6. No quiero ni verte

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Miré aburrida a mi mejor amigo Ángel, sus argumentos no iban a convencerme.

-¿Por qué no vas a ir?

-No me da la gana. Lo que hubiera entre Kimmich y yo ha acabado. Éramos amigos, nos acostamos,tonteó con otra, se enfadó porque hablara con otro, fin de la relación.

-Pero amas el equipo. ¿Vas a desaprovechar la oportunidad de verles por un idiota?

-El idiota es de lo mejor que tiene el equipo así que paso de ir a verle.

-Cabezona...

-Iré. Pero por mi equipo, no por él.

-Así me gusta.

Siempre me manipulaba para que hiciera lo que él pensaba que debía hacer.

-Pero no pienso acercarme a él, ni aunque lo suplique.

-No esperaba menos de ti. Ahora corre a cambiarte.

Rodé los ojos, mi amigo era tonto pero aún así le hice caso.

...

Y... ¡GOL DE JOSHUA KIMMICH!

Estaba cansada de escucharlo, estaba en racha y llevaba ya 3 goles.

-Deberías estar eufórica, es el mejor partido jugado en toda la temporada.

-Yuju- ironicé. Me sacó la lengua y siguió babeando sobre su novio.

Kate, una leyenda, había caído.

Por fin acabó el partido y creo que nunca había tenido tantas ganas de que acabara un partido tan bueno, pero escuchaba a más gente animar al idiota de Kimmich y me daba una aneurisma.

-Señorita, ¿puede acompañarnos?

Me giré al escuchar eso sorprendida porque alguien me había tocado ligeramente el brazo. Kate se paró igualmente extrañada al ver a dos hombres de seguridad.

-En realidad no puedo.

Kate me miró sorprendida pero no iba a caer, sabía perfectamente qué se llevaban entre manos.

-Insistimos, debe acompañarnos.

-Creo que hay un error, miren, soy...

-No te molestes, Kate- le corté. Saben perfectamente quien eres y quien soy. Díganle a Kimmich que se pudra- dije finalizándolo con una sonrisa irónica.

-No puede salir de este establecimiento, debe acompañarnos por un problema de seguridad.

-¿Sabes? Le daré el tortazo yo misma. Nos vemos mañana, Kate.

-No voy a irme sin ti y como sea cosa de ese chico se va a enterar.

-Señorita, debe irse, su novio la espera fuera.

Malditos.

-Ve, Kate, estaré bien. Por algo conozco a media plantilla. Igual alegran mi noche-dije con segundas.

Comenzó a reírse con fuerza mientras negaba con la cabeza. Yo sí sabía quitar hierro al asunto, hierro con el que iba a golpear a Kimmich en la cabeza.  

Esperaba que me llevaran a una sala pero cuando me di cuenta, me estaban metiendo en los vestuarios del Allianz Arena. Ese había sido un acto a la desesperada, la llevaba clara si pensaba que unos bancos iban a hacer que mi cabreo desapareciera.

-Sabía que no vendrías tan fácilmente- me giré encontrando a Josh apoyado en la puerta que daba a las duchas, los hombres ya se habían ido.

-Soy previsible, mi culpa. ¿Qué quieres, Josh? Creo que ya quedó claro que no quiero ni verte.

Solo amigos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora