Capitulo 47

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La velada casi finalizaba, todos los reconocimientos habían sido entregados, pero nadie podia irse, hasta que el organizador diera por terminada la ceremonia. Lauren y Camila estuvieron cada una por su cuenta, pero sin abandonar aquellas miradas, donde se decían todo, sin siquiera decir una palabra...

Lauren quiso probar su suerte una vez mas con Camila, y la invito de nuevo al lugar de encuentro anteriormente, aunque la morena dudosa parecía no querer, finalmente acepto, y se reunieron otra vez, una ultima vez...

-Pense que no vendrías.-Soltó la ojiverde, mirando a la morena con su ceja levantada.

-Pensaste mal...-Dijo la morena mirándola de arriba, abajo, para luego caminar hacia el espejo y arreglarse un poco.

La pelinegra no podía hacer a un lado el hecho de que casi toda la noche estuvieron coqueteando, aunque no se dijeran absolutamente nada, tan solo basto hacer contacto visual...

-Y... Esas miradas que significan?.-Pregunto la mayor apoyando su antebrazo en la pared, luciendo en esa posición extremadamente sensual e irresistible para su acompañante.

-N, n, no significan nada...-Respondió Camila con dificultad, la había puesto realmente nerviosa.

La ojiverde estaba consciente de lo que causaba en ella, solo que no podía creer que aun hacia sentir aquellas reacciones en la castaña.

Aprovecho su posición, y se acerco aun mas a ella, quedando justo detrás, sin temor o respeto la tomo de la cintura, y muy cerca de su oído, le susurro...

-Estas segura...?

La Reina olvido quien era en ese momento, de nuevo esa corriente comenzó a recorrer su cuerpo, el cosquilleo en su estomago se hizo mas intenso, cerro con fuerzas sus ojos, solo quería sentir el contacto de la ojiverde, aunque no fuese correcto, solo se daría el gusto un instante, a lo que se rindió y dejo caer su cabeza en su hombro, sintiéndola mas cerca de su cuerpo, Lauren noto como la intensidad de la acción subía, por lo que deslizo sus manos en su abdomen, la acerco a ella lo mas que pudo, teniéndola tan cerca de si, que sus cuerpos unidos parecían uno solo, se sintieron en un cálido abrazo, Lauren olía su cabello, un olor exquisito, Camila acariciaba sus brazos y su cara, sin pudor, sin vergüenza, ya conocían que entre ellas los limites no existían, ni existirán...

La chica de tez pálida aunque con su rostro ruborizado, la hizo girar, Camila casi sin respiración se dejo manipular, simplemente no tenia fuerzas, no podía luchar contra lo que Lauren le hacia sentir, aunque pensaba que todo aquello había sido reprimido, se equivoco, los sentimientos de ambas permanecían intactos, la luna y el sol, jamas se habían dejado de amar... La morena coloco sus brazos en el cuello de Lauren, haciéndola temblar, aunque nerviosa, la ojiverde la tomo del rostro, y la acaricio, con sutileza, con tal delicadeza, le dolía, el momento no solo era excitante, también era doloroso, y satisfactorio, una mezcla imposible de describir, porque tantas emociones en ellas estaban presentes, no sabían que hacer, ni estaban conscientes de lo que harían, solo se estaban dejando llevar, aunque estuviese mal, se sentía tan bien...

-Te amo Camz.-Soltó Lauren con lagrimas en sus ojos, sosteniendo con fuerza el rostro de Camila, rindiéndose ante sus sentimientos.

La morena no pudo resistir ante tal confesión, y también rompió en llanto, era demasiado que contener, ella también era un ser humano.

-Entonces por que huiste?.-Soltó Camila afligida y empujándola, había perdido el control, la situación y los recuerdos la dominaron.

La pelinegra llevo sus manos a su cabeza y la sostuvo con fuerza, se sentía tan estúpida, huir era algo de lo que se arrepentía a diario, pero tenia una explicación, nunca era tarde para dar una.

