatsu también?
Pensar en como se sentirían ahora mismo aumentó mi dolor de cabeza y mi ansiedad. Un nudo en la garganta se armó poco a poco, lentamente, como queriendo hacerme sentir culpable por todas las cosas malas que he hecho a lo largo de mi vida.
Lo estaba logrando.
Empecé a perder esperanzas en lo que podría pasar para mí. Si morí, eso quiere decir que Todomatsu se ha ido, se fue a su dimensión con otra batalla perdida. Con esas almas crueles que volverán a hacerle sentir peor por Dios sabe cuanto tiempo.

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Game Of Daydreams
FanfictionCada cierto tiempo, los espíritus de la dimensión alterna a la tierra van a ésta para hacer los Juegos Daydreams, unos juegos que deciden quien será el nuevo regidor de la dimensión. Sólo un ganador, los demás muertos. Ichimatsu es un humano que ter...