56- Drunk.

16 0 1
                                    

Dime como era posible que fuera tan adicto a una mirada? a Tú mirada, era imposible no embriagarme en ella las veces que fuera necesaria para quedar hipnotizado en ti, era gracioso sabes? Era gracioso saber que con hasta la mirada más fría, causaras millones de sentimientos dulces hacía ti, era un verde profundo, esos que no se miraban a diario, era raro, nuevo, insólito. Mi corazón pedía más de ti, sí, así como lo oyes, latía como si alguien estuviera redoblando una tambor con las baquetas sin cesar, eran mil los latidos por segundo, y por milésima de ellos, eran infinitos. 

Me sentía tan lejos de casa, pero cuando llegabas ponías tus brazos a mi alrededor y eran mi nuevo hogar. La presencia que irradiabas, simplemente era difícil no ser adicto a ella, olías a ese perfume tan familiar, que era pecado pensarlo tanto. Irradiabas una brisa tan cálida, acogedora, nueva. Te había sentido antes pero recién recordaba que había nacido en un camino que conectaba especialmente contigo, yo era pequeño en esa constelación llena de estrellas, tú eras la que más brillaba, parecías una galaxia entera resumida en un pequeño cuerpo brillante y perfecto. 

Mentes de HumoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora