Mi propio humano - [KaiSoo]

41.Vida eterna: Especial KaiSoo

KyungSoo sostiene entre sus manos una fotografía mientras la mira, puede escuchar de fondo el agua correr en el baño.

Con una pequeña sonrisa, deja de ver la imagen del grupo al cual ahora considera su familia y decide concentrarse en su ventana, donde las luces tintinean y la perfecta Torre Eiffel acompaña el paisaje.

-¿Qué haces mon chéri?

-Pienso

Se gira para ver a JongIn entrando a la habitación, con el cabello húmedo y una toalla alrededor de la cintura. El vampiro parpadea probablemente tomándose su tiempo para responder algo.

-Hace tan poco era nada y ahora es Paris, eres tú y es esta habitación con una sola cama para ambos

La sonrisa que le dedica el moreno es oro puro, KyungSoo no puede contra este sentimiento que hace temblar cada parte de su cuerpo. Son minutos tal vez, incluso puede que solo segundos antes de que JongIn se acerque a él y su esencia llene el espacio.

-Nos iremos mañana de la ciudad, si deseas un recuerdo de esta habitación solo tienes que decirlo

Ha estado al lado de JongIn como esposo alrededor de una semana, ha vivido en esta suite mientras el vampiro se encarga de todos los aspectos finales que involucran su casa real. No va a fingir que las ganas de sentir al otro le consumen porque ha sido más de una semana con regresos tarde y pasión acumulada, por lo que KyungSoo da un hondo suspiro antes de acariciar el espacio entre las costillas de su amante, su piel quema a pesar de que acaba de tomarse una maldita ducha.

-Necesito tomar una ducha también

-Sueñas si crees que voy a esperar un minuto más

No hay más palabras solo acciones, KyungSoo es empujado al colchón y JongIn se sube a la cama, haciendo que el otro ría con suavidad por lo impulsivo que es su amante.

No espera que sea romántico o delicado, porque a decir verdad ambos necesitan sentirse el uno al otro ya mismo; así que mientras JongIn va por sus pantalones, el rápidamente se quita la camisa y el contacto de los labios ajenos le sube la temperatura con facilidad.

Entrelaza sus brazos en la espalda húmeda del moreno y deja a este acomodarse entre sus piernas, se estremece con el contacto y finge no darse cuenta de que hay un problema creciendo en medio de la toalla que viste JongIn.

Mientras apenas viste su ropa interior, se deleita con el toque de las manos contrarias en sus caderas que susurran con peligro lo cerca que esta de la pasión. No dice nada para evitar romper el hechizo pero quiere gritar y apurar a su moreno sin vergüenza.

Una brisa fresca, producto quizá del aire que entra por la ventana que sigue abierta le hace estremecer cuando por fin su miembro medio duro es liberado. JongIn sonríe y el sigue la acción, levantando las comisuras de sus finos labios, un par de ojos rojizos tiene contacto con los suyos y cierran entre aquella mirada una conversación exquisita.

JongIn se acomoda mejor, haciéndole levantar la espalda cuando la humedad de la toalla toca tan delicado sitio. Sus labios son reclamados poco después y deja que su cavidad sea explorada por la lengua ajena, que sabe a mil y un sentimientos, a amor y deseo, a desesperación y encanto, sabe a JongIn y a KyungSoo ciertamente le encanta su amante.

La mano izquierda del moreno le sorprende con una caricia descarada a su entrepierna y abre los ojos con algo de sorpresa, el toque es frio y le hace sonreír estúpidamente.

-Esta es mi parte favorita-parece ronronear JongIn, su voz es grave y recorre cada centímetro del cuerpo ajeno.

Le hace abrir más las piernas y aunque se sonroja, KyungSoo no duda en hacerlo, sin apartar la mirada de las acciones contrarias porque sabe que JongIn ama ese maldito gesto descarado. KyungSoo traga grueso y siente que le tiemblan las piernas mientras su cuerpo está a merced ajena.