Capítulo 26

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 Dinah y Normani esperaban que Lauren reaccionara, ya que parecía haber entrado en una especie de trance hipnótico, y su novia parecía estar en él también, ya que ambas se quedaron inmóviles.

-Hello! Tierra llamando a Lauren!.-Gritó Normani tratando de hacer reaccionar a su amiga.

-Vamos Lauren despabila! Lucy te necesita!.-Replicó Dinah desesperada.

-Oh!!! Es sobre Lucy? Creí que era algo más serio! Me han dado un gran susto idiotas!.-Replicó Lauren soltando un gran suspiro.

-Estupida, esto si es algo serio, idiota!.-Replicó Normani afligida, a lo que tomó a Lauren del brazo y la halo, llevándola hacia donde se encontraba Lucy, Dinah al contrario llevo a Camila con Vero.

 La ojiverde consoló a su asistente, y le dio unos cuantos consejos para arreglar las cosas con su chica, Camila y Vero al contrario se encontraban en un ambiente bastante incomodo ya que ambas apenas se conocían, y la joven princesa no tenía la experiencia suficiente en el amor como para aconsejar a alguien más, así que se sintió completamente inútil para la pobre Vero, por suerte apareció Lauren con Lucy como por arte de magia, Camila amaba esos momentos en los que su Dark girl aparecía sin previo aviso a rescatarla del más mínimo embrollo, y la mejor parte fue que las chicas pudieron resolver sus diferencias y todo volvio a la normalidad.

 Esa noche todo marchó bien, a pesar de los pequeños malentendidos, cuando la reunión acabó, las chicas cansadas decidieron ir a dormir, por supuesto lo hicieron separadas, ya que a pesar de lo permisivos que eran los padres de Lauren, en su casa aún había ciertas reglas que cumplir, pero no fue problema, aún tenían sus celulares con los cuales se textearon, hasta quedarse completamente dormidas.

 Al día siguiente la familia desayuno junta, no tenían muchas reglas en la mesa, pero había solo una que debían cumplir, el desayuno era a las 8:30 am, ni un minutos mas, ni un minuto menos, sin importar si no dormiste lo suficiente, o despertaste muy temprano, no había excepciones, ni siquiera para los invitados, así que Lauren fue precavida, había puesto una alarma, y había advertido a su novia sobre ello, a lo que ella le pareció excelente, ya que las rigurosas y estrictas reglas, aunque sonara increíble de creer, la hacían sentirse como en su hogar, o más bien su castillo, así que ambas chicas estuvieron presentes justo a tiempo, dejándole a los padres de Lauren una gran impresión de ambas, en especial de Camila...

-Muy buenos días Señores Jauregui.-Soltó Camila sonriendo, ella estaba de pie al lado de la silla que le correspondía, observando a sus padres quienes ya estaban sentados, Chris y Taylor aún permanecían dormidos.

-Muy buenos días Camila, gracias, y buen día para ti también Lauren...-Replicó Clara con la ceja levantada, mientras observaba a su hija quien ya se había sentado, sirviendose algunos trozos de tocino.

-Buenos días ma...-Soltó Lauren despreocupada dándole un mordisco al tocino.

 Clara y Mike se miraron algo decepcionados, debido al comportamiento de su hija ante la mirada de su educada compañera, pero no les quedó otra opción más que aceptarlo.

-Puedes sentarte Camila, adelante.-Dijo Mike amablemente regalandole una sonrisa.

 Camila obedeció, y agradeció por ello, a lo que tomo una servilleta de tela, y la sacudió para desdoblarla, colocándola sutilmente sobre su regazo, aquella pequeña acción fue como arte magia ante los ojos de Clara y Mike, ya que ella desprendía una delicadeza y elegancia poco común, y le salía con tanta naturalidad, sus acciones en la mesa hacían maravillarlos logrando captar su atención, hasta el punto de querer imitarla, para quizás tratar de quedar a su nivel...

 La joven princesa aún esperaba la orden de proceder a comer, y Clara comprendió, así que cedió, pero la menor no lo hizo inmediatamente, ya que su entorno estaba algo desordenado para completar dicha acción, fue entonces cuando Camila reacomodo los cubiertos y cucharas en el orden en que correspondían, incluyendo su plato, normalmente esto le correspondía a su mesero Real, pero en ese momento no disponía de uno, así que se las ingenio para si misma, se sirvió la cantidad exacta de comida en su plato, y finalmente comenzó a comer, pero a pesar de que Lauren estaba muy concentrada comiendo, las acciones de su novia no pasaban desapercibidas para ella, mirándola extrañada, incluyendo a su padres quienes parecían estar fascinados ante aquellas muestras de extremo protocolo, al menos lo eran para los Jauregui, a lo que decidió hacer algo al respecto, así que se acercó a Camila y le susurro algo al oido.

-Estas llamando demasiado la atención, podrías actuar un poco más normal por favor.-Susurro así la ojiverde, volviendo de nuevo a sus asuntos.

Camila quedó un poco confundida, no entendía cómo podria estar llamando la atención con el simple hecho de estar comiendo, así que continuó en lo suyo, la pelinegra vio que no comprendió así que decidió intentar otra cosa, a lo que le habló a sus padres, para distraer su atención en otra dirección que no fuese la de su novia.

-Oye pa, donde están Taylor y Chris? Si no vienen ahora, se acabara todo para cuando lleguen.-Dijo Lauren riendo para luego tomar un gran sorbo de jugo.

-Supongo que aún están durmiendo, les tocará desayualmorzar, como siempre.-Replicó Mike carcajeando, Clara y Lauren imitandolo.

 Camila se sintió algo incómoda ya que hablar en la mesa, no era parte del protocolo, pero no estaba en el castillo, así que estaba confundida con respecto a qué debía hacer o no, ella se complicaba mucho y pensaba demasiado las cosas, así fuesen tan simples como disfrutar un desayuno en familia, pero aún estaba aprendiendo, ella haría su mayor esfuerzo, la cantante casi pudo notar lo tensa que se volvía su novia, así que frotó con suavidad su espalda, luego con delicadeza llevó su mano hasta su hombro, para después masajear con sutileza su hombro, haciéndola relajarse instantáneamente, de nuevo la había salvado, esta vez de sí misma, justo a tiempo llegaron Taylor y Chris, quienes agregaron algo de humor al semi-protocolar desayuno, esta vez Camila si logró integrarse, ya que no tuvo opción, al ser objetivo de las bromas de Chris hacia ella, para su suerte, ella no fue la única víctima, todos fueron blanco de sus burlas, incluso ella se sintió con la suficiente confianza como para gastarle algunas bromas, siendo elogiada por todos, en ese momento ella era la favorita, ganándose la rivalidad de Chris, pero esto no era del todo malo, el solo era un chico que le gustaba llamar la atención.

 La joven princesa no podía estar más a gusto, ojala hubiese disfrutado un poco más de esos momentos, porque jamás se volverían a repetir...

Como Una Princesa Debería SerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora