Alec...¿Me odias?

Equipo de bobos 2/3

—¿Eso importa?—Preguntó Mía alzando la voz.—Vamos, son patéticos, soy su blanco de burlas por el hecho de que intentan sentirse bien con ustedes mismos.—Hizo una pausa, tomó aire y la chica se preparó para desenmascarar a los "populares".

—Jessica, sé que bajas tus calificaciones para que no te cataloguen como "nerd", Mark, gran caballero, tienes lo más nuevo, lo que todos usan y te encanta presumirlo, sin embargo sabemos que gracias a eso no has cambiado de calzones en 4 años.—La chica soltó una pequeña risa y continuó escupiendo las verdades que ni uno de sus compañeros se dignaba a revelar, aunque defirieras en opiniones no era recomendable oponerte a la multitud si querías encajar.

Y la fastidiosa Mía quería encajar, sentirse parte de algo. Pero no de "ideales falsos y egoístas". La joven de las notas simplemente se había dado por vencida con eso.

Mía, a punto de continuar con su discurso motivador fue interrumpida por uno de los chicos.—Al menos no escribimos cartas a alguien que habla a nuestras espaldas.—Finalizó, dejando a todos atónitos.

—¡¿Les dijiste?!—Inquirió ella con el corazón latiendo fuertemente debido a la vergüenza.—¡¿Alec, les has dicho?!—Volvió a preguntar con la intención de obtener una respuesta.

—Sí, lo hice, eres una acosadora y ni yo ni nadie queremos saber nada de ti.—Exclamó el chico al que iba dirigida la pregunta y no tardó mucho tiempo para que los demás estudiantes comenzarán a lanzar comentarios ofensivos a Mía.

—¡Por favor, cállate Alec! ¡Ya sabes que cualquier cosa que te salga de la boca no me interesa!—Dijo ella con todas sus fuerzas.

—Hey, oigan amigos...—Balbuceo Tony.—¿No te interesa? ¡Estás a punto de estallar de la rabia!—Insultó de regreso Alec con la intención de quedar como el ganador de aquella pelea de insultos.

Sin embargo, Tony no paraba de interrumpir.

—¡Mía, no entiendo porque te sorprendes, sabes que te odio!—Continuó, para de nuevo ser interrumpido.—Oigan chicos...—Decía Tony intentando atraer un poco de atención.

—¡Ya no me importa el porque me odias, he decidido...—Intentó articular la joven, pero fue interrumpida por el gran deportista.—Hey, chicos, yo...—Agregó para ser callado.

—¡Cállate Tony!—Gritaron Alec y Mía al unísono.—No importa el que me odies, ya que el sentimiento es mutuo.—Sentenció la ofendida muchacha para luego tomar sus cosas e irse.

Él aula se quedó en silencio tras haber presenciado tal suceso, Alec también estaba sorprendido, todo se había vuelto muy incomodo, no sabía que debía hacer.

—Ve por ella tigre.—Sentenció Tony insertando un amarilloso moco en su boca.

La idea de el mocoso chico sonaba descabellada, si iba tras ella, su reputación estaba acabada. Pero dentro de sus más íntimos pensamientos, él tenía miedo de que Mía le odiará. Quería correr tras ella pero...¿Y qué pensarían?

De pronto recordó cuantas veces esa chica había ido tras él y eso hizo, se abrió paso entre sus compañeros para seguir a la chica fastidiosa. Porque, Alec, no odiaba a Mía.