Friendship

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Cuando el señor y la señora Choi me dijeron que Haru no iba a ir al primer día de nuestro último año en el instituto, me asusté. No solía faltar, siempre fue una vaga, sobretodo en los estudios, pero jamás faltaba.

Me dijeron que estaba enferma, otra vez. Dijeron que si empeoraba la llevarían al hospital, en aquel momento sonreí, sólo me estaban asustando, Haru estaba bien. Hice ademán de entrar, pero la madre de Haru me lo impidió. Me prohibió verla y aquello me preocupo, pero seguí repitiéndome una y otra vez:

Choi Haru está bien.

Hoseok y yo caminábamos solos de camino a clase, él llevaba su mochila agarrada con sus dos manos y miraba a la nada, al igual que yo. Todo era tan silencioso sin ella. Tan aburrido.

Quería verla, la echaba de menos. Después del enorme giro que había dado nuestra relación, no podía dejar de pensar en ella.

Pensaba en su pelo, que había crecido. En sus labios, que siempre estaban perfectos. Pensaba en sus manos, en como rodeaba mi cuello cuando nos besábamos. Pensaba en todo, en nuestros besos y abrazos a escondidas de todos, sobretodo de Hoseok.

—¿Es necesario ir a clase?—preguntó fastidiado—Sin ella será todo muy...aburrido.

Agité mi cabeza dándole la razón.—¿Qué podemos hacer?

—No sé, pero seguro que hoy sólo nos harán presentarnos, como cada año—explicó—¿Por que no nos vamos a un parque y pasamos el día ahí?—me miró con esa sonrisa tan característica suya.

—Me parece una buena idea.

—¡Ah, ya sé!—gritó de repente llamando mi atención—¿Por que no vamos a visitar a Haru?

—Ya te lo he dicho, no me dejan pasar. Si no me dejan pasar a mi a ti mucho menos.

Hoseok alzó las manos en signo de paz. Me di cuenta de lo borde que había sonado, quizás lo había asustado, él y yo solíamos insultarnos y pegarnos cuando nos aburríamos, pero jamás le hablaba mal. Yo no hablaba mal a nadie, no le veía el sentido a ello. Haru decía que por muy de mal humor que estuvieras, no tenías porque pagarlo con los demás.

Me quise pegar a mi mismo, porque no hacía más que recordarla. Me giraba cada dos por tres mirando hacia atrás, quería volver a mi calle, llamar a su ventana y decirle que bajara, que dejara de actuar, porque estaba bien, porque siempre lo estuvo.

Hoseok y yo no entretuvimos momentáneamente corriendo detrás de unas palomas que caminaban tranquilamente por el paseo del río. Reíamos lo bastante fuerte y gritábamos lo suficiente para que la gente pensara que estábamos locos. Yo reía porque Hoseok parecía muy macho, pero en cuanto una paloma venía buscando venganza, el corría casi llorando mientras el animal volaba detrás de él.

—¡Eres un miedoso!

—¡Cállate y mata a esa rata con alas!—gritó mientras se escondía detrás de mi, abrazándome por la espalda.

Me giré para reírme en su cara, pero vi que ella cambio de expresión. Parecía haber visto un fantasma así que me giré curioso mientras él señalaba y su boca hacia una perfecta "O".

Vi a Haru caminar hacia nuestra dirección, llevaba un vestido blanco, un poco más arriba de las rodillas y bastante holgado. Parecía un ángel. Miraba al río, a las plantas, los árboles y las hojas que habían caído ya durante los primeros días de otoño. Cuando nos vio pareció dudar momentáneamente, pero agitó su mano sonriendo.

Mi corazón comenzó a latir más fuerte. Hoseok y yo no pudimos evitar sonreír embobados por la belleza de nuestra amiga.

Hoseok corrió hacia ella pero cuando estuvo a punto de abrazarla corrí lo suficientemente rápido para ponerme en medio evitando cualquier tipo de contacto.

Butterfly.»Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora