▪ Mi pequeña catarina ▪

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Tikki tranquilamente cortaba su cabello con uno cuchilla echa a mano, sus Rojizos cabellos caían al suelo dejándolo de un largo solo un poco más abajo de sus hombros.

Un movimiento entre los arbustos la alertó, y como si fuera de forma automática su brazo se elevó apuntando hacia los arbustos en una pose de defensa.

—¡¿Quien esta ahí?!—. Pregunto instintivamente,  su semblante era penumbroso y Salvaje, digno de una amazónica.

— ¡Tranquila! — Un chico cubierto por una capucha negra se asomo entre los arbustos, en sus manos había un balde— Solo venía por agua, tranquila no are nada — Salió de los arbustos y camino hacia el río.

Algo indecisa decidió pasar esta vez la regla esencial de supervivencia amazónica, NO DEJES JAMAS QUE UN NO AMAZÓNICO ENTRE EN TU TERRITORIO. Solo sería por esta vez.— Tienes la suerte de tu lado viajero, si yo hubiera sido una de mis compañeras tu cadáver ya estaría rió abajo— Su voz sonó firme y de alguna manera un tanto insegura.

—¿Porque?— La curiosidad se notaba a kilómetros de distancia. Tikki sentía que ese chico ocultaba algo.

— Este es el bosque de las Amazónicas, solo nosotras podemos entrar y salir. Imbécil el que entrase aquí— La pelirroja al terminar su Frace miro con detenimiento su reflejo en el hermoso destello del río.

— Oh, Interesante.— Aquella palabra había sonado algo sarcástica pero la amazónica le hizo caso omiso—Me alegra que seas tu entonces— Dicho eso se acerco al Río junto a ella, sumergió el balde en el agua viendo como este se llenaba rápidamente.

— ¿Para que quieres agua de Río su hay agua purificada en el pueblo más cercano?— Lo miro de reojo, terminó de cortar sus cabello y por último sacudió sus hombros quitando las pequeñas hebras de cabello que quedaban.

Se quedó divagando en sus pensamiento unos segundos, el único que se atrevería a entrar a este bosque solo sería la persona que más odiaba en ese mundo.

—No solo vine por agua, Vine por alguien —Dejo el balde a un lado levantándose de apoco.

—¿Quien es?...—Tikki ya estaba suponiendo lo peor, su rabia incrementaba por cada paso que daba para poder acercarse a ella.

— A ti.. —La capucha se desprendió de él chico y de un ágil movimiento ya tenía a Tikki bajo sus brazos.

— ¡¿Ah?! —La pelirroja se sobre salto y, sus ojos se conectaron, Zafiros con Esmeraldas, aquellas anheladas miradas que robaban por verse una vez más.

— No iras a ningún lado Tikki — Dijo en de forma ronca y lenta.

—Te dije que a la próxima vez que te vea te mataba... — Escupió con Odio Tikki, lo odiaba, si. Pero en el fondo sabía que su pequeño y congelado corazón estaba alegre de verlo una vez más.

— ¿De verdad me mataras? Te extrañe mucho..—Sus alientos se estaban mezclando, Tikki trataba de esquivar los penetrantes ojos de Plagg pero fue una tarea totalmente inútil.

— Yo... Yo...— El nerviosismo se presentaba en la chica, sus sentidos se estaban alejando

— Veo que tendré que relajarte —Plagg sonrio malicioso, sin soltar las muñecas de Tikki empezó a besar con delicadeza el cuello de su amada sin permiso alguno. Por otro Lado Tikki luchaba contra sus instintos para no caer en la tentación, tenía que zafarse de esa situación para evitar próximos lamentos.

— P-plagg.. .. P-por favor. ... Ngh —. Un jadeo fue ahogado por la pelirroja, necesitaba que parará,  se sentía inútil en esa situación

.- Se que lo deseas tanto como yo -. Dicho eso mordió levemente el lóbulo de su amante.

— Plagg...—Dejo de forcejear pero Plagg se rehusaba a soltarla. - P-prometo cooperar p-por favor suéltame — Tikki ya había formado un plan para su escape, pero tenía que ganarse un poco de confianza para llevarlo a cabo.

—Demuéstramelo — Plagg soltó las muñecas de Tikki dejándola libre, esta de un movimiento rápido había dejado a Plagg debajo suya y con ella sentada encima suya—Tikki...— El estaba sonrojado, había encontrado sentimientos que solamente ella lograba crear en el.

—Plagg... —Tikki empezó a desabrochar la camisa de él, con delicadeza empezó a acariciar su torso sintiendo la piel erizada de Plagg.

— Mmm... —Un ronco gruñido de escapó de la garganta de Plagg.  Tikki con un poco más de coraje empezó a mover sus caderas de arriba a abajo con un movimiento circular y torturoso.

Por su parte Plagg Acariciaba las exquisitas curvas que alguna vez fueron de él, se sentía un grandisimo imbécil al traicionar así a su pequeña catarina.

Tikki sabía perfectamente el peto amazónico era grueso y complicado de sacar, por lo tanto Plagg se complicaría tratar de quitárselo.


Tal como lo pensó la pelirroja, su pareja empezó a tratar de despojar la parte superior de ella, pero no lo lograba.

— Deja.. Yo lo ago— Tikki se fue separando un poco de el moreno y quitándose de apoco la prenda, cuando localizó la cuchilla la sacó cortando la mejilla de su pareja haciendo que estos dos se separarán de golpe.

Plagg dio un salto hacia atrás esquivando el ataque, su mejilla empezó a sangrar ligeramente.

— No vuelvas a aparecer por acá— Los zafiros de Tikki se empezaron a llenar de lágrimas, se sentía usada, más de lo normal.

—Tikki yo—Fue interrumpido por su acompañante quien parecía estar en llamas de ira.

— ¡¡Vete!! — La pelirroja sabía a la perfección que Plagg nunca salía sin su arma, la cual fue fácil localizar, le sacó el seguro y le apuntó. Años de pareja con Plagg le habían servido para ocupar armas de fuego, su puntera era casi tan exacta como con su lanza.

— Tikki por—. Interrumpido nuevamente

—¡¡Vete!!¡¡ Ahora!!— Disparo cerca del moreno y este se fue corriendo de ahí, lo último que pudo apreciar de su pequeña catarina fue sus ojos llenos de ira y cólera, con un destello único de odio.

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Capítulo Editado: ✔ ✔

Semi-dioses rivales [MLB] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora