●Scott●
Muchas veces nos preguntamos qué hubiera pasado si hubiéramos hecho eso, qué pasaría si cambiáramos nuestro pasado. Yo en este momento daría mi vida por cambiar los últimos meses. No me importarían las cosecuencias de mis actos, ya que nada se compara con el dolor que estoy sintiendo. Espero que no sean muchos, pero de seguro al menos uno de nosotros ha visto como la persona que amas mira a otra con los mismos ojos. Por desgracia no todos podemos tener a nuestra "media naranja", o al menos no tan rápido como quisiéramos.
Todos cometemos errores, sobre todo cuando se trata del amor.Admitámoslo, el amor nos vuelve idiotas.
Pero no por eso debemos dejar de confiar en él. Debes luchar por todo lo que quieres, incluso si eso significa perder todo lo demás. Porque cuando una persona se convierte en tu "todo", si la pierdes ya no quedará nada, y creeme que ese es el peor sentimiento del mundo. Esa sensación de vacío, de dolor y pequeñez ante todo.
Por eso seguiré luchando por lo que amo, aunque parezca que todo está perdido. Porque para empezar, él nunca ha dejado de ser mío y nunca he dejado de amarlo.
Al llegar a casa lo primero que hice fue tirarme en el sillón. Ni siquiera me molesté en sentarme como una persona normal, simplemente dejé caer mi pesado cuerpo en uno de los apoyabrazos, quedando en un perfecto balance.
Había tomado una decisión: no lo olvidaría, pero lo esperaría.
Tarde o temprano debía de poder recordarme, ¿verdad? Es decir, no puedes olvidar a tu mejor amigo tan pronto.
Estaba tan molesto, triste, decepcionado, con tanta mezcla de sentimientos en mi cabeza que irremediablemente cai dormido.
●Mitch●
La única imágen que había en mi cabeza eran tres puntos suspensivos. Literalmente, me había quedado mudo de repente y con la mirada fija en la esquina de la habitación.
¿Yo? ¿Mitchell Coby Michael Grassi? ¿¡Gay!?
Esto debía ser un error, un error muy grave.
-Mitch, escucha. Sé que es difícil de procesar y más con todo lo que ha pasado, pero es la verdad. Tarde o temprano debía decírtelo o lo descubrirías tú mismo.
No tenía nada en contra de la homosexualidad, por supuesto que no, simplemente no es algo de lo que te enteras todos los días.
De repente un nombre vino a mi mente.
-¿Quién es Scott?
-¿Has escuchado lo que di-?
-¿Quién es Scott?-volví a preguntar con un tono más severo y sin despegar mi vista.
-No lo sé. ¿Por qué piensas en eso?
Yo voltee a mirarla. ¿Me estaría escondiendo algo? Es mi amiga, no debería hacerlo. Tampoco puedo responderle "Oh, no es por nada, solo que tu voz se escucha alrededor de tres cuadras a la redonda y por eso no pude evitar escuchar su nombre en una de sus conversaciones sobre mí". Esa era una muy mala idea.
-Sólo me vino ese nombre a la mente. ¿Conoces a alguien?
-No.
Bien, definitivamente me estaba escondiendo algo.
No insistí con más preguntas, aunque tenía muchas. Tampoco quería que Kirstie se sintiera incómoda.
-Mitch, sólo no vuelvas a irte así, ¿de acuerdo?
Asentí de mala gana. ¿Qué caso tenía salir a relajarse si tendría una persona a mi lado todo el tiempo? No me gustaba la idea de que me estuvieran vigilando como a un loco.
ESTÁS LEYENDO
You again?!
RandomSu mente estaba en blanco, tanto o más que las paredes que lo apricionaban en aquel pequeño y humilde cuarto de hospital. ¿Qué estaba haciendo allí? No podía recordar nada, excepto su nombre y apellido: Mitchell Grassi. (...) Miles de cosas pasaban...