🍷Caքɨtʊʟօ 8: ċօռօċɛʀռօs🍷

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Cantarella siénteme en cualquier lugar que yo contigo quiero acabar, impaciencia todo preparado está ahora solo queda esperar

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Cantarella siénteme en cualquier lugar que yo contigo quiero acabar, impaciencia todo preparado está ahora solo queda esperar.

Tan frágil y hermosa. El jardín del palacio Amarillo donde ella se encontraba, dormida tan plácidamente sobre el frívolo sillón de piel. Observé sus finos belfos de tono carmesí, y la sensación de querer besarla pálpito por todo mi cuerpo. Apreté mis labios y resistí acercarme más de lo que ya estaba sobre ella.

Vagué mi visión sobre su tez clara entre su mentón y hombro. Era algo caótico de ver. Es solo mínimo vistazo sobre este y, entonces reconocí la bella rosa sobre su choker negro alrededor de su cuello. Aquella rosa aún permanecía ahí, intacta. Al igual que los sentimientos que juramos nosotros mismos.

No,no. No podía enamorarme de ella.

Tomé sin descuido la rosa y no dude en arrancarla con melancolía. Mi pecho dolió, e incluso sentí un agudo latido en mi. El sonido de ramas crujiendo se aceleró. Me oculté entre lo matorrales de rosas amarillas sin despegar la vista de mi hermana.

Ella tenía que hacerlo.

...

—Cantarella —mencionó algo curioso el rubio. Tomando asiento a un lado de ella

La joven peli-aqua abrió sus párpados estrepitosamente encontrando una mirada azulada junto a ella. Justo antes, había sentido una presencia a su lado. Dirigió su mano hacía su cuello pero, la rosa no estaba.

—¿Qué?... —lo miró algo confusa.

—Ese es el nombre del veneno de la familia Azul —sonrió—. Cantarella

—Me sorprende que lo sepas —algo no iba bien y lo podía sentir. Nadie conocía tan siquiera el nombre de aquél veneno.

—Lamento la visita repentina —.

—Esta bien Lord Len —.

—Pero quería decir que he preparado una manera de enfrentarnos a nuestro matrimonio arreglado. Como sabrás tengo una hermana mayor, mi gemela —se levantó con dirección a los matorrales y logró tomar una rosa amarilla entre sus manos— y este el jardín del palacio donde yo solía jugar con ella. Así que decidí aceptar este matrimonio para proteger a mi país y a las personas que quiero.

No sabía cómo había transcurrido el tiempo, pero el rubio se hayaba inclinado sobre mi tomando mis cálidas manos.

—Pero no te preocupes nunca estaré en la misma habitación qué tú, aunque no me molesta estar casado con una mujer tan hermosa. No creo que sea buena idea estar juntos por el momento —comentó Len mientras quitaba las espinas y el tallo de la rosa en su mano—. Así que quería pedirte por favor que florezcamos juntos.

—Para que juntos creemos la mejor relación Amarilla-Azul —.

El rubio posó con una sonrisa la hermosa flor sobre el choker negro de Miku. Justo donde momentos antes había estado la de Kaito.

El ahora atrajo una de mis cadenas hacía si mismo, incluso se dio cuenta de las cadenas que me atrapaban.

...

Kaito no podía creerlo, ella había prometido ser quién lo haría, más no sé movia del lugar. Se mantenía sosteniendo miradas con el rubio y con la mano sobre la flor amarilla en su cuello.

Ya no importaba, había sido traicionado por su astuta hermana, o eso pensaba él. Sin embargo destruyó la rosa entre su mano con tanta ira y rabia.

•→ 🍷←•

Cuando las protega seré libre finalmente.

Len besó mi mano y no negué míralo. Di varios toques sobre mi cuello y la rosa, era diferente, no era la de mi dulce hermano. Yo solo quería la suya sobre mi. No había duda, pero verdaderamente ¿esto era necesario?

—Yo también tengo gente a la que quiero proteger —murmuré.

—Somos muy parecidos —esboze una sonrisa.

¿La persona que quiero proteger?

—Al igual que tú, amo tanto a esa persona que yo no bajaré la mirada.

Su mano tapaba su boca a la vez que sangre escurría sobre ellas, lo había logrado. Él ahora escupía, y su vida se iba deteriorando poco a poco. Vi el como perdía el equilibrio de su cuerpo y caía sobre los matorrales sin lentitud.

Su mirada mostró sorpresa al momento de observarme. Podía sentir la confusión en su mirada.

—Michelle.... tú.

Yo Realizaré La Prueba Del Veneno Para Ti

¿Por que no me miras?

¿Por que me das la espalda?

¿Por que estoy masticando mis palabras?

¿Por que no vienes hacía mi?





















Vino beberás y así tú sentencia firmarás.

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