-Porque era demasiado inmadura. No estaba lista, me pedías demasiado, yo solo tenia 18 anos.-Dijo sollozando la pelinegra, tratando de volver a abrazarla, pero esta se resistía.

-Pase por mas cosas que tu siendo joven, Lauren, no me des excusas, tu jamas me amaste. Si realmente lo hubieses hecho, te habrías quedado conmigo sin importar las circunstancias.-Soltó la menor sacando toda la frustración que llevaba acumulada durante el tiempo que paso.

-Claro que te ame, y aun lo hago, jamas deje de hacerlo en todo este tiempo. Yo quise volver muchas veces, pero temía a que me odiaras, por haber huido, y justo eso paso, ahora me odias.-Confeso la mayor quebrándose en llanto, sosteniendo con fuerza su rostro, tratando de esconder sus lagrimas y el dolor reflejado en su cara.

Camila parecía realmente indignada ante tal confesión, pues si aquello fuese cierto, ella no estaría involucrada sentimentalmente con su mejor amiga, Lucia.

-Para de mentir! Por favor, si tanto me amas, por que estas con Lucy?.-Pregunto alterada la menor, abandonando el llanto y convirtiéndolo en ira.

-No estoy con Lucy, no estoy con nadie! Solo dije eso porque estaba furiosa, por el hecho de que ahora eres feliz, y yo no soy la razón de ello...-Confeso la ojiverde, con gran dolor, sintiéndose tan vulnerable, tan indefensa, tan adolorida.

Camila le rompió el alma verla así, estaba claro que no mentía, y le dolía, ella significo tanto en su vida, simplemente no podía olvidar todo lo que pasaron, Lauren dio lo mejor de si, simplemente no fue tan fuerte, no todo fue su culpa, se puso en su posición por un momento y logro comprender, así que la abrazo, sin importar que ella la rechazara o no, solo lo hizo, para su alivio ella le correspondió, esta vez, se abrazaron tan fuerte que sus corazones parecían querer colisionar, sus palpitaciones latían al mismo ritmo, coordinados como en una melodía, juntas hacían una canción melancólica. Sus respiraciones eran pesadas, el llanto mutuo consumía toda su energía, pero no había mayor consuelo que ese, solo ellas se entendían perfectamente, solo ellas sabían por lo que la otra estaba pasando, hacerse compañia, era como la perfecta terapia.

Después de unos minutos así, ambas lograron calmarse, se sintieron aliviadas por haber dejado salir eso que con tanta fuerza habían reprimido, la tristeza ya no estaba presente, solo la alegría por la presencia de la otra.

-Gracias Camz.-Dijo Lauren con una tierna sonrisa, mirándola directo a los ojos.

-No, gracias a ti por decirme la verdad, Lolo.-Dijo esto ultimo sonrojándose.

Lauren al escuchar aquel nombre, sintió un gran cosquilleo en su estomago, esa sensación juvenil no había desaparecido, solo su "Camz" lograba hacerla sentir así, y ella también se sentía de la misma forma, eso la llenaba de esperanzas, así que quiso doblar las apuestas, siendo tan impulsiva, pero muy segura de lo que quería, se arriesgo a hacerle una riesgosa propuesta a la morena...

-Camz?.-Dijo la ojiverde, con su pecho firme y en alto, debido a los suspiros que llenaban sus pulmones de aire.

-Si, Lolo?.-Respondió la menor, con sus ojos cristalizados, con una sonrisa de oreja a oreja, esa felicidad nada podía causarla, única y exclusivamente su chica Dark.

Lauren tomo sus manos y entrelazo sus dedos con los de ella, aquella acción fue como disparar electricidad a sus cuerpos, pero a pesar de la sensación, la sostuvo con fuerza, para decirle:

-Huirías conmigo?.

Como Una Princesa Debería SerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora