Recuerdos ocultos

3.1K 403 81
                                    

El día seguía poseyendo ese toque de irrealidad, pero las cosas tenían que seguir su curso normal. O así era como pensaba Mía ese 14 de octubre.

Era la tercera hora de clase, lo que significaba que la maestra Gina estaría impartiendo Literatura, era el único tiempo que ella compartía la misma clase con Alec.

Al entrar al salón la mujer saludo a los alumnos con un ya muy conocido:"Buenos días a todos". Era la rutina de todos los días, los estudiantes tomaron asiento y la profesora comenzó a explicar el tema del que se hablaría esa hora.

Hoy, hablaré de un tema que en lo personal me encanta.—Agarró un gis y comenzó a trazar en la pizarra.—Cuando nuestro protagonista es el antagonista de nuestra historia.—Sonrío la mujer que estaba en sus cincuenta y miro expectante a los adolescentes sentados frente a ella.

Aprovechando los segundos de silencio Mía, miro a su compañero de banca extendió su mano con una carta y dijo:—Alec, yo...—Hizo pausa y tomó aire.—Quiero saber porque me...—Intentó darle ese toque suave a su voz, el chico castaño a su lado, le interrumpió tirando un pedazo de papel directo a la cara de la joven.

¿Era alguna de las notas que siempre le mandaba?
No lo parecía, esa hoja estaba ya muy desgastada ¿Y por qué la había aventado? Era probable que fuera la respuesta a la pregunta que la muchacha no terminado de hacer.

Si Mía no se equivocaba ese papel revelaría el odio infundado que el joven le tenía.

—Nos podemos percatar de que nuestro personaje principal es al mismo tiempo el antagonista de diferentes maneras.—La voz emocionada de la maestra volvió a escucharse en los oídos de Mía al mismo tiempo que tomaba la hoja para comenzarla a leer.

—Se le puede mencionar al lector al principio de la historia, o bien, se puede usar mi estrategia favorita.—Habló de nuevo la profesora.

La chica ya con la hoja en sus dos manos y comenzó a leer, al desplazar los ojos por aquella carta estos se abrieron más de lo normal, desatando un escalofrío que recorriendo todo su cuerpo hizo que ella comenzará a temblar.

—Se nos puede proporcionar solo el punto de vista de nuestro protagonista...—El cuerpo de la muchacha estaba agitado, se sentía ansiosa, no quería aceptar la verdad que se presentaba inminentemente ante sus ojos.

Y, ya sabemos que toda cabeza es un mundo, todos tenemos diferentes creencias y de acuerdo a estas creencias sentimos, lo que esta bien para algunos, puede estar mal para otros, y viceversa.—La mujer dando Literatura se dio media vuelta para volver a escribir en el pizarrón.

Mientras la persona volteada al la pizarra escribía, la joven de las notas había abierto los ojos, tras leer aquellas letras su mente volvía a recordar, eso que se encontraba oculto en su memoria resurgía de las cenizas.

Todos esos sentimientos volvían a doler como la primera vez, al recordar que esa era una nota de suicidio, suceso que había ocurrido un 14 de octubre.

—Y al achicar nuestra manera de ver las cosas en la historia, dejándonos solo con una opinión, con un par de ojos a la trama, al ver la historia desde un punto de vista más externo, en efecto, se nos revela que...—Gina, terminando de escribir volvió a dirigir la mirada a sus alumnos.

Los oídos de Mía estaba pendientes a la clase, tanto que sus ojos se empaparon de agrias lágrimas, recordando que, la razón por la que Alec y todos la odiaban, porque ella era la culpable de una desgracia.

El suicidio de Sam.

—¿Yo?—Susurró la chica aún con las mejillas mojadas.

—¡Si!—Exclamó la profesora, así es como se nos demuestra que...Leyó lo que había escrito durante los últimos minutos.

—Nuestro personaje principal, es el verdadero villano de la historia.—Finalizó a la par con el timbre de salida, dejando a Mía fría en su asiento, aceptando que a los ojos de los demás y a su pensar, ella era la "mala" de todo lo que estaba sucediendo.

Alec...¿Me odias?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